La piscina municipal de As Lagoas, en Bueu, cumple esta semana su primer año en funcionamiento. Un aniversario que llega con las instalaciones operativas aún a través de un contrato menor y de manera completamente gratuita para los usuarios. La demora a la hora de impulsar la tramitación para su licitación se atribuye a la carga de trabajo de los servicios técnicos municipales, centrados en sacar adelante los expedientes de contratación del Plan Concellos. Ahora la prioridad será el proyecto para la reforma de la Biblioteca Torrente Ballester, con los fondos ReacPon, y la propia piscina.
La previsión del bipartito BNG-ACB pasa por contar con toda la documentación necesaria para impulsar el concurso público a lo largo del mes de abril y que el proceso se pueda lanzar como muy tarde en mayo. Desde el ejecutivo local subrayan que se trata de un expediente complejo, en el que son necesarios varios documentos: un reglamento de funcionamiento, la ordenanza fiscal en la que se regulan los precios públicos para los usuarios, el propio contrato para la gestión del servicio y la licitación del suministro del equipamiento de las salas deportivas, que se realizará a través de un renting.
El Concello de Bueu confía en que las instalaciones puedan estar completamente operativas y adjudicadas a través de un contrato de gestión de servicios en el último cuatrimestre del año, una previsión que también está a expensas de la actual situación económica. “Sabemos que hay escasez de materiales y demoras a la hora de completar los suministros y entregas”, explican desde la Alcaldía.
El gobierno dispone desde hace más de un año de un borrador de cuadro de tarifas, que en todo caso deberá ser revisado y podría haber pequeñas variaciones. En él se recoge una matrícula de 25 euros, un abono individual que se sitúa en los 26,95 euros y una entrada general para los no abonados que costaría 5,95 euros, además de abonos familiares.
El documento más importante es que debe permitir la licitación la gestión a través de un contrato de servicios, una modalidad en la que la administración local se reserva parte de las funciones para tener una mayor supervisión de las instalaciones. Así, por un lado se sacará a concurso la gestión deportiva y la limpieza de la infraestructura municipal a través del contrato de servicios. Por el otro, el Concello contratará a empresas especializadas para que se encarguen de los controles sobre la calidad del agua y la climatización de la piscina. Así se garantiza tener un mayor control y vigilancia sobre el corazón de la piscina municipal, donde se apostó por una solución constructiva y una maquinaria que suponen una de las grandes apuestas del proyecto a nivel ambiental y de ahorro de costes.
Esta misma semana el bipartito comenzará la tramitación de los presupuestos municipales. Hace unos días entregó una copia a los grupos de la oposición y mañana tiene previsto reunirse con la mesa de negociación sindical. En el documento aparecen reflejadas partidas vinculadas a la piscina, tanto en ingresos como gastos.
En el primer capítulo hay una previsión de 50.000 euros, una partida que se considera “moderada” y que se vincularía a las tarifas. En el apartado de gastos hay una previsión de 150.000 euros. “Estamos hablando de cifras que solo prevén una parte de este año”, advierten desde el bipartito. Esas reservas deberán ser muy superiores en 2023 si finalmente se cumple con el objetivo de licitar la gestión y tener completamente operativa la piscina en la última parte del actual ejercicio.
Más de 1.700 usuarios únicos y 23.300 reservas
Las estadísticas municipales reflejan que a lo largo de estos primeros doce meses de actividad pasaron por la piscina de As Lagoas más 1.700 usuarios únicos y entre todos ellos suman más de 23.300 servicios o “chapuzones” en la nueva infraestructura. De momento el uso y disfrute de las instalaciones está abierto a la ciudadanía de manera completamente gratuita, una fórmula con la que el Concello espera animar luego a muchos usuarios a que se conviertan en abonados.
A esos usuarios habrá que sumar a partir de ahora al Club de Natación Galaico, que solicitó la colaboración del Concello de Bueu. Los sábados por la mañana se reservarán dos calles del vaso para los benjamines del club, en horario de 9.00 a 11.00 horas. “Es una forma de ayudar a la entidad y al mismo tiempo una forma novedosa de atraer gente a Bueu”, explican desde el gobierno local.
La gratuidad del servicio se mantiene pese a que inicialmente se preveía que iba a ser un periodo mucho más breve y a que la situación actual no tiene nada que ver con la de hace un año, sobre todo en los costes de la energía. “En lo que respecta a la electricidad no hay cambios porque la empresa tiene que respetar el contrato firmado, con vigencia hasta junio. En el caso del gas sí que hay un encarecimiento muy importante, que aún se está cuantificando”, reconocen desde la Alcaldía.
