La obra del Museo Massó encara la fase decisiva tras el retraso por los trabajos arqueológicos

La Consellería de Cultura mantiene el verano como fecha para la inauguración de la ampliación

La contratista saca a la luz nuevas instalaciones en la antigua salazón Piñeiro

La visita en la zona en la que se realizaron las catas arqueológicas, al lado del Concello de Bueu.

La visita en la zona en la que se realizaron las catas arqueológicas, al lado del Concello de Bueu. / Gonzalo Núñez

La ampliación del Museo Massó encara su fase decisiva. Las obras arrancaron a lo largo del mes de agosto y su avance está condicionado por los trabajos arqueológicos necesarios en un conjunto de gran valor histórico. Pese a ese retraso la previsión de la Consellería de Cultura y de la empresa contratista es que actuación esté finalizada en el verano de 2024. “Dios mediante”, como puntualizaba ayer el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, que aprovechó la jornada festiva de ayer para acercarse a Bueu e interesarse por la ejecución de las obras y los hallazgos realizados en estos primeros meses.

El arquitecto muestra los “lavaderos” de pescado hallados al levantar el suelo de la salazón Piñeiro.

El arquitecto muestra los “lavaderos” de pescado hallados al levantar el suelo de la salazón Piñeiro. / Gonzalo Núñez

El recorrido estuvo guiado por el arquitecto Alberto Redondo, del estudio de arquitectura RVR y que se encargó de la redacción del proyecto, que explicó las labores realizadas hasta la fecha. Unos trabajos condicionados los espacios históricos en los que se interviene. Las catas arqueológicas realizadas en la parcela municipal, que es donde se instalará la grúa de obra, permitieron hallar restos de la antigua salazón que había en la zona. En principio, a la espera del informe arqueológico definitivo, se apunta que la zona excavada podría corresponderse a una especie de escombrera de la antigua salazón y allí se hallaron más de medio centenar de pesos para prensar el pescado. La mayoría de hormigón, pero también de piedra.

Ahora mismo los trabajos se centran en el entorno de la salazón Piñeiro, donde se han encontrado algunas sorpresas. En este lugar se procedió a levantar todo el pavimento de piedra para poder acometer la sustitución de los actuales pilares de hormigón por otros de piedra, semejantes a los originales. En ese proceso salió a luz una especie de lavadero para limpiar y lavar el pescado antes de someterlo a la salazón, unas pilas y canales de piedra que permanecían bajo el pavimento.

El pavimento de la antigua salazón, que al ser retirado permitió descubrir los lavaderos para el pescado.

El pavimento de la antigua salazón, que al ser retirado permitió descubrir los lavaderos para el pescado. / Gonzalo Núñez

Desde la Consellería de Cultura y el estudio RVR explican que “aunque de momento no se ve ya hubo mucha obra previa” y destacan la complejidad de intervenir en un conjunto formado “por varios edificios distintos e interconectados entre sí”. Una vez finalizadas las catas arqueológicas se procederá a la colocación de la grúa de obra –que tendrá que desplazarse sobre la ubicación original– y comenzarán los trabajos para cambiar y reforzar las cubiertas. Durante estos meses se aprovechó para hacer un chequeo del estado de la madera y en algunos lugares se detectó presencia de termita, lo que en determinados puntos obligará a introducir injertos o incluso prótesis fabricadas con resina.

Uno de los espacios más esperados de la ampliación es la Sala Urbano Lugrís, donde se expondrán los cuadros de gran formato del artista. Este espacio está situado encima de la antigua salazón Piñeiro y los arquitectos avanzan que en este punto el trabajo será minucioso. Además de aislar térmicamente la sala será necesario cambiar el pavimento y reforzar los forjados de madera para que puedan soportar las cargas.

Félix Juncal y Román Rodríguez conversan ayer en la sala del “Bueu Romano” ante uno de los paneles interpretativos.

Félix Juncal y Román Rodríguez conversan ayer en la sala del “Bueu Romano” ante uno de los paneles interpretativos. / Gonzalo Núñez

[object Object]

El conselleiro Román Rodríguez acudió a Bueu acompañado del secretario xeral de Cultura, Anxo Lorenzo, y recorrió el Museo Massó junto a representantes municipales, como el alcalde, Félix Juncal; la teniente de alcalde, Isabel Quintás; la concejala de Cultura, Carmen García; y el responsable de Facenda, Xosé Leal. El titular de Cultura se muestra convencido de que cuando finalicen las obras el museo bueués se convertirá “en una referencia de primer nivel en el patrimonio marinero”.

La ampliación cuenta con un presupuesto de 1,1 millones de euros y Román Rodríguez sostiene que “marcará un antes y un después porque permitirá incorporar nuevas zonas de visita y sumar valiosos fondos para la visita del público”.

Al acabar el recorrido, los responsables municipales invitaron al conselleiro de Cultura a visitar las obras de la sala del “Bueu Romano”, que financia la propia consellería a través de un convenio.

Suscríbete para seguir leyendo