El Frigoríficos mete mucho miedo

El Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro es ahora mismo un equipo que asusta y que mete miedo. El salto que ha dado el conjunto cangués en el último mes y medio ha sido brutal. En el primer fin de semana de marzo, después de la derrota ante Benidorm (32-23), el empate en casa ante el Nava (29-29) y la derrota ante Pamplona con el Anaitasuna (32-29) completaba toda una vuelta del campeonato de liga sin ganar. Era antepenúltimo, con solo 9 puntos en 20 partidos y con la vista en el Sinfín, que tenía siete. Ahora mismo el Cangas sigue siendo antepenúltimo, pero en un escenario radicalmente diferente. Tiene 18 puntos, el descenso directo está ya totalmente descartado y acumula una racha de un empate (Granollers) y cuatro victorias (Sinfín, Ademar, Cuenca y Huesca), además de dos triunfos en la Copa del Rey. “La confianza que tenemos en nosotros mismos ahora mismo es increíble: el ganar te lleva a ganar, a ganar, a ganar...”, reflexiona el técnico de los cangueses, Nacho Moyano, después del contundente triunfo del domingo en Huesca (29-38).

El equipo oscense estaba completando una segunda vuelta inmaculada en su pista, con cuatro victorias en cuatro encuentros. Hasta que llegó el Cangas y le desarboló por completo. “En las cinco temporadas que llevó aquí creo que nunca he podido disfrutar de un partido así”, decía Moyano acerca de un duelo que sus jugadores rompieron entre el minuto 12 y el 17 con un parcial de 0-7. De un 7-7 a un 7-14 en un visto y no visto. El entrenador sigue insistiendo en una idea que manifestaba en la previa y en las últimas semanas. “No estamos haciendo nada diferente a antes. Sí que tuvimos a lo largo de la temporada primeras partes iguales o similares a la de este partido contra Huesca, como por ejemplo en el partido de ida contra ellos. Pero en las segundas partes, poniendo mucho de nuestra parte y con el equipo contrario arriesgando nos acabábamos metiendo en un lío”, admite Moyano.

Esa dinámica mudó después del empate ante el Granollers, en el que fue el Frigoríficos el que remontó una diferencia de cinco goles en los últimos minutos. Un cambio de tendencia que se consolidó con el sufrido triunfo en Copa en Alicante, con el golpe de autoridad en el duelo clave contra Sinfín y los siguientes triunfos ante Ademar, Cuenca y Huesca.

Una de las claves del encuentro ante el Huesca es que el Frigoríficos, con la dinámica a su favor y con un juego que le estaba dando buenos resultados no cambió el guion. Siguió insistiendo en lo que funcionaba. “A veces cuando pretendes dormir el partido te acabas durmiendo tú. Seguimos jugando con ritmo contra su defensa abierta, arriesgando en algunas transiciones y jugando en situaciones de siete contra seis”, argumentaba. La defensa abierta de Huesca ya le jugó una mala pasada al Cangas en el partido de la primera vuelta, cuando en la segunda parte el Frigoríficos gozaba de una renta de cinco goles y viento a favor. Al final ese encuentro acabó en uno de los ocho empates que suma hasta la fecha el conjunto de O Morrazo (30-30).

Una de las incógnitas de este fin de semana era cómo podía afectar el cansancio. El Frigoríficos venía de jugar el domingo contra el Cuenca (34-31), el miércoles ganó en Copa al Ademar y el sábado emprendió un largo viaje por carretera para jugar el domingo en Huesca. Pero en el espectacular despliegue del Cangas no se vio atisbo de agotamiento. “Es la confianza. Y luego al jugador lo que no le gusta es entrenar. Quiere jugar y es mucho más fácil trabajar en la dinámica de partido, preparación del siguiente encuentro y a jugar el partido”, resume el técnico.

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