El mejillón tipo "lacasito" se lo come todo
El molusco está tan flojo que su comercialización se limita casi en exclusiva al producto de pequeño tamaño
Los bateeiros aseguran que cada vez crece menos en la ría
Manuel Méndez
El mejillón está tan “flojo en carne” en esta época del año que las descargas se limitan casi en exclusiva al de pequeño tamaño.
Sobre todo al llamado “lacasito”, que es como se conoce al molusco cuando en un kilo se meten entre 50 y 60 piezas. A veces hasta 70 y 80 unidades, como está sucediendo actualmente en muchos puertos gallegos.
Ese mejillón pequeño es el que más demandan los franceses, ya que de este modo pueden disimular el molusco gallego que importan entre el que suelen tener sus productores, que acostumbra a tener menor tamaño que el de las bateas.
Mercado de fresco
De ahí que las descargas se estén limitando últimamente al mercado de fresco (depuradoras) de Francia, dado que las gallegas no suelen demandar un producto de tamaño tan reducido, que tampoco sirve para las industrias conserveras.
Molusco “bio” con sello de Agricultura Ecológica / Manuel Méndez
“Lo que sucede es que el mejillón ya no crece como antes en la rías de Arousa y solo tenemos pequeño”, indican algunos productores a pie de puerto.
Salinidad y temperatura
“Ya sea por la falta de alimento, el agua dulce, la subida de la temperatura del agua o los motivos que sea, no cabe duda de que así como se está reduciendo la producción de almeja y berberecho en toda la ría, también se reduce la de mejillón”, apostillan diversos mejilloneros.
¿Más rentabilidad?
Otros, por contra, sostienen que “de este modo sacamos más rentabilidad”, ya que en el tiempo que antes duraba una cosecha ahora están sacando prácticamente dos, sin esperar a que el molusco llegue a crecer como antaño.
Una práctica que no debe sorprender a nadie, ya que, como se explicó en FARO DE VIGO en repetidas ocasiones, el mejillón “pequeño” es el que más se produce en las bateas de Galicia.
Dos bateeiros esperan aque la grúa suba a tierralos sacos de mejillón. / M. Méndez
Baste recordar el balance del año pasado, cuando se cultivaron en la comunidad 178.065 toneladas de mejillón (119 millones de euros).
Como avanzó en su día el decano, de esa cantidad solo 37.000 toneladas (20 millones de euros) fueron a parar al sector industrial (cocederos y conservera), mientras que al mercado de fresco (depuradoras) se enviaron 141.140 toneladas (99 millones de euros).
El sello del Consejo Regulador de la Agricultura Ecológica de Galicia parece cada vez más presente en los puertos gallegos, donde son más de 200 los viveros flotantes que cultivan mejillón de forma ecológica. La etiqueta “bio” se luce desde hace tiempo en el de Vilanova, una de las primeras localidades en sumarse a esta apuesta de la mano de Conservas Pérez Lafuente. / M. Méndez
Pues bien, de esas 141.140 toneladas, nada menos que 93.564 (63 millones de euros) correspondieron al mejillón “pequeño” y/o “lacasito”, colocándose en el mercado 32.445 toneladas (casi 24 millones de euros) de “mediano” y solo 15.129 toneladas (12 millones de euros) de molusco “grande”.
Dicho de otro modo, que más de la mitad (52,55%) del mejillón cultivado el año pasado en Galicia era “talla pequeña”, limitándose el “mediano” al 18% y el grande, a un testimonial 8,5%. De ahí que ahora sea más difícil que antes encontrar en el mercado “oro negro” de batea de “talla grande”.
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