Danza de raíz gallega con mirada actualizada

Al igual que hicieron Berrogüetto, Carlos Núñez o Milladoiro en la música, los bailadores Jaime Pablo Díaz y Fran Seira toman como base el folclore para crear propuestas de vanguardia

Danza de raíz gallega hiperactualizada. Esa es la tendencia con la que triunfan dentro y fuera de nuestras fronteras dos compañías gallegas que responden a dos proyectos artísticos personales de sendos bailadores: Jaime Pablo Díaz con Nova Galega de Danza y Fran Sieiro con la compañía que lleva su nombre. La primera celebra este año su vigésimo aniversario con cuatro nominaciones a los premios Max, los máximos galardones a nivel nacional, y la segunda acaba de estrenar su tercer espectáculo, “Ceibe”, con la agenda de su gira cubierta de actuaciones hasta mayo ya antes del debut.

El más veterano sobre el escenario es el ferrolano Jaime Pablo Díaz. Formado en su infancia en el baile tradicional y desde su adolescencia en el ballet Rey de Viana, abandonó esa compañía para iniciar su propio camino profesional investigando a dónde le podía llevar la danza de raíz. “Sentía la necesidad de crear algo diferente desde la esencia de nuestra tradición”, relata. El Rey de Viana, de base clásica, se encuadraba dentro de la danza de carácter, bebiendo de lo que hacían los ballets rusos e incorporando escenas gallegas a sus creaciones.

Tenía en mente realizar en la danza algo similar a lo que habían hecho con éxito internacional en la música folk grupos y artistas como Milladoiro, Berrogüetto y Carlos Núñez. “Estuvimos – Vicente Colomer y yo –­ un año encerrados en un estudio para investigar nuevas formas de expresión desde el cuerpo, partiendo de mi esencia, que es el baile tradicional gallego, tirando de puntos tradicionales y viendo cómo los podíamos deconstruir”, explica Díaz en alusión al germen de Nova Galega Danza. Veinte años después de esas primeras pesquisas, la compañía ha evolucionado hasta un lugar diferente del que partió en sus inicios, creando un estilo propio, único e inconfundible, del mismo modo que un diseñador de moda crea su sello que le identifica. Su último espectáculo, “Berro”, es la pieza mas alejada de los trabajos anteriores: “Hemos desmenuzado tanto la tradición que la careta se te va”, pero aun así la gente del mundo tradicional reconoce la identidad gallega en lo que ve sobre el escenario. “Es mi esencia, el lugar desde donde creo; si la pierdo, lo pierdo todo”, afirma Díaz. El director y bailador se ha subido al escenario para este número, que cuenta con la dirección del coreógrafo Sharon Fridman y que propone un viaje hacia la recuperación de la memoria colectiva.

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El bailarín, coreógrafo y director de Nova Galega Danza Jaime Pablo Díaz. / Cedida

Díaz está nominado a mejor intérprete masculino de danza en los Premios Max 2024, en los que “Berro” es también candidata a mejor espectáculo, mejor vestuario y mejor coreografía. “Estar entre los finalistas en un certamen al que se presentaron más de 500 compañías es ya un premio”,, y más teniendo en cuenta que hacemos danza de raíz”, considera el artista gallego, quien ya tiene en la estantería de su casa tres “manzanas” obtenidas en otras tantas ocasiones como finalista de los Max, a las se añaden el premio a mejor intérprete masculino obtenido por Iván Villar, de Nova Galega de Danza, en la edición de 2022 por el espectáculo “Leira”, uno de los tres que actualmente tienen en gira, junto al ya mencionado “Berro” y a “Credo”, una pieza corta de calle. Para el mes de junio estrenarán su nuevo proyecto, “Dique”, inspirado en las doscientas mujeres que trabajaron recogiendo escombros en la construcción del dique de campana de Ferrol en el siglo XIX. Ocho bailarinas relatarán la historia sobre la escena, en un espectáculo para el que Díaz ha preferido ceder la dirección artística a una mujer porque “considero que son ellas las que tienen que contarla, no yo con mi visión masculina”, comenta.

El espectáculo “Berros” de Nova Galega Danza está nominado a los premios Max 2024 en cuatro categorías y la compañía de Fran Sieira recibió siete candidaturas en 2022

Nova Galega Danza ha sido uno de los referentes de Fran Sieira para iniciar su propio proyecto profesional. El bailador de Ribeira, que formó parte del elenco de la compañía fundada por Jaime Pablo Díaz, utiliza el leguaje del baile tradicional gallego para tratar temas atemporales que lleva a escena con una apuesta más vanguardista. Formado en varias asociaciones de baile y música tradicional de su localidad natal, primero, y en Vigo, después, donde formó parte de la asociación folclórica O Fiadeiro y fundó Traspés, Sieira, que también curso el grado profesional de danza en Lugo, fundó su propia compañía en 2017 para ofrecer su punto de vista particular de la danza. “Gústame que dende a danza poidamos aportar unha visión crítica da sociedade na que vivimos e, máis alá do virtuosismo, abordar cuestións de interese para a sociedade, para abrilos a debate ou darlles visibilidade”, explica Sieira. La salud mental, en “De Mentes”, y la identidad de género, en el espectáculo recién estrenado “Ceibes”, son dos de los temas que ha llevado a escena, además de su obra casi autobiográfica “Entre soños”, que sirvió de tarjeta de presentación de su compañía.

Su lenguaje es el del baile tradicional recogido por colectivos y asociaciones gallegas desde hace décadas y sus referentes son personas como Quique Penín, “que loitou toda a súa vida por levar o baile tradicional á escea e profesionalizalo dentro do que é unha asociación”, y compañías como la ya mencionada Nova Galega Danza, en Galicia, y Kukai Danza, en el País Vasco, una propuesta que a base de beber del baile de raíz obtuvo el Premio Nacional de Danza. “Sendo francos, co traballo que estamos a facer creo que estamos a dignificar o baile tradicional galego, un dos folclores máis ricos que hai na Península, e que está aquí para utilizalo, diversificalo e hiperactualizalo, incluso con novas linguaxes, para abrilo a novos públicos e darlle máis vida”, manifiesta Fran Sieira.

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El bailador y director de su propia compañía de danza Fran Sieira. / Aigi Boga

La formación oficial parece ser un tema pendiente en el caso de la danza de raíz gallega. “Gustaríame que o baile tradicional galego se poidera escudar un título académico, do mesmo xeito que se aprende flamenco ou danza española”, comenta Fran Sieiro, quien defiende la inclusión de esta disciplina artística en los conservatorios. “Os primeiros movementos dentro da danza dos nenos e nenas en Galicia deberían ser de baile tradicional, logo xa se poderían especializar no estilo que queiran”, añade Sieira.

Por su parte, Jaime Pablo Díaz echa de menos un espacio de formación en danza en Galicia. “Tenemos dos conservatorios de grado medio, uno en A Coruña y otro en Lugo, pero si quieres formarte de verdad para dedicarte profesionalmente a esto tienes que ir fuera a hacer un grado de nivel superior”, comenta el fundador de Nova Galega Danza. Recién llegado de un conservatorio catalán, a donde acudió a impartir formación, Díaz considera que el baile tradicional engancha a los aprendices de bailarines. “En cuanto lo descubren, les llama muchísimo la atención, cuando me ven mover los pies o el tronco de una determinada manera, me preguntan de dónde viene y enseguida les desmonto los pasos para enseñarles la raíz; de hecho les monté una pieza que presentarán a finales de mayo y les inculqué que siempre que hagan algo recojan desde la raíz, porque eso al final es lo que les dará la diferencia”, expresa Díaz.

Sobrevivir en Galicia

Mantener una compañía de danza en Galicia en la actualidad resulta una ardua tarea. “Si existe Nova Galega de Danza es gracias a los artistas que están en ella; las ayudas son escasas y solo son para producir, no para echar una mano a una pequeña empresa que necesita ayuda pública para poder competir con otras en cualquier lugar”, expresa Jaime Pablo Díaz. Salir de Galicia resulta costoso y, aunque la compañía de Díaz recorre habitualmente el circuito nacional en todas sus giras y ha actuado a nivel internacional en países como China, México, Colombia, Perú o Italia, “en Galicia deberíamos tener apoyos para compañías que tienen una marca de identidad gallega”, considera Díaz.

La falta de espacios de formación oficial a nivel profesional y la escasez de apoyo institucional son los principales escollos con los que se topan estas compañías

“Estamos facendo unha aposta moi grande por crear espectáculos de gran formato, nese sentido botamos en falta máis recursos, máis acompañamento e máis apoio por parte das institucións, fai falta unha aposta pola danza, e se pode ser pola danza cun matiz noso, que nos diferencia fronte a outras máis globalizadas”, sostiene Fran Sieira. Su espectáculo “Ceibe”, estrenado el pasado 2 de marzo en el Auditorio de Cangas y con el calendario de actuaciones hasta el 26 de mayo ya cerrado, involucra a ocho bailarines y bailarinas en escena y está codirigido por el bailarín Sergio R. Suárez. “Esperamos repetir actuacións en todos os espazos que fixemos na xira do anterior espectáculo e saír fora de Galicia” , comenta Sieira. Su ópera prima como gestor de su propia compañía, “Entre soños” se cerró con 23 actuaciones en Galicia y en 2019 fue el espectáculo más programado dentro de la RGTA (Red Galega de Teatros e Auditorios) y en 2022 “DeMente” fue candidata a siete categorías de los Premios Max, entre ellos al mejor espectáculo de danza.

Público para la danza

“Galicia sí tiene mucho púbico para la danza. Nova Galega siempre llena, tanto aquí como fuera. El problema aquí es manejar a tanta gente y que el programador de turno quiera”, comenta Jaime Pablo Díaz. En su último espectáculo intervienen siete bailarines en escena y en “Leira”, cuatro y una voz, la de la artista Rosa Cedrón.

“Quixera pensar que a danza é para todo tipo de público e a idea é abrila a máis, que a sociedade se acostume a consumir danza e disfrutar dela”, afirma Sieira, quien echa de menos “máis colectivos que nos arriscáramos a traballar dende a danza folclórica galega e descontextualizala, sempre que un sexa franco co que está facendo”.

Hay otras compañías que incluyen en sus propuestas la raíz folclórica, “pero una cosa es que hagas desde la tradición y otra que pongas música tradicional y bailes contemporáneo; eso ya no es crear de raíz”, indica Díaz.

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