Jácome avisa que “Dios dirá” si compite con el PP en las autonómicas y espera su apoyo con inversiones

De aquel pacto de “lealtad” que Gonzalo Pérez Jácome firmó con Manuel Baltar en 2019, para no rivalizar con el PP en elecciones supramunicipales, no hay alusiones en el acuerdo in extremis y breve de 2023, que se limita a garantizar la gobernabilidad, como listas más votadas, de Democracia Ourensana en el Concello y del PP en la Diputación.

“DO é un partido de ámbito local e provincial. E, en base á lealdade mutua que inspira este acordo, renuncia a competir electoralmente co Partido Popular en procesos que trascendan os límites xeográficos da provincia. Polo tanto, non se presentará a eleccións autonómicas, xerais ou mesmo europeas”, rezaba el pacto de 2019. Ahora está por ver qué sucederá en las próximas autonómicas (DO no concurre a las generales). “Iremos hablando sobre el tema, el acuerdo es ahora para la investidura y después, Dios dirá”, responde.

El pacto del PPdeG con Jácome: un emisario, una cafetería y 100 minutos antes del pleno

Entre las condiciones para que el partido independiente no compita y pueda restar votos al PP en la cita de 2024 –si no hay adelanto–, en una provincia en la que los populares históricamente han apuntalado su mayoría absoluta, parece determinante el papel que la Xunta, en lo que resta de este mandato –y también el Gobierno central, si Feijóo llega a La Moncloa–, adopten en materia de inversiones con Ourense, la “Cenicienta de Galicia”, como Jácome lamenta desde hace años.

La discriminación en cuanto a infraestructuras e inversión por habitante hacia este territorio del interior ha sido una de las razones del nacimiento y auge de su partido. ¿Confía en que las administraciones que gobierna el PP arrimarán el hombro con Ourense? “Se comentaron cosas, nada en concreto, pero obviamente sí se comentaron”, contesta el alcalde.

En el discurso de investidura, Jácome subrayó que la colaboración de otras instituciones resulta imprescindible. “El partido de Ourense se juega en Santiago, con la Xunta, y en Madrid, con el Estado español. Son los gobiernos que más inciden en nuestra calidad de vida”. La cooperación de las administraciones de escala superior, mediante inversiones y el desbloqueo de compromisos históricamente postergados, “marcará la diferencia entre subsistir y un punto de no retorno. Tenemos que luchar por eso”, dijo el alcalde en el pleno.

Jácome retiene la alcaldía gracias al PPdeG: “El futuro de Ourense se juega en Santiago y Madrid”

“La gente se tiene que quedar aquí, no podemos sufrir una emigración incesante. Ourense está en un momento clave entre ser o no ser, y ese partido se juega en la Xunta y en el Estado español. Tenemos 105.000 habitantes y debemos conseguir que haya las suficientes ayudas, y no discriminaciones, para que nuestra tierra siga subsistiendo”. Para poder revertir esa tendencia negativa, Jácome necesitará –y se supone que reclamará– el apoyo a base de inversiones del PP, al menos en la Xunta. Porque él en la Diputación también puede ser clave para que los populares aprueben los presupuestos, sin perjuicio de que el gobierno provincial quiera o tenga que buscar apoyos en PSOE o BNG.

Democracia Ourensana contará con tres diputados provinciales en la nueva corporación, uno más que en el último periodo. Los tres corresponden a la junta electoral de zona de Ourense. Jácome decidirá “en breve” –decía ayer– si será uno de ellos.

De regreso de Lugo tras su primer acto institucional como alcalde, Jácome se adentraba en las primeras horas de cierto descanso tras jornadas interminables, en especial una noche previa a la investidura de frenéticas negociaciones. Las conversaciones a varias bandas con el PSdeG y el PPdeG, ambos interesados en la Diputación a cambio de permitir la alcaldía de Jácome, terminaron con acuerdo con la cúpula gallega popular.

Una partida de póker de “24 horas horribles” que decidió el poder de Ourense en la última mano

La firma llegó pocos días después de un cambio de dimensiones históricas en Ourense: el anuncio de Baltar de que no presidirá el ente provincial en el próximo mandato. El alcalde mantiene la confidencialidad, por ahora, sobre las “24 horas horribles” que –según sus palabras del sábado– caracterizaron las negociaciones finales. Sí confirma que el pacto con los populares no concede al líder de DO la posibilidad de tener voz sobre quién de entre las filas del PP debe presidir la Diputación de Ourense.

¿Antes de la renuncia de Baltar, aprovechó para exigir en las negociaciones con el PP que el barón fuera apartado? El 16 de junio, con solo un día de margen para pactar la investidura, Jácome dijo en Twitter: “El PP no tiene solución. Manda para casa al malo, a Baltar, pero deja en casa al peor, a Cabezas, con su escudero Araújo cambia-chaquetas”.

Ahora el regidor se limita a manifestar que “hay cosas que no se pueden responder”. Para él en cualquier caso, el objetivo primario siempre ha sido la alcaldía, dispuesto –como repitió desde la noche electoral– a “pactar con el diablo”.

Su primer acto, en Lugo

Tras despertarse en Lugo este domingo algo “triste” –dijo–, “consciente de que la vida es como es” –añadió con melancolía–, una carrera por la ciudad de la muralla, con la consiguiente descarga de endorfinas, le reactivó el ánimo.

En Lugo tuvo su primer acto del nuevo mandato, como encargado de la ofrenda del Antigo Reino de Galicia al Santísimo Sacramento, que conmemora el 351 aniversario. La responsabilidad va rotando cada año entre los alcaldes de las siete ciudades de Galicia. “Es un orgullo representar a la tierra, es bonito”, dice Jácome, “honrado” por comenzar su agenda institucional con este acto.

En la recepción con la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez (PSdeG), hubo intercambio de regalos. El ourensano le llevó una figura de cerámica Galos de un afilador, mientras que Méndez obsequió a Jácome con una voluta de Sargadelos. En la eucaristía en la catedral de Lugo, el alcalde de Ourense apeló a la ayuda del Santísimo “para gestionar con éxito, por el bien de la comunidad, el nuevo futuro que se abre ante nosotros, marcado por los efectos del duro pasado reciente, las aceleradas innovaciones tecnológicas y los profundos cambios sociales, con el objetivo de construir una sociedad justa, igualitaria, sana, próspera y respetuosa”, informa Europa Press.

“Una sociedad en la que cada persona pueda contribuir al bien común con un trabajo edificante, y también con el ejercicio responsable de sus obligaciones, personales y sociales, hacia los demás. Una sociedad en permanente y responsable lucha para eliminar las discriminaciones, la violencia, el maltrato, la guerra, la enfermedad o la irracionalidad”, añadió Jácome, en el inicio de otro mandato.