Jácome retiene la alcaldía gracias al PPdeG: “El futuro de Ourense se juega en Santiago y Madrid”

El líder de DO revalida el bastón de mando tras ser la lista más votada (10), al no haber mayoría absoluta alternativa | Los siete del PP votaron a Cabezas y así blindan la Diputación | El BNG apoyó a Paco Rodríguez (10), pero fue insuficiente

Gonzalo Pérez Jacome alcalde de Ourense

Gonzalo Pérez Jacome alcalde de Ourense / Brais Lorenzo

25 votos contabilizados y Rafael Cachafeiro (DO) levanta los dedos en señal de victoria; Antonio Fernández (DO) aprieta los puños; Ana Fernández (DO) sonríe y Gonzalo Jácome anota en un papel su primera victoria como la lista más votada del Concello de Ourense para retener el bastón de mando de la tercera ciudad de Galicia. Era el quinto voto para Manuel Cabezas (PP) y tras este, los dos siguientes y últimos certificaban que todos los populares habían votado a su candidato, ante las dudas de que alguno o algunos pudieran darle su voto a Paco Rodríguez (PSOE) y edificar una mayoría absoluta alternativa para derrocar al líder de DO.

Nada más lejos de la realidad. Fue más expectación que realidad porque el pacto alcanzado por DO y el PPdeG, en una madrugada de infarto, sirvió de base para establecer el reparto de poder en la provincia ourensana y certificar que Jácome fuera investido alcalde y que el PP retenga la Diputación de Ourense, tras la renuncia de Manuel Baltar al que empujaron los propios populares. El aplauso en el salón de plenos fue seco, igual que la explicación del regidor ourensano ante la reedición de un pacto con los populares: “Ha sido imposible otra opción”. En próximos capítulos confesó que desvelerá las negociaciones.

Los ediles de Democracia Ourensana votaron por Gonzalo Jácome (10), los del PSOE apoyaron a su candidato (6) y el BNG también acordó (ayer por la mañana in extremis en una asamblea) darle los suyos a los socialistas (4). La alternativa PSOE-BNG (10) necesitaba de, al menos, cuatro votos populares para conformar gobierno, pero la disciplina de voto del PPdeG se disipó y todos los ediles populares optaron por votar a Manuel Cabezas como candidato. No hubo más. La segunda temporada del Concello de Ourense está servida. Así lo quiso la aritmética y el poder.

Besos y honores

Luís Seara (BNG) no quería mirar. La nacionalista Erea Blanco sonreía disimuladamente, pensando “lo volvieron a hacer”. La bancada socialista miraba atónita ante lo que había ocurrido y los populares mantenían la mirada perdida y los rostros serios. Jácome mandaba besos al graderío, antes de levantar el bastón de mando con un Paco Rodríguez protocolario cumpliendo su labor de presidente de la mesa de edad en la sesión de investidura y felicitaba al nuevo alcalde. Mientras Jácome brindaba el poder de la tercera ciudad de Galicia, Luís Seara y Paco Rodríguez escenificaron un “hicimos lo que pudimos”.

No fue posible la alternativa. El nuevo, y viejo, alcalde de Ourense no se preparó ningún discurso tras una noche de negociaciones, pero señaló que “esta es una investidura de ganadores y perdedores, es un reflejo de la vida”. Y añadió que “antes no sabía el honor tan grande que significa ser alcalde de Ourense y tras estos cuatro años reconozco que ha sido y es el trabajo más bonito de mi vida y también el más difícil. Es un auténtico honor”.

Dejó atrás el “y ahora qué hago” de 2019 y el ser un procrastinador para entonar un mensaje más institucional, más de gestión y menos emocional. Aludió a la movilidad vertical, a la renovación de la flota de autobuses, a la gestión de las fiestas de los barrios, a la renovación y proyección de obras y a la bajada de impuesto a los vehículos. Ideas que lo auparon de ser la tercera lista de la capital a ser la primera y con las que sigue construyendo su propio libro político.

Se erigió como “ganador” a pesar de estar a punto de perderlo todo. De ser llave maestra, a una simple copia. De llevar la mejor mano, a perder la partida. Jácome puso el foco en que “el futuro de Ourense no se juega aquí en Ourense si no que se juega en Santiago y en Madrid. Quien más incide en nuestra calidad de vida, son los gobiernos de la Xunta de Galicia y del Estado español y ahí es donde realmente nos va a marcar la diferencia entre subsistir o pasar de un punto de no retorno”. Otro de sus cimientos, Ourense como cenicientes de Galicia y del Estado. Y es ahí donde el PPdeG tiene más poder actual para comprometer inversiones para Ourense y también con las encuestas apuntando a una victoria popular el 23-J, aunque el gobierno estatal ya es otra historia.

El nuevo regidor puso su punto final al discurso de investidura señalando que “desde el minuto uno, me debo muchísimo más a los ciudadanos, estoy en deuda con quienes me votaron y tenemos 100.000 jefes que son los ciudadanos de Ourense y a ellos nos debemos. Lo más importante son ellos, los ciudadanos que están fuera del salón de plenos”. Tuvo tiempo para lanzar la mano tendida, aunque saben que pocos o ninguno la recogerán, diciendo que “esperamos llegar a los máximos acuerdos posibles”. Empieza la segunda temporada en el Concello de Ourense. Si la primera enganchó, la segunda no va a dejar indiferente a nadie.