Jácome pide al Santísimo en su primer acto como alcalde que "sus prioridades sean siempre las del interés público"

El regidor ourensano, investido ayer tras una ajetreada mañana política, también le reclamó que ilumine con su "permanente luz" a las nuevas corporaciones municipales

Jácome durante el acto de esta mañana de domingo.

Jácome durante el acto de esta mañana de domingo. / Carlos Castro

EFE

El alcalde de Ourense, Gonzalo Jácome, pidió al Santísimo en la catedral de Lugo, en la Ofrenda del Antigo Reino de Galicia, que ilumine en su cometido a los nuevos representantes municipales, que acaban de tomar posesión de sus cargos, con la constitución de las corporaciones municipales, tras las elecciones del 28 de mayo.

Dado que la ofrenda se realiza de forma rotatoria entre las siete ciudades del antiguo Reino de Galicia, en esta ocasión le tocó el turno al alcalde de Ourense y, como manda la tradición, la respuesta por parte de la Iglesia se produjo en la voz del obispo de su diócesis, Leonardo Lemos Montanet.

Durante la ofrenda, el alcalde de Ourense recordó que "nos encontramos al inicio de nuevos mandatos municipales", por lo que le pidió al Santísimo que ilumine con su "permanente luz a los alcaldes, alcaldesas y concejales que regirán el destino de la administración más próxima a la ciudadanía".

También pidió para que "sus prioridades sean siempre las del interés público", así como para que "tengan éxito en su empeño para conseguirlo".

"Asimismo, sabiendo que pronto viviremos procesos electorales generales para el Gobierno de España, os pedimos la misma lucidez y el mismo acierto para los gobernantes que salgan elegidos" en esos "comicios", añadió.

"Os rogamos, soberano Santísimo, que de esa forma podamos construir una sociedad igualitaria, sana, próspera y respetuosa con los derechos humanos y los ciudadanos. Una sociedad en la que cada persona pueda desarrollar su ciclo vital, desde la infancia hasta sus últimos días, con la realización de sus proyectos personales de la forma más satisfactoria", afirmó.

También, añadió, para construir "una sociedad en la que cada persona pueda contribuir al bien común con un trabajo edificante para sí misma y para la sociedad".

"Señor oferente, comprendo el sentido que le ha dado a la renovación de un voto hecho por los regidores de las siete ciudades más importantes del Reino de Galicia hace varios siglos. Haciendo memoria histórica agradecida y auténticamente viva, suplicó ante Señor Sacramentado por las nuevas corporaciones municipales y provinciales, para que los hombres y mujeres elegidos por los ciudadanos no pierdan la perspectiva de su noble vocación política", contestó Leonardo Lemos.

El regidor ourensano, durante su intervención.

El regidor ourensano, durante su intervención. / Carlos Castro

Una vocación, añadió el obispo de Ourense, "que está encaminada a la edificación de la ciudadanía y a una adecuada actividad, en libertad, del ser humano".

Por eso, advirtió de que "cuando los que se dedican a ella no la viven como un servicio a la comunidad, esta actividad puede convertirse en un instrumento de opresión, marginación, corrupción e incluso destrucción".

En ese sentido, afirmó que, "por eso, tomar en serio la política en sus diversos niveles -local, regional, nacional y mundial-, es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, incluso de aquellos a los que no se les presta atención, como son los pobres, los migrantes, los desfavorecidos y los más vulnerables. Toda persona debe conocer cuál es el contenido y el valor de la opción que se le presenta para realizar colectivamente el bien".

"Tomar en serio la política es afirmar el deber de cada persona, de toda persona, incluso de aquellos a los que no se les presta atención, como son los pobres, los migrantes, los desfavorecidos y los más vulnerables"

Leonardo Lemos Montanet

— Obispo de la Diócesis de Ourense

Además de Gonzalo Jácome participaron en la ofrenda, en representación de las siete ciudades del Antigo Reino de Galicia, la alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, y el de Mondoñedo, Manuel Otero, así como representantes de los municipios de Betanzos, Tui y Santiago; y el conselleiro de Cultura, Román Rodríguez, en representación de la Xunta de Galicia.

También estuvo presente la subdelegada del Gobierno en Lugo, Isabel Rodríguez; la presidenta de la Audiencia Provincial, María Luisa Sandar, mandos de los Cuerpos y Fuerzas de Seguridad y representantes de las diputaciones de Lugo y Ourense.

Antes de realizar la ofrenda, Gonzalo Jácome fue recibido en el Ayuntamiento de Lugo, donde tuvo ocasión de firmar en el libro de honor del municipio. El alcalde de Ourense expresó su deseo de que mejore "el Camino" y el "número de caminantes", así como los "cruces" entre "las dos ciudades gemelas de Galicia, Ourense y Lugo".

Lugo es conocida como "la ciudad del Sacramento". Su catedral, del siglo XII, ostenta el privilegio papal de tener expuesto al Santísimo en el Altar Mayor durante las 24 horas de los 365 días del año.

Esa circunstancia lo convierte en un templo único en el mundo. De hecho, esa relación de la Sagrada Forma con la capital lucense aparece incluso reflejada en el escudo de la bandera de Galicia.

Representantes municipales de Lugo, Mondoñedo, Betanzos, A Coruña, Santiago de Compostela, Ourense y Tui mantienen viva una ceremonia que se remonta a 1669

Las siete ciudades del Antigo Reino de Galicia participan cada año, a principios de junio, en la ofrenda al Santísimo en la Catedral.

Representantes municipales de Lugo, Mondoñedo, Betanzos, A Coruña, Santiago de Compostela, Ourense y Tui mantienen viva una ceremonia que se remonta a 1669, cuando el rey accedió a que se hiciese una ofrenda anual para contribuir, precisamente, a sufragar el gasto "de alumbrado al Santísimo Sacramento", expuesto de forma perpetua en el altar mayor del templo.

Se trata de un acto religioso, pero también una manifestación cultural con un gran significado, dado que es la única en la que pervive la referencia al Antigo Reino de Galicia y a siglos de tradición de exposición perpetua del Santísimo.