La comarca reduce por tercer año seguido la basura hacia Sogama, pero el reciclaje es aún insuficiente

El volumen de los residuos que se envían incinerar es de 22,6 millones de kilos, lo que supone un millón menos que el ejercicio anterior

La tasa de recuperación apenas supera el 19% y debe alcanzar el 55% el próximo año

Cangas coloca carteles en los contenedores, avisando de multas, para acabar con la imagen de los residuos apilados en el exterior.

Cangas coloca carteles en los contenedores, avisando de multas, para acabar con la imagen de los residuos apilados en el exterior. / Fdv

La Mancomunidade do Morrazo ha reducido por tercer año consecutivo el volumen de residuos de la fracción resto que envía a la planta de Sogama, unos restos que acaban incinerados. Si en el año 2022 ya se había conseguido un hito porque por primera vez esa cantidad de basura bajaba de la barrera de los 24 millones de kilos, en 2023 se consigue otro récord: ahora se baja del umbral de los 23 millones y se queda en 22.625.370 kilos. Esta es la nota positiva. La negativa es que, aunque el índice de reciclaje conjunto entre Cangas, Moaña y Bueu sigue en aumento, la tasa total está muy lejos de las exigencias que marca la Unión Europea (UE) para el año 2025. En ese horizonte temporal hay que llegar al 55% de recuperación de los residuos y O Morrazo apenas supera el 19%. Todavía queda un largo camino por delante.

Los datos desglosados por fracciones revelan que en 2023 se recogieron 22.625.370 kilos de fracción resto o residuos sólidos urbanos (contenedor verde), que supone una reducción de más de 1 millón de kilos y del 4,50% con respecto a al año previo; 697.700 kilos de envases ligeros (contenedor amarillo), un descenso del 1,20% con respecto a 2022; en el caso del papel y cartón (contenedor azul) se llegó a 1.053.342 kilos, que refleja un incremento de casi el 3%; y en el caso del vidrio (iglú verde) se llegó a 1.017.640 kilos, con un avance del 0,25%.

Las cifras son en general positivas, con el único lunar de los plásticos y envases ligeros: ese retroceso del 1,20% se traduce en la retirada de casi 8.500 kilos menos con respecto a 2022. Una situación que desde la empresa Urbaser y la Mancomunidade do Morrazo atribuyen a los averías registradas en los camiones: tanto en el portacontenedores de la planta de A Portela, que estuvo inoperativo prácticamente todo el verano, como en los vehículos de carga trasera que debían encargarse del vaciado de los colectores amarillos con los que se reforzó el rural.

Un camión de carga trasera de la Mancomunidade, con dos operarios, hace unos días.

Un camión de carga trasera de la Mancomunidade, con dos operarios, hace unos días. / Gonzalo Núñez

A lo largo de este año se prevé mejorar estas ratios y llegar a una ruta de recogida con hasta 120 contenedores frente a los menos de 100 del ejercicio 2022. “El reciclaje en esta fracción bajó porque los vecinos se encontraron durante esos meses con los contenedores amarillos desbordados y acababan depositando la bolsa en el verde o de fracción resto”, reconocen los servicios técnicos mancomunados.

Entre los motivos para el optimismo destaca la acogida y excelente funcionamiento del contenedor marrón y de la campaña de recogida puerta a puerta entre el sector horeca [hostelería, restauración y cafeterías] y grandes productores de biorresiduos (comedores, panaderías o floristerías, entre otros). Esta inicitiva se puso en marcha en agosto de 2022 y hasta finales del ejercicio pasado se recogieron casi 292.000 kilos de residuos orgánicos. Estos restos se trasladan a la planta de A Portela, donde se convierten en compost.

Una frutería del centro de Cangas que se acaba de adherir al programa de recogida puerta a puerta, con el contenedor marrón en la entrada.

Una frutería del centro de Cangas que se acaba de adherir al programa de recogida puerta a puerta, con el contenedor marrón en la entrada. / M.M.

Casi 100 locales horeca

Este servicio puerta a puerta comenzó con solo 18 locales. En el último trimestre de 2023 ya eran 44 y después de una nueva campaña informativa realizada en las últimas semanas se roza ya el centenar de establecimientos adheridos. “Se visitaron más de 150 locales. Este aumento en el número de participantes es muy importante porque los residuos orgánicos que generan ya no acaban en el contenedor verde de fracción resto, sino que van al marrón, se reciclan y se convierten en compost”, explica la gerente de la Mancomunidade, Alba Álvarez. Así, la previsión es que a lo largo de este año el índice de reciclaje experimente un incremento notable.

Lo mismo ocurre con el contenedor marrón dirigido a la ciudadanía, que se comenzó a implantar desde enero con un programa piloto en Bueu y Cangas. En esta primera fase se desplegaron 42 colectores –24 en Cangas y 18 en Bueu– y según las estimaciones se repartieron unas 600 tarjetas a vecinos interesados en el reciclaje de los biorresiduos. “La ciudadanía lo está aceptando y usando muy bien”, señalan desde la Mancomunidade, algo que servirá para estirar ese índice de reciclaje aún muy bajo. Los biorresiduos procedentes de los usuarios domésticos no se traladan a la planta de A Portela, debido a la falta de espacio, sino que se trasladan a una instalación específica e Sogama en Porriño, donde se completa el proceso para la obtención de compost.

Recogida de biorresiduos depositados en contenedor marrón en el centro de Cangas.

Recogida de biorresiduos depositados en contenedor marrón en el centro de Cangas. / Mancomunidade do Morrazo

Nueva subvención para desplegar 50 contenedores marrones más

A lo largo de este año se quiere continuar con ese despliegue del quinto contenedor. Los concellos tienen previsto optar a una nueva subvención de la Consellería de Medio Ambiente para colocar otros 50 colectores marrones en la comarca.

Otra de las acciones que contribuyó a mejorar las cifras de recogida y reciclaje fue la ampliación del horario del punto limpio y la distribución de los minipuntos limpios de proximidad. Se colocaron seis (dos en cada municipio) y está previsto instalar otros seis.

Una de las carpas informativas desplegadas para informar sobre el contenedor marrón en O Morrazo.

Una de las carpas informativas desplegadas para informar sobre el contenedor marrón en O Morrazo. / Gonzalo Núñez

Se requiere a Urbaser un informe sobre necesidades de medios y primeras medidas para acabar imágenes deplorables

Una de las prioridades fijada por los responsables políticos y técnicos de la Mancomunidade es la renovación de la flota de camiones para la recogida de los residuos, una necesidad derivada de la elevada antigüedad del parque móvil y sus constantes averías. Desde el ente supramunicipal se requirió a la empresa Urbaser que aporte un informe de necesidades, en el que se recoja el número de vehículos necesarios y también de contenedores para reforzar la recogida durante este año 2024.

En paralelo también se están adoptando medidas, de momento informativas, para acabar con situaciones recurrentes en algunos puntos. Se trata del depósito de bolsas de basura y demás residuos fuera de los contenedores o en su entorno, cuyo contenido luego acaba desperdigado por culpa de animales o aves como las gaviotas. En el Concello de Cangas uno de los puntos críticos se encuentra en una isla de contenedores situada en la calle Gondomar, en la intersección con la calle Ferrol. La primera acción adoptada desde el ejecutivo local es la colocación de carteles para recordar a la ciudadanía que no se pueden dejar las bolsas fuera del contenedor y que esta práctica puede acarrear multas.

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