El peligro continúa en la ría: pecios a la deriva

Los efectos de los temporales aún se notarán durante un tiempo

Los restos de bateas y embarcaciones son un riesgo para la navegación

Los restos de bateas y embarcaciones son un riesgo para la navegación

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Puede parecer que lo peor de los intensos y continuados temporales del otoño y el último invierno ha pasado ya. Pero en realidad no es así, ya que sus efectos se seguirán notando durante un tiempo, tanto tierra adentro –en la huerta de O Salnés– como en el mar.

Prueba de ello es la aparición de restos a la deriva que constituyen un serio peligro para la navegación tanto dentro como fuera de la ría de Arousa, ya que una colisión entre un barco y esos elementos puede tener nefastas consecuencias.

Y son abundantes los trozos de bateas y viejas embarcaciones que aún quedan perdidos y esparcidos en el agua, algunos de considerable tamaño, después de soportar las dura embestidas de temporales como Karlotta, Babet, Celine, Aline y tantos otros que sacudieron Galicia en los últimos meses.

Desde hace muchos años

Al igual que hay numerosos pecios, algunos de ellos “anclados” desde hace años al lecho marino, que se han visto fuertemente sacudidos por la citada sucesión de temporales, de ahí que algunos se hayan partido y sus trozos estén saliendo ahora a flote.

La borrasca Babet zarandea las bateas gallegas

Manuel Méndez

De ahí que en los últimos días fueran localizados flotando en diferentes puntos de la ría de Arousa, junto a trozos de vigas de batea, los restos de algunas viejas embarcaciones hundidas.

Vilanova

El más claro ejemplo, quizás es gran trozo del casco de una embarcación pesquera que se movía a la deriva poniendo en peligro al sector del mar que opera en el entorno del muelle de Vilanova.

Este pecio llegó a moverse de un lado a otro dentro de la dársena, por lo que consiguió entorpecer las maniobras de barcos auxiliares de acuicultura que realizaban tareas de descarga de mejillón en el muelle vilanovés.

La peligrosa presencia de esos restos hizo que se movilizaran rápidamente efectivos de la Guardia Civil del Mar –en la patrullera “Corvo Marino” y una de las embarcaciones desplazadas en la ría arousana por el centro zonal de Salvamento Marítimo Fisterra, con base en Monte Enxa (Porto do Son).

Un agente informa desde el puerto sobre la ubicación de un pecio aparecido en Vilanova y marcado en la foto con un rectángulo rojo.

Un agente informa desde el puerto sobre la ubicación de un pecio aparecido en Vilanova y marcado en la foto con un rectángulo rojo. / M. Méndez

Fueron sus tripulantes quienes se encargaron de sacar del agua aquellos restos, tal y como en los últimos meses hicieron en otros puntos de la ría tanto con este tipo de restos de viejas naves como con los trozos de viveros flotantes destrozados por el intenso oleaje.

Como se decía antes, el de este pecio aparecido en Vilanova flotando entre aguas –lo cual dificulta su avistamiento y aumenta el peligro– es solo uno de los muchos casos que se han dado en los últimos meses y días.

Y todo indica que seguirán apareciendo en las próximas jornadas, de ahí que se haga un llamamiento a la flota para que extreme las precauciones y alerte de cualquier objeto susceptible de ser considerado una amenaza para la navegación.

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