Como cada jornada de juicio que lo sienta en el banquillo, José Carlos Eirín, acusado de matar a Jessica Méndez en un accidente simulado, ha escuchado a quienes la querían. Sus vecinos y familiares le han recibido con gritos de “asesino”. En la Sala de la Audiencia de Pontevedra, ha oído entre los testimonios el de Belinda, llamó a emergencias mientras intentaba ayudar, y recuerda la frialdad del acusado en un momento trágico. La defensa sostiene que Eirín no embistió a propósito el coche de Jessica, así lo define Celestino Barros, abogado de la Defensa: “Un desgraciado accidente de circulación con fatal desenlace”. La familia de Jessica ha declarado que Eirín la llamaba con números ocultos, la espiaba, aunque la madre y la hermana del acusado lo niegan. José Carlos Eirín declarará el viernes. La Fiscalía pide 24 años de cárcel por asesinato con alevosía de Jessica y agravante de género.