El AVE, listo para llegar a Vigo en menos de un mes

Un viaje placentero en un tren veloz, nuevo y puntual, pero con aspectos mejorables en cuestiones de comodidad. Es el resumen de la valoración de algunos de los pasajeros que llegaron poco después de las 12.50 horas a la estación de Urzáiz en el primer AVE –un Talgo Avril S-106– que ofrecerá servicio en Vigo: lo hará para desde el 21 de mayo. El trayecto de ayer fue una simulación comercial con personas vinculadas a Renfe, el Ministerio y Adif (Administrador de Infraestructuras Ferroviarias) para comprobar si los tiempos del viaje entre Madrid y la ciudad olívica se ajustan a los planificados –poco más de cuatro horas– y certificar que todo está en orden antes del estreno.

“Hemos salido pasadas las 8.30 horas de Madrid-Chamartín, pero hemos dado cierta vuelta [paró en Santiago]. No se hace tan pesado por el paisaje, tan verde. El viaje y el tren, bien. Una experiencia buena”, destacaba uno de los usuarios, trabajador de Renfe, antes de señalar que, realmente, el AVE “es hasta Ourense”. Y es que, ante la falta de conexión directa con la urbe de As Burgas –el alcalde, Abel Caballero, reclama la variante de Cerdedo–, hay que dar un rodeo por la capital gallega. A esto, se suman diferentes decisiones comerciales de Renfe para su estreno, menos lustroso de lo deseable.

El resultado: los tiempos de viaje que ofrecerán los nuevos trenes Avril desde el 21 de mayo arrojarán una velocidad media de 157,6 y 150,3 kilómetros por hora –las segundas más bajas entre las 15 rutas de Renfe con estos servicios–, lejos de los 300 km/h que pueden alcanzar los Avril: el paso por el cambiador de ancho de Taboadela obliga a sumar siete minutos al tiempo del AVE (2.15 h a Ourense desde Madrid), que finaliza su viaje en Ourense.

Por lo tanto, pese a la ilusión por ver cumplida la llegada del tren bala tras años de promesas y la buena acogida de los horarios escogidos, el recorte de 16 minutos hasta las cuatro horas y seis minutos de viaje está muy lejos de las 3.35 horas prometidas por el ministro de Transportes y Movilidad Sostenible, Óscar Puente, cuando llegó a Vigo en un Avril con los Reyes Magos.

Otro de los pasajeros –también empleado de Renfe– que llegó a Urzáiz en el AVE –de los más de 500 que comenzaron el viaje en Madrid, una parte importante se fue bajando en diferentes paradas (pasó por Zamora, Ourense, Santiago, Vilagarcía de Arousa y Pontevedra)– aseguró que la experiencia había sido placentera, pero también puso el acento en la “vuelta importante” por Santiago. Apostilló que le resultaron ciertamente incómodas las plazas en filas de tres asientos: “Quitaría una. Se queda un poco estrecho”.

Misma reflexión hizo otro trabajador de Renfe. “Hemos entrado en Santiago: penaliza el cambio de cabina y el tiempo de parada; si hubiese ido por el baipás directo, se habría llegado en menos tiempo. Sobre las filas de tres asientos, aseveró que “se quedan un poquito estrechas”. “Donde metíamos antes dos más dos asientos [a lo ancho], metemos ahora dos más tres, y el galibo es el que es, no se puede ganar más espacio. Hay más incomodidad, pero no debe penalizar mucho en viajes cortos de alta velocidad”, argumentó antes de exponer una reflexión: “La alta velocidad es un tema carísimo y, en España, nos hemos centrado en la alta velocidad cuando podría haber sido velocidad alta, hasta 250 km/h, con obras más baratas; habríamos alcanzado más ciudades”.

El AVE a Vigo será el segundo más lento de toda España

Esto permite, claro, disponer de más plazas. “Este tren, aunque Talgo se empeñe en que es Avril, no lo es, en un serie 106, es la siguiente plataforma que ha sacado del prototipo Avril. Pasamos del tren con más capacidad, el serie 103, con 404 plazas, a este, que tiene 507 plazas el más pequeño, y el Avlo, el modelo de gran capacidad, con 481, un 150% más de plazas”, explicó.

Preguntado por las obras de reforma de la estación madrileña de Chamartín iniciadas recientemente –afectan a dos trenes al día a primera hora de la mañana–, este empleado de Renfe anotó que “les queda mucho tiempo”. “Luego, empezaremos con las de Atocha, que afectarán a otros trenes. Tendremos un embudo entre Atocha y Chamartín, e igual afecta a los servicios de Galicia”, comentó.

La alta velocidad conectará desde marzo Vigo y Madrid por Santiago en poco más de 3 horas y media

Otra pasajera expresó su satisfacción con la comodidad del Avril, así como con la comida. “Me ha gustado muchos. Los tiempos de viaje a Galicia se han reducido mucho, se nota bastante”, continuó. Preguntada por el rodeo por Santiago, reconoció que la conexión “está planteada un poco regular”.

Los pasajeros pasaron más tiempo del habitual en sus puntos de destino para poder degustar más tranquilamente la gastronomía gallega. El convoy salió de Vigo sobre las 17.10 horas. El jueves, Asturias protagonizó una prueba similar a la que Vigo vivió ayer. La simulación comercial con AVE desde Madrid y de vuelta a la capital le tocará a A Coruña el 10 de mayo.

Renfe comenzó la comercialización de los Avril a Galicia el día 18 de abril –desde 18 euros– con la vista puesta en el 21 de mayo, fecha en la que se pondrán en marcha los servicios comerciales, que ayudarán a paliar los contratiempos generados por el cierre del aeropuerto de Peinador por la reforma de la pista entre el 6 y el 30 de mayo.