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Revolución en danza

Galardonada esta semana con el premio Cultura Galega de Artes Escénicas, la compañía Nova Galega de Danza enfila las dos décadas de trayectoria fiel a su espíritu de renovación del baile tradicional

Un momento del espectáculo “Son”. FDV

Los duendes de la danza juegan, en ocasiones, con las paradojas. Y algo así debió ocurrir en el nacimiento de la compañía Nova Galega de Danza, cuyo estreno escénico tuvo lugar en 2003 en Madrid, en el transcurso de una gala de entrega de premios de flamenco. Así lo recuerda, y nos lo cuenta, su fundador y actual director Jaime Pablo Díaz: “En aquel momento, la compañía solo tenía tres miembros, Vicente Colomer, Alba Felpete y yo, y la propuesta era montar una pieza de 20 minutos de duración”. Así lo hicieron, y fue tal el éxito que, el mismo productor, fascinado por el resultado, les propuso montar un espectáculo entero y, al mismo tiempo, “fijar nuestra sede en la capital de España, pero a esto último nos negamos, porque consideramos, por coherencia, que nuestra base debería estar en Galicia, como así lo hicimos”.

“Lo que nosotros queríamos, y queremos, hacer era y es renovar las músicas populares sin perder para nada su esencia"

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Jaime, al igual que Vicente, tenían ya en aquella altura una contrastada trayectoria en el mundo de la danza. Ambos habían pasado por el histórico Ballet Rey de Viana, pero trataban de dar un paso adelante en la renovación de la danza tradicional gallega. “Lo que nosotros queríamos, y queremos, hacer -explica Pablo Díaz- era y es lo mismo que ya estaban haciendo grupos como Milladoiro, Luar Na Lubre o Berrogüetto en la música folk, es decir, renovar las músicas populares sin perder para nada su esencia. Eso es lo que buscábamos, pero trasladado a la danza: generar un trabajo contemporáneo y novedoso desde el absoluto respeto a la esencia tradicional”.

Ya con su primer espectáculo, “Alento” -que, por cierto, se estrenó también en Madrid-inauguraron una nueva, y en aquellos momentos revolucionaria, manera de concebir la danza y la música de raíz gallega. Y “Alento” resultó elegida, para asombro de propios y extraños, finalista de los Premios Max.

En 2006 estrenan su segunda producción, “Engado”, en la que profundizan en el proceso de fusión y recreación con un elenco de seis músicos y cinco bailarines en escena que tejen todo su mundo de ilusiones para ofrecer un espectáculo lleno de energía, frescura y sorpresa. Después vendrían otros , cada cual con mayor éxito, como “Dez”, “Son”, “Tradicción” o este último, “Leira”, con el que, ahora que semeja flaquear la pandemia, podrán moverse a través de las numerosas citas ya confirmadas tanto dentro como fuera de Galicia.

De arriba a abajo, imágenes de “Dez” y “Engado”.

De arriba a abajo, imágenes de “Dez” y “Engado”. FDV

El premio Cultura Galega de Artes Escénicas, que les ha sido concedido esta semana, no es sino un respaldo a una trayectoria que, aunque brillante, no lo ha tenido fácil precisamente: “En realidad -afirma Jaime Pablo Díaz- si hemos llegado hasta aquí ha sido gracias a todas las personas que han pasado por Nova Galega de Danza, ellos y ellas, bailarines, músicos, técnicos de luz y sonido, diseñadores... todas sus opiniones siempre han contado a la hora de crear y representar el espectáculo, por eso han sido los principales artífices de nuestra supervivencia…Y es que seguimos siendo una compañía independiente y privada, y mantener todo esto no es fácil”.

Jaime es, desde la marcha de Vicente Colomer con el que compartía la dirección, el responsable máximo de Nova Galega de Danza. Formado en la Royal Academy of Dancing, en la Escuela de Danza y Música de Galicia y en el Conservatorio Profesional de Danza de Madrid, como intérprete formó parte del Etnográfico das Mariñas y, como ya citamos, del Ballet Galego Rey de Viana. También dirigió la Escuela Municipal de Danza Xuncos y Mulleres da Fin da Terra, donde ganó varios premios en festivales de danza tradicional. Otros galardones otorgados a este creador y bailarín fueron el segundo premio del I Certamen de Creación Coreográfica de Galicia, y el cuarto premio en el I Maratón de Danza de Madrid.

“La evolución de NGD a lo largo de estos casi veinte años de trayectoria -refiere Díaz- ha sido muy grande. Como empezamos con un proyecto nuevo, teníamos mucha información y muchas ganas de contar cosas, pero siempre enlazadas con lo que hemos venido haciendo. Hay muchas cosas que yo, como bailarín, y eso creo que nos pasa a todos, ya permanecen grabadas en mi cuerpo, así que lo que surge de nuevo en cada uno de nuestros espectáculos proviene de la investigación, de la búsqueda constante y permanente. En Nova Galega de Danza nos caracterizamos porque no nos resignamos con lo sencillo, no tiramos por el camino más fácil, sino que siempre andamos experimentando nuevas formas. Y es precisamente a través de la investigación como conseguimos crecer y hacer diferente cada uno de nuestros trabajos. Pero eso sí, reitero, partiendo de la tradición, de la esencia. Puede decirse que nos reinventamos desde lo nuestro, porque la tradición también se renueva con los años, no se queda estancada, y eso es lo bonito”.

"Llegó un momento en que consideramos que lo más adecuado era componer músicas originales para cada espectáculo"

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Y si el ejemplo de la música resultó ideológicamente fundamental a la hora de poner en marcha el proyecto artístico de esta compañía de danza, también lo es en la concepción de sus espectáculos: “Cuando empezamos -recuerda el director- trabajábamos con muchas piezas tradicionales, pero llegó un momento en que consideramos que lo más adecuado era componer músicas originales para cada espectáculo. Desde entonces trabajamos en la creación de músicas nuevas, que nazcan de nuestro propio sentir. Pueden sonar a muiñeira, a jota, a alalá…. pero en todos los casos son creaciones propias, y no versiones, que es lo que solíamos hacer en nuestros inicios. Lamentablemente, ya no podemos contar con un grupo musical propio y estable, porque hubo un momento en que nos fue imposible de mantener, así que recurrimos a músicos diferentes en cada espectáculo, al igual que hacemos con las bailarinas y bailarines: hay un elenco estable pero también realizamos incorporaciones que consideramos adecuadas para cada montaje. Nuestro criterio de selección, en este sentido, es que consigan conjugar la parte tradicional con la clásica y la contemporánea ”.

Nova Galega de Danza ha conseguido ser respetada por todos los sectores de la opinión pública por ofrecer un producto sólido, abierto, coherente y en permanente renovación. Jaime Pablo Díaz advierte de que “a la par que nosotros mismos evolucionamos, también evolucionó el público que viene a vernos. Se ha pasado de la sorpresa inicial a la admiración y, ahora mismo, tenemos la suerte de contar con muchos seguidores y aún diría que con un público consolidado que llena los teatros cada vez que presentamos nuestras obras”. 

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