Bueu fija como prioridades para el nuevo ciclo del agua aumentar los depósitos y sistemas de telecontrol

La dependencia de Pontevedra fue en aumento en la última década | Uno de los objetivos en un aljibe en la parte alta de Cela

Un momento de la reunión de ayer en el Concello de Bueu.

Un momento de la reunión de ayer en el Concello de Bueu. / Fdv

El gobierno bipartito BNG-PSOE de Bueu comenzó ayer su hoja de ruta para diseñar el servicio de abastecimiento, saneamiento y depuración, un contrato que aspiran a que sea de gestión directa por parte del Concello. El primer paso será la creación de una comisión político-técnica, que deberá evaluar los informes que acaban de ser solicitados a la empresa de ingeniería Lagares Oca. A la consultora se le requirió una auditoría sobre el estado de la red municipal, una serie de propuestas acerca de cómo debe proceder el gobierno local en este último año de la concesión y que diseñe las bases del futuro servicio, un marco general que debe ser independiente del modelo de prestación por el que se opte. Y en ese diseño se fijan tres prioridades: optimizar la gestión de los recursos hídricos mediante la reducción de fugas, aumentar la capacidad de almacenamiento para reducir la dependencia de Pontevedra y la implantación de sistemas de control tecnológico digital.

El municipio cuenta en estos momentos con tres depósitos situados en Castrillón, Outeiro y el polígono de Castiñeiras, unos aljibes cuya capacidad oscila entre los 1.200 y los 2.600 metros cúbicos. El alcalde, Félix Juncal, asume que para incrementar la capacidad de almacenaje de agua es inviable apostar por presas o embalses, aunque sean de reducidas dimensiones, y por lo tanto hay que buscar “sistemas alternativos”. Sobre la mesa está la construcción de un cuarto depósito, una obra que forma parte de la agenda municipal desde hace años y que es un “compromiso”, en palabras de Juncal, con los vecinos de la parte alta de la parroquia de Cela. La segunda vía para aumentar el almacenamiento de agua pasa por redimensionar los actuales depósitos, incrementando su capacidad.

El objetivo es reducir la dependencia de Bueu con respecto al agua que llega desde Pontevedra. Los datos demuestran que esa supeditación al suministro que llega desde el río Lérez no ha dejado de crecer en los últimos años. “Hace una década los días con los picos más altos, que son en el verano, eran de unos 3.200 metros cúbicos/día mientras que ahora estamos en 4.400 metros cúbicos”, expone Juncal.

Telecontrol en tiempo real

La otra prioridad expresada en la reunión de ayer es la de apostar por la introducción de tecnologías que permitan monitorizar en tiempo real el funcionamiento del servicio. “Se trata de sistemas de telecontrol, que permitan conocer si hay problemas en algún bombeo, si ha dejado de entrar agua de algún manantial en los depósitos o cualquier otra incidencia”, subrayan desde el bipartito BNG-PSOE. Ese control a su vez debe redundar en una reducción de las fugas de agua por el mal estado o la antigüedad de la red. Actualmente se estima que esas pérdidas suponen el 20% del total, un porcentaje que según el ejecutivo local es similar al de otros municipios.

La reunión de ayer contó con la presencia del alcalde; la teniente de alcalde, Isabel Quintás; el concejal de Abastecemento e Saneamento, Celso Dopazo; la edil de Seguridade Cidadá, Laura Ogando; y el concejal de Facenda e Contratación, Xosé Leal, junto al aparejador municipal y un representante de Lagares Oca. Esta no es aún la comisión político-técnica de la que hablaba Félix Juncal, que deberá constituirse formalmente en las próximas semanas y en la que deberán estar presentes los servicios técnicos de Secretaría, Intervención y Tesorería. En la parte política Juncal no desvela si también habrá representantes de la oposición con alguno de los concejales del PP. “La composición no está cerrada, pero el objetivo es hacer un trabajo productivo y constructivo, sin injerencias ni dilaciones”, desliza el alcalde.

“Resolvimos situaciones que se crearon y consintieron en los primeros años del servicio”

El servicio se presta actualmente a través de una concesión a la empresa Aqualia, con un contrato de 25 años y que vence en junio de 2025. A la hora de valorar este periodo Félix Juncal se muestra comedido, pero dejando algunas pistas sobre su parecer. El actual regidor se estrenó en la corporación en el mandato 1995-99, precisamente como edil encargado de este servicio, que entonces era municipal. “Nunca compartí la decisión de privatizar y tampoco estaba en mi horizontal temporal ni político participar en este proceso de toma de decisiones”, afirmaba después de la reunión de ayer.

El contrato con Aqualia se estrenó con el gobierno del PP de Tomás Barreiro (1999-2003), luego hubo un año con Félix Juncal (2003-2004), tres años de nuevo con el PP con Elena Estévez como alcaldesa (2004-2007) y desde 2007 nuevamente con Juncal como alcalde. “Fuimos capaces de resolver situaciones que se crearon y consintieron durante los primeros años de la concesión, situaciones a las que se puso coto y freno”, sentencia.

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