Ourense es la provincia gallega con un mayor número de municipios vitícolas, con un 65%

La actividad vitivinícola en Galicia se estima que aporta el 1,4% del Producto Interior Bruto (PIB) de la comunidad y que ayuda a mantener el 1,5% del empleo gallego. Y en esos datos económicos, la provincia tiene mucho que ver, ya que cuenta con cuatro denominaciones de origen propias, ourensanas, y una compartida con la provincia lucense. La Organización Interprofesional del Vino en España elaboró un informe sobre la repercusión de la actividad vitivinícola en Galicia el año pasado señalando que Ourense dispone del 33,7% de la superficie de viñedo gallega, solamente por detrás de Pontevedra que cuenta con un 48,8%. Sin embargo el peso territorial lo lleva la provincia ourensana donde 60 de 92 municipios ven como la actividad vitivinícola tiene presencia, lo que se traduce en que la producción de vino está presente un 65,2% de la provincia ourensana, frente al 63,5% de Pontevedra, el 9% en A Coruña o el 8% en Lugo.

Los datos evidencian que la comunidad cuenta con una notable presencia del cultivo de la vid, evidenciando, según el informe elaborado, “la importancia que la actividad vitivinícola representa en su economía y en la sociedad gallega”.

Toneladas y hectolitros

La producción de uva para vinificación se sitúa en Galicia en torno a las 138.218 toneladas anuales, registro medio para el periodo 2017-2021, representando el 2,3% del total producido en España. Pontevedra es la que lidera la producción de uva con un 63,6% de la cosecha gallega, seguida de Ourense que tiene un 25,1%.

En cuanto a producción del vino, en Galicia se producen unos 777.123 hectolitros (media 2017-2021). De ellos 443.697 son elaborados en la provincia pontevedresa (51%) y más de 233.000 en la provincia ourensana que representa el 29,6% de la producción gallega.

La actividad vitivinícola gallega tiene en la exportación su principal locomotora económica y en Galicia hay casi 600 empresas que ven como sus vinos triunfan en las mesas de medio mundo. Galicia contaba en 2018 con 391 empresas exportadoras de vino por las 590, de las cuales Pontevedra tiene la gran mayoría y en segundo lugar le sigue Ourense, tercero A Coruña y cuarto Lugo.

Turismo

La actividad vitivinícola tiene un objetivo esencial que es el económico, pero indirectamente también cumple otras metas fijadas por el Gobierno español como son los establecidos para el reto demográfico y la fijación de población en ámbitos rurales, creando valor añadido allí donde hay jubilaciones o donde no había superficie de viñedo. La Organización Interprofesional destaca que “la actividad vitivinícola limita las dinámicas de despoblación, además se están promoviendo normativas por parte del gobierno gallego para recuperar la plantación de viñedo, a través de un plan de recuperación de tierra agraria”. Y recalcan que “es en esta línea la que representantes sectoriales solicitan actuaciones, para poder disponer de la cantidad y calidad necesarias de terrenos para el cultivo de la vid, pudiendo incluso crearse polígonos agrarios”.

El informe visibiliza que dos de cada tres municipios gallegos con viñedo son territorios de reto demográfico (210) y el número de habitantes en dichos municipios ha caído, pero la reducción en estos municipios donde hay actividad vitivinícola es menor que en aquellos sin viñedo.

El enoturismo ligado al mundo vitivinícola también es muy importante en fiestas comarcales, provinciales y en otro tipo de actividades. Galicia, y concretamente Ourense, disponen de bodegas visitables, dedicadas a la producción del vino, con actividades paralelas de información y divulgación como paseos por los viñedos, eventos lúdicos-culturales, cursos de catas o exposiciones de vino, entre otras. La Organización Interprofesional exalta “el patrimonio gastronómico y cultural vitivinícola” de la comunidad con exponentes como el Museo del Vino de Galicia, la Feria del Vino de O Ribeiro o la del Albariño, entre otros eventos.

Concluyen que la actividad vitivinícola tiene un papel importante en la riqueza económica gallega, en la gastronómica, en la cultural, da un valor añadido al turismo, juega una tarea fundamental en el empleo gallego y ayudan a proyectar la marca Galicia al exterior con productos de denominación de origen y de calidad por todo el mundo.

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