El Frigoríficos es un vendaval

Ahora mismo no hay quien le tosa al Frigoríficos del Morrazo-Construcciones Castro. El conjunto cangués sumó su cuarta victoria consecutiva en liga –la sexta si se cuentan las dos eliminatorias de Copa del Rey– y ayer fue un auténtico vendaval en la pista del Bada Huesca. Los cangueses ganaron con enorme autoridad (29-38) y aprietan la pelea por eludir la plaza de “playdown” o promoción. Este triunfo le sirve además para certificar matemáticamente la escapatoria del descenso directo: el Sinfín perdió 36-24 en Irún y se queda a diez puntos más el gol average del Cangas cuando restan por jugar precisamente diez puntos.

La mirada del Cangas hace tiempo que ya no está en el descenso, sino en apretar la clasificación y ayer dio un golpe de autoridad en la pista del Huesca. Los oscenses habían ganado los cuatro partidos que disputaron en su pista en esta segunda vuelta, incluyendo un triunfo ante el Logroño. Pero ayer el Frigoríficos enumudeció el pabellón aragonés con una victoria incontestable. La igualdad que caracterizó los últimos enfrentamientos entre ambos equipos duró poco más de diez minutos. Hasta el 7-7 que anotó Miguel Malo al transformar un siete metros.

A partir de ese momento el Frigoríficos barrió de la pista a su rival. Un parcial de 0-7 a base de paradas de Elcio, robos en defensa y una sensacional efectividad en ataque rompió el encuentro. Del 7-7 que reflejaba el electrónico en el minuto 12 se pasó a un 7-14 en el minuto 17. En apenas cinco minutos, y sin que siquiera un tiempo muerto de José Francisco Nolasco lo impidiese, una sucesión de tres goles de Dorado, dos de Jenilson, uno de Gayo y otro de Fodorean daba un hachazo al partido.

Al Huesca no le quedó más remedio que recurrir a una defensa abierta e intentó meterse en el encuentro a través de las acciones del pivote Benites (el mejor ayer de su equipo), Domingo y Miguel Malo. Pero el Cangas no le dejó. Antes de llegar al descanso los de Nacho Moyano llegaron a estirar su ventaja hasta los nueve tantos (11-20 y 14-23) y solo un latigazo imposible de Cordiés dejó el electrónico en 15-23 casi con el tiempo cumplido.

Con este escenario el segundo tiempo comenzó como se podía preveer: con un Huesca con una defensa abierta muy intensa y buscando a Benites y Domingo, que eran sus principales exponentes ofensivos. Esta vez el Frigoríficos estaba preparado y no dejó que se repitiese la historia del partido de la primera vuelta.

El equipo de Nacho Moyano se afanó en hacer circular el balón para buscar situaciones claras y de superioridad. Incluso jugó durante muchos minutos con la portería vacía para sumar un efectivo más en labores ofensivas. Y si en la primera parte Elcio fue un mal sueño para el Huesca, en el segundo tiempo Jorge Pérez fue una pesadilla con una antología de paradas y un un 50% de efectividad.

De esta manera el Frigoríficos del Morrazo no solo no pasó apuros sino que aumentó su ventaja. Primero para llegar hasta los diez goles (22-32 en el min.45 después de un parcial de 0-4) y luego encaró los últimos diez minutos del encuentro con una renta de doce tantos (23-35, min.50).

En ese tramo final los de O Morrazo supieron jugar con inteligencia y administrar su ventaja ante un Huesca que intentó maquillar el resultado. Al final el marcador fue un 29-38, que sitúa al Cangas con 18 puntos. Sigue en la antepenúltima posición a dos puntos del Cuenca, que ayer consiguió romper su racha de derrotas con una apretada victoria ante el Puente Genil (28-27). En la próxima jornada el Cuenca debe visitar precisamente al Bada Huesca mientras que el Cangas recibe en O Gatañal al Puerto Sagunto, que con solo seis puntos también está descendido matemáticamente.

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