El Colexio de Arquitectos premia al recuperado Camiño Real: “Un pedazo de la Galicia del futuro”

El jurado describe el vial entre Moaña y Cangas como “una estrategia en la que el arquitecto recupera su papel en todas las fases”

Diego Germade, María Masaguer y Martín Barreiro. |  FDV

Diego Germade, María Masaguer y Martín Barreiro. | FDV / Fran G. Sas

El proyecto de recuperación del Camiño Real entre Moaña y Cangas, que se convirtió en la senda de preferencia peatonal y ciclable más larga de Galicia uniendo los cascos urbanos de ambas villas, fue galardonado en la XX edición de los Premios COAG que concede el Colexio de Arquitectos de Galicia. En la gala celebrada en la Fábrica de Cerámica de Sargadelos en Cervo (Lugo), el jurado premió a los artífices de esta actuación en la categoría de “planeamiento urbanístico”. Alega, para la concesión del premio, la “estrategia a escala territorial, que se materializa en un programa y en un proyecto piloto, que finalmente se construye como prototipo.

Para el jurado el Camiño Real supone una estrategia urbanística en la que “el arquitecto recupera su papel en todas las fases del proceso. Cuida lo preexistente aceptando el paisaje. Es una invitación a mejorar los espacios vertebrándolos”.

Los arquitectos Martín Barreiro y Diego Germade subieron a recoger el premio, con diseño de Sargadelos, junto a la urbanista María Masaguer. Barreiro agradeció el trabajo de sus colaboradores “en una carrera de fondo de más de 10 años” así como de los concellos de Cangas y Moaña “y de mis vecinas de Tirán, que aceptaron consentir que la vía de conexión más natural entre Moaña y Cangas no sea una carretera. Ahora también es la calle peatonal más larga de Galicia”.

El color azul característico del camino que atraviesa Tirán. |   // G.N.

El color azul característico del camino que atraviesa Tirán. | G.N. / Fran G. Sas

Barreiro alegó también, en su discurso, que este proyecto demostró que “el rol del arquitecto en los espacios periurbanos tiene que ser más destacado”.

Diego Germade, por su parte, agradeció que el jurado se fijase en un proyecto “en las márgenes del territorio, de la academia y en las márgenes de lo posible”. María Masaguer aseguró que puede sentirse “urbanista” tras tantos años de planificación de la recuperación del Camiño Real e hizo hincapié en la dificultad de sacar adelante una actuación de más de 5 kilómetros, que atraviesa dos concellos y que afectó a más de 400 propietarios. Invitó a los presentes en la Fábrica de Sargadelos a “caminar o recorrer en bicicleta este camino” y lo definió como “un pedazo de la Galicia del futuro”.

Ribadeo

En la categoría de planeamiento urbanístico había dos finalistas. Junto a la obra de O Morrazo competía el plan especial de protección y reforma interior del casco histórico de Ribadeo, en Lugo. Fue dirigido por Juan Alfonso Botana y María Beatriz García.

El Camiño Real fue abierto al público en agosto de 2021, su coste ascendió a unos 570.000 euros tras el modificado y las obras habían comenzado en septiembre de 2019. El proyecto fue realizado por el estudio Rurban y en esencia fue financiado por la Diputación de Pontevedra. Contó con un apoyo decidido de la Asociación de Veciños de Tirán, parroquia por la que atraviesa la mayor parte de su trazado marcado por un característico color azul.

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