Pieza esencial en la Reserva Ornitológica de O Grove, la isla de A Toxa es una plataforma de observación privilegiada desde la que disfrutar de todo tipo de especies, sobre todo limícolas y anátidas.
Así lo resaltan en la concejalía de Medio Ambiente grovense, donde promocionan el territorio insular como punto estratégico para disfrutar del contacto con la naturaleza.
Compartiendo protagonismo con otros observatorios, como los situados en el istmo de A Lanzada (orientados hacia el Complejo Intermareal Umia-O Grove), la isla de A Toxa es un lugar especialmente recomendado para avistar tanto a las habituales aves acuáticas del entorno como a las invernantes, muchas de ellas llegadas a la Reserva Ornitológica desde los países nórdicos con la intención de pasar en territorio meco esta época de gélidas temperaturas en sus zonas de cría.
Aves que vienen para quedarse una temporada y a las que, como se explicó en tantas ocasiones anteriores, se suman otras muchas que están solo de paso, mientras realizan su movimiento migratorio postnupcial hacia sus cuarteles de invernada en el sur de la Península Ibérica y África. Un desplazamiento, por cierto a estas alturas prácticamente finalizado
Tanto las que vienen para pasar el invierno en Arousa como las que se detienen a descansar y reponer fuerzas antes de continuar su desplazamiento otoñal o postnupcial, pueden ser observadas en el extremo suroeste de la isla, es decir, en el llamado canal de A Toxa.
Basta situarse en el entorno del aparcamiento de autobuses, donde se localiza “un punto de observación muy accesible, agradable y cómodo”, para ver de cerca, con un poco de paciencia y suerte, especies como el cormorán grande (Phalacrocorax carbo), la garza real (Ardea cinerea), la garceta común (Egretta garzetta) o la espátula común (Platalea leucorodia).
PIO y SEO
Así lo confirman el Concello, a través de su Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO), como la Sociedad Española de Ornitología (SEO/BirdLife), encargada de gestionar la citada Reserva Ornitológica.
A lo que añaden que a la citada plataforma de observación insular también se acercan las palomas torcaces (Columba palumbus), una de las especies más características de A Toxa, y el siempre llamativo ostrero euroasiático (Haematopus ostralegus).
También el zarapito trinador, la aguja colipinta o el correlimos común son especies que suelen dejarse ver desde A Toxa.
Eso sí, tanto en este lugar como en los demás puntos de observación de la ensenada de O Grove, entre A Toxa, Sanxenxo, Cambados, Meaño y Rubadumia, “hay que tener en cuenta el estado de las mareas, pues no se recomienda acudir con la pleamar, ya que si el agua cubre todo el intermareal las aves desaparecen por no tener acceso al alimento”, explican en el PIO.
Hay que saber elegir el momento
Tampoco con la bajamar, “ya que las aves se alejan de nuestro lugar de observación y se dispersan por toda la reserva”.
Hay que buscar el momento adecuado, pues así se situarán relativamente cerca especies como las citadas y el charrán patinegro (Thalasseus sandvicensis), pato cuchara, ánade friso, silbón europeo, ánade azulón, zampullín común, ánade rabudo y el chorlito, tanto si es el dorado como el gris.
¿Qué es el PIO?
El Proyecto de Inversión Ornitológica (PIO) de O Grove, se presenta como "un plan que aúna la conservación de la biodiversidad, la mejora del hábitat y el desarrollo sostenible. Impulsado por el Ayuntamiento de O Grove, cuenta con el respaldo de la Fundación Biodiversidad y la Consellería de Medio Ambiente de la Xunta de Galicia".
En la concejalía de Medio Ambiente detallan que "PIO es un nuevo modelo de desarrollo turístico, comprometido con el medio natural, solidario con el territorio y centrado en la sostenibilidad de los recursos".
Una lista casi interminable de especies
En A Toxa hay otras muchas aves de interés, como la corneja negra (Corvus corone), el mirlo común (Turdus merula), el petirrojo europeo (Erithacus rubecula) o la lavandera blanca (Motacilla alba).
En O Grove y su entorno destaca la presencia de miles de limícolas, gaviotas de diferentes especies y otras aves acuáticas, como garzas o anátidas, en especial entre septiembre y febrero
Por estas y otras muchas razones, Turismo de Galicia también aconseja visitar O Grove y su entorno en noviembre, al igual que el Parque Nacional de las Islas Atlánticas.
Lo recomienda porque en el entorno de O Grove “destaca la presencia de miles de limícolas, gaviotas de diferentes especies y otras aves acuáticas, como garzas o anátidas, en especial entre septiembre y febrero”.
Mención especial merece “la hermosa espátula, una de las especies icónicas que podemos observar aquí con facilidad”.
Bodeira y Carreirón
A través de su plataforma Galicia Birding, Turismo cita a la ensenada de O Vao, la bahía de A Lanzada, las graveras de Rouxique y el estuario del río Umia como “puntos indicados” para la observación ornitológica.
De este modo reafirma la importancia de los diferentes ecosistemas litorales de la península meca y sus alrededores, donde “podemos visitar tramos de costa rocosa con playas, marismas, dunas y el afamado espacio intermareal” Umia-O Grove, en el que se integran la laguna de agua dulce litoral de A Bodeira y Punta Carreirón (A Illa).
Eso sin olvidar, puntualiza la Xunta a través de Turismo de Galicia, que “rodeando el conjunto podemos mencionar también la existencia de campos de cultivo y antiguas explotaciones de arcilla que atraen más aves”.
Es así como cobra vida “uno de los lugares más extraordinarios para la observación de aves acuáticas y marinas del norte de la península Ibérica, donde se han contabilizado cientos de especies, algunas de ellas particularmente escasas o difíciles de observar”, sentencia Galicia Birding.
Diferentes rutas propuestas
Una plataforma, dicho sea de paso, en la que se recomiendan diversas rutas a realizar para disfrutar de la ornitología en O Grove, A Toxa y todo su entorno.
Una de ellas, por ejemplo, arranca en A Seca (Cambados) para avanzar hacia el Sur bordeando el estuario de los ríos Umia y Chanca hasta A Fianteira.
Para continuar por la carretera que atraviesa el istmo de A Lanzada y, desde sus observatorios, seguir bien de cerca infinidad de especies.
En esta ruta, que se completa en la ensenada de Terra de Porto y Rons, el visitante puede toparse a las espátulas, archibebes, ostreros, correlimos, zarapitos, ánades y cercetas, entre otras especies.
Desde Sanxenxo
Otra de las rutas aconsejables es la que parte desde Sanxenxo para bordear la costa hasta O Grove con la esperanza de observar en mar abierto aves pelágicas como la pardela cenicienta, la balear o el págalo grande.
En las playas del recorrido quizás aparezcan correlimos tridáctilos y vuelvepiedras, para llegar a la marisma de O Vao con la mirada puesta en espátulas y una impresionante cantidad de anátidas y limícolas.
Turismo de Galicia aconseja, igualmente, la ruta de San Vicente y laguna Bodeira, con “aves propias del litoral, como el chorlitejo patinegro o el correlimos tridáctilo, y aves acuáticas ligadas a humedales, como el zampullín chico, focha común, rascón europeo o escribano palustre”.
Sin menospreciar a aves terrestres como el chotacabras europeo, las currucas cabecinegras o el cistícola buitrón.
Son solo algunas ideas con las que sacar el máximo partido a la riqueza ornitológica de O Grove y su entorno, a disposición de arousanos y visitantes de manera permanente.
Las aves "raras"
Incluso para disfrutar, como se explicaba anteriormente, de aves "raras". En realidad poco tienen de raro, aunque se presentan así porque llegan a O Grove desde tan lejos que avistarlas en vivo es algo excepcional.
Es el caso del pato havelda, llegado desde la remota Siberia y que, junto al poco habitual zampullín cuellirrojo, puede considerarse como una de las más llamativas de cuantas suelen localizarse en la comarca, tanto desde tierra firme como en las expediciones a bordo del pesquero escuela “Chasula”.
Un aula flotante de la naturaleza que también permitió localizar en algunas de sus singladuras hasta tres especies de colimbos –chico, ártico y grande– en una sola mañana, junto a ejemplares de zampullín cuellinegro y zampullín cuellirrojo, de somormujo lavanco, pardela pichoneta, alcatraz, eider, porrón osculado, garza imperial, pardela cenicienta, garceta, paíño, gaviota cabecinegra y aguja colipinta.
Mención especial merecen los avistamientos de zampullín cuellirrojo (Podiceps auritus), que inverna desde las islas Británicas y el mar del Norte hasta el entorno del mar Caspio y las costas de China y Japón, mientras que durante la época de cría se distribuye por Eurasia, el oeste de Norteamérica, Islandia, Noruega, Suecia, Dinamarca, Finlandia y Rusia.
En SEO/BirdLife detallan que en España el cuellirrojo solo está presente en invierno, “aunque siempre en muy bajo número, en la costa cantábrica, sobre todo en las marismas de Santoña, y de forma mucho más esporádica en Galicia y Cataluña”.
El negrón careto (Melanitta perspicillata) es otra de las especies que, ocasionalmente, visitan O Grove.
Puede distinguirse porque “a diferencia del negrón especulado, el careto carece de blanco en las alas; los machos lucen un pico con manchas naranjas, blancas y negras y exhiben amplios parches blancos sobre la frente y la nuca, mientras que las hembras presentan dos áreas pálidas en la cara, separadas por otra oscura que desciende del ojo, y las adultas tienen, con frecuencia, la nuca blanquecina”, detallan en PIO y SEO.
De aparición relativamente frecuente en el noroeste de Europa, sobre todo en el norte de las Islas Británicas, Escandinavia y Finlandia, esta anátida que se reproduce en Alaska y el norte de Canadá es similar al negrón común, aunque con un pico mucho más abultado.
En el PIO abundan en ello para animar a la población a disfrutar de estas especies raras y otras algo más abundantes, como es el caso de los negrones comunes (Melanitta nigra), patos marinos buceadores que suelen moverse en grupos compactos en la bahía de A Lanzada.
Donde incluso se descubrieron moritos (Plegadis falcinellus); una especie zancuda muy poco común en Galicia de tamaño medio, con cuello y patas largas y pico largo y curvo, que presenta un plumaje pardo rojizo apagado.
Al igual que se localizaron ejemplares de barnacla cariblanca (Branta Leucopsis) y de Melanitta deglandi stejnegeri, una subespecie de la familia de los negrones tan rara que ni siquiera tiene nombre en español.
Así es la Reserva Ornitológica de O Grove
La Reserva Ornitológica de O Grove es la primera creada en Galicia por SEO/BirdLife y la única que incluye medio marino, abarcando nada menos que 7.534 hectáreas y siendo visitada en invierno por más de 13.000 aves de 220 especies diferentes.
Entre ellas la espátula, el ostrero europeo, el correlimos tridáctilo, el zarapito trinador, los ánades silbón y rabudo, el colimbo grande, la gaviota cana, la pardela balear, que es la especie marina más amenazada de Europa y el somormujo cuellirrojo.
