El Enterriño da Sardiña enseña el camino al Paxaro do Mal Agoiro

El desfile infantil de Bueu reúne a más de 2.000 personas

Las calles de Bueu disfrutaron ayer del primer gran desfile del Entroido gracias al Enterriño da Sardiña. Una “procesión” infantil que reunió a más de 2.000 personas entre participantes y espectadores, según las estimaciones de la Policía Local, y que sirvió para mostrarle al Paxaro do Mal Agoiro el camino. Eso sí, la “sardiña” fue más afortunada y no acabó envuelta en fuego. Aunque el único rastro que quedó de ella fueron los globos que se llevaron los más pequeños como recuerdo.

El desfile salió poco después de las cinco de la tarde desde el entorno del Concello de Bueu. Este año se reunieron hasta siete agrupaciones: las Anpa de los colegios de A Pedra, A Torre-Cela, Beluso, Virxe Milagrosa y de la guardería A Galña Azul; la escuela infantil Tranvía; y por último el grupo Animais Marchosos.

La “sardiña”, elaborada con globos encabezó el desfile.   | // G.NÚÑEZ

La “sardiña”, elaborada con globos encabezó el desfile. | // G.NÚÑEZ / david garcía

Este año entre los disfraces hubo algunas temáticas comunes. Los colegios de Beluso y A Pedra coincidieron con su apuesta por el deporte y los Juegos Olímpicos, aprovechando que en este 2024 se celebran en París. Por su parte, A Virxe Milagrosa y A Torre sacaron a relucir su talento musical. En el caso del centro educativo del centro del municipio con una propuesta más amplia e incluso ecléctica, mientras que desde Cela apostaron claramente por el rock. ¿Quién dijo que el rock había muerto? Una logística en la que incluso movilizaron uno de los camiones de la empresa Transportes Loira para un desfile de lo más marchoso. Desde la guardería A Galiña Azul optaron por una temática de monstruos y en Tranvía apostaron por el clásico de “Blancanieves y los siete enanitos”.

La comitiva estaba encabezada por una sardina fabricada con globos por el colectivo de animación Barafunda. El multitudinario desfile recorrió la Avenida Montero Ríos hasta llegar a la calle Rosalía de Castro. Desde allí siguió por Pazos Fontenla y acabó en la carpa de As Lagoas. Allí la “sardiña” desapareció literalmente porque los participantes pudieron llevarse los globos que ñe daban forma.

Desde la Concellería de Cultura, Carmen García, agradeció la participación e implicación de todos los colectivos “para mantener viva la ilusión de los más pequeños”.

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