Atribuyen al exgerente de Porto de Cambados un desfalco de 180.000 euros

La denuncia de la Cofradía de Cambados contra el exgerente de la empresa de la vieira sigue su instrucción en los juzgados de la villa del albariño. Según los informes económicos realizados por el pósito, el fraude presuntamente cometido por J.L.S. ascendería a unos 180.000 euros, entre el dinero que supuestamente cobró y no ingresó en las cuentas de la empresa y los gastos irregulares realizados con la tarjeta de crédito de la firma.

La Cofradía celebró el pasado viernes un asamblea en la que el patrón mayor, Alejandro Pérez y su equipo dieron cuenta a los socios de varios asuntos relacionados con la situación económica del pósito. Y uno de los que se abordaron fue el estado contable de Porto de Cambados, empresa que pertenece a la Cofradía y que se dedica a la comercialización de vieira.

En la asamblea se indicó que el presunto fraude que se le atribuye al exgerente de la firma ascendería a unos 180.000 euros. Algo menos de 120.000 sería dinero procedente de las ventas de vieira que no habría llegado a las cuentas de la empresa; a mayores, J.L.S. habría sumado entre 60.000 y 70.000 euros en gastos supuestamente irregulares con la tarjeta de Porto de Cambados. Al parecer, han aparecido consignadas cuentas de varios cientos de euros en restaurantes, hoteles, supermercados y peluquerías. Según fuentes presentes en la asamblea, el exadministrador incluso habría pagado con dinero de Porto de Cambados alguna mensualidad de la plataforma Netflix.

En la reunión, el equipo directivo de la Cofradía aseguró que cuando la anterior comercial de Porto de Cambados dejó la empresa, en octubre de 2019, había un stock de 108.000 vieiras, y 234.000 euros en el banco. Sin embargo, esas cifras se habrían desplomado entre octubre de 2019 y el 8 de abril de 2022, que es cuando fue cesado J.L.S. Al parecer, en el banco quedan ahora poco más de 40.000 euros, y faltan por pagar 140.000 euros de una póliza de crédito.

En la asamblea, el equipo del actual patrón mayor cuestionó a sus predecesores en el cargo, culpándolos de la deriva de Porto de Cambados y de ocultar deliberadamente a los socios su situación económica.

Pero no fue el único asunto en el que la actual directiva de la Cofradía de Cambados cuestionó la gestión económica de los anteriores patrones mayores, José Manuel Vilas y Ruperto Costa. También pusieron sobre la mesa la delicada situación de la fábrica de hielo.

El equipo de Pérez aseguró que la fábrica de hielo está causando a la Cofradía unas pérdidas de 6.000 euros al mes. Sostienen que las ventas se han desplomado y que además hay que pagar 3.000 euros al mes por el alquiler de los motores, cuando entienden que hubiese sido mejor y más económico haberlos comprado cuando se ejecutó la reforma integral de la instalación.

En estos momentos, el pósito está vendiendo entre 65 y 70 toneladas de hielo al mes (a un precio de 70 euros la tonelada), y según fuentes presentes en la reunión, esos ingresos son insuficientes para cubrir los 11.000 euros mensuales de gastos, entre los de personal, alquiler de los motores y energía eléctrica. En concreto, se estima que la fábrica de hielo está causando unas pérdidas de 6.000 euros al mes.

En todo caso, la Cofradía no interrumpirá la actividad y confía en que durante el verano mejoren las ventas y se puedan maquillar un poco las cuentas. El pósito hizo la obra con una subvención de 650.000 euros y ahora está obligado a mantener la producción durante al menos cinco años, pues de lo contrario tendrían que devolver la ayuda pública.

Maquinaria en Holanda

El grupo dirigente de la Cofradía acusó también a sus predecesores de malvender la maquinaria antigua de la fábrica de hielo. En la asamblea, expusieron que un empresario acudió a las oficinas interesándose por los equipos, y que en ese momento se enteraron de que la anterior dirección del pósito había vendido toda la maquinaria por 20.000 euros en Holanda.

La primera irregularidad que denuncia Pérez y su gente es que esa operación se realizó, según ellos, de espaldas a la xunta xeral y al cabildo, lo que sería ilegal. En segundo lugar, buceando en las actas del cabildo, supieron que en julio de 2022 había una empresa de Países Bajos dispuesta a pagar 30.000 euros por un tambor antiguo y un generador. Posteriormente, en un informe se indicaba que esos dos equipos podían venderse por 48.000 euros. Sin embargo, al final se habría despachado toda la maquinaria -incluidos condensadores, compresores, cuadros eléctricos...- por solo 20.000 euros.

Suscríbete para seguir leyendo