El jurado declara culpable a José Eirín de asesinar con alevosía a Jéssica Méndez
Considera probado por unanimidad la circunstancia agravante de motivos de género
La víctima “no tuvo posibilidad de reacción defensiva”, afirma, al ser embestido su vehículo
Culpable de dar muerte intencionadamente a Jéssica Méndez. El jurado declaró este martes probado, con 7 votos a favor y 2 en contra, que el 17 de marzo de 2022 José Carlos Eirín embistió intencionadamente con su vehículo al de la joven, provocándole heridas mortales.
Declara probado que ese día sobre las 09:25 horas condujo su vehículo Seat Toledo por la carretera nacional N-550 en sentido hacia Santiago y en un momento “con el propósito de acabar con su vida” dirigió intencionadamente su coche contra el de la joven, un Ibiza que estaba detenido para incorporarse a esa vía principal desde una pista secundaria que transcurre por el lugar de Constenla, en el municipio de Barro, y contra el que impactó.
Por unanimidad el jurado declara probado que “el modo en que dirigió” su vehículo e impactó contra el de la joven, que en el momento del crimen tenía 29 años, “eliminó cualquier posibilidad de reacción defensiva” de la víctima y que a resultas del choque le produjo “lesiones mortales” que desembocaron en su fallecimiento, unas 24 horas después del siniestro.
Considera también probado por unanimidad que “fue la indiferencia” de Jéssica Méndez ante José Carlos Eirín y el hecho de que ese desinterés “proviniese de una mujer” motivó el crimen, de modo que todos los jurados coinciden en señalarlo como “culpable de dar muerte intencionadamente” a su víctima.
El jurado no está conforme con la suspensión de la pena o con el indulto total o parcial.
El Ministerio Fiscal, cuya calificación ha sido asumida íntegramente por el jurado, pide para el acusado 24 años de prisión; mientras que las acusaciones particulares (ejercidas por la pareja de Jéssica Méndez y por su familia) se adhirieron a la petición del acusador público y solicitan respectivamente 23 y 22 años de cárcel
Con este veredicto el equipo calificador da por probado el delito de asesinato cualificado por alevosía, del que se considera autor material y directo, con la circunstancia agravante de motivos o razones de género.
El Ministerio Fiscal, cuya calificación ha sido asumida íntegramente por el jurado, pide para el acusado 24 años de prisión; mientras que las acusaciones particulares (ejercidas por la pareja de Jessica Méndez y por su familia) se adhirieron a la petición del acusador público y solicitan respectivamente 23 y 22 años de cárcel.
La defensa del acusado reiteró “la inocencia” de José Carlos Eirín y afirmó que desde el jurado “no se nos han indicado motivos” de su veredicto, “no ha argumentado o motivado”. Pidió que el acta del jurado fuese “devuelta” por la “falta de motivación”.
Por su parte, el magistrado presidente del tribunal, Miguel Seijo, le explicó que “la motivación constará en el acta a disposición de las partes” y que solo se leyó en audiencia pública una parte de la resolución del jurado.
El jurado deliberó durante unas 12 horas, 9 en la jornada del lunes y 3 en la mañana del martes, tras un descanso en el que sus integrantes permanecieron incomunicados. A partir de su veredicto, que se hizo pública alrededor de las 13.30 horas en la Sección Cuarta de la Audiencia, el magistrado dictará ahora sentencia.
Expertos del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil confirmaron que el acusado no solo giró a propósito para chocar, sino que no frenó su vehículo en ningún momento
La decisión del jurado puso fin a 7 días de juicio en los que se sucedieron los testimonios de los hermanos, padres y la pareja de Jéssica Méndez, así como el personal sanitario que la atendió en el lugar del accidente y los peritos que evaluaron las causas del siniestro.
Expertos del Equipo de Reconstrucción de Accidentes de Tráfico de la Guardia Civil confirmaron que el acusado no solo giró a propósito para chocar, sino que no frenó su vehículo en ningún momento.
Los testigos relataron que las familias de Jéssica Méndez y José Carlos Eirín se llevaban bien e incluso hacían tareas del campo juntas, a las que seguían meriendas y cenas. En estos encuentros empezaron los problemas cuando José Eirín “ponía un brazo en las piernas” de la joven o una mano en el hombro. Ella “habló con los padres y la relación se empezó a distanciar”, explicó su novio al jurado.
Los testigos relataron que las familias de Jéssica Méndez y José Carlos Eirín se llevaban bien e incluso hacían tareas del campo juntas, a las que seguían meriendas y cenas. En estos encuentros empezaron los problemas cuando José Eirín “ponía un brazo en las piernas” de la joven o una mano en el hombro. Ella “habló con los padres y la relación se empezó a distanciar”, explicó su novio al jurado
Dos vecinas declararon que veían con frecuencia al ahora condenado recorrer la pista en la que está la vivienda de la familia de Jéssica Méndez; y tanto su hermano como su pareja contaron al jurado que José Eirín “estaba obsesionado, era un sinvivir”, resumió su novio.
Éste aseguró que su pareja hacía tiempo que se sentía incomodada por el acusado, que la vigilaba constantemente, rondaba la finca de su familia y le hacía llamadas desde un número desconocido.
Por su parte, José Eirín se declaró en el arranque del juicio inocente de asesinato. “No sabía quién iba en el coche ni pude hacer nada”, aseveró. Su defensa mantuvo durante todo el proceso que no existió acoso a la víctima y que se trató de un accidente debido a un microsueño producido por la ingesta de un fármaco que tomaba para una lesión, una versión que no creyó el jurado.
Piden medidas más duras contra los crímenes de niños y mujeres
Durante todo el juicio contra José Carlos Eirín un grupo de vecinos de Verducido, parroquia pontevedresa de donde es oriunda la familia materna de la víctima, se concentró cada día para exigir “Xustiza para Jéssica”. Sus allegados se mostraban ayer satisfechos con el veredicto del jurado, recordando siempre que “él irá a la cárcel pero a ella no nos la van a devolver”.
Varios vecinos asistieron a la lectura del veredicto en la Sección Cuarta de la Audiencia. Se concentraron momentos después a las puertas del Palacio de Justicia y despidieron una vez más a José Eirín, cuando salió custodiado por la Policía, <strong>con gritos de “asesino”</strong>.
“Fíxose xustiza” y “culpable” fueron otros de los gritos que recibió el ahora condenado, en una jornada en la que el veredicto fue recibido con emoción y lágrimas.
María Luisa, una de las vecinas que esperó a la deliberación del jurado, relató que “estuvimos aquí toda la semana... Al salir de la cárcel él seguirá con su vida y ella estará muerta”. Es una de las allegadas que demandó medidas más duras contra los crímenes perpetrados contra mujeres y niños.
“Como madre”, asegura esta allegada, “creo que la pena no es nada”, una opinión compartida por varios allegados que insisten en que estos casos “no debían ocurrir”. Lamentan que este tipo de crímenes se producen “a diario, y vamos a seguir así”. En su opinión “si hace años se hubiesen cortado por lo sano muchos no lo harían”.
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