Casi cien mil niños gallegos de 10 a 15 años disponen de móvil: en un año se sumaron 7.800 más

Pese a la subida el dato gallego se mantiene bajo el estatal; en cambio, lidera el uso de internet por menores tras Madrid

Progenitores del movimiento contra los 'smartphones' aplauden la medida del Ejecutivo gallego

Un adolescente con un móvil y una tablet.

Un adolescente con un móvil y una tablet. / Eduardo Parra / EP

Carmen Villar

Carmen Villar

Los móviles en manos de escolares gallegos han aumentado. Casi cien mil niños con edades comprendidas entre los 10 y los 15 años disponen de un 'smartphone' que los sitúa a un clic de distancia el mundo, con todos sus pros y sus contras. Y eso ocurre mientras el movimiento de progenitores partidario de limitar el contacto de los menores con estos dispositivos no deja de crecer –hay peticiones en change. org que lo atestiguan, alguna con más de 67.000 firmas, como la que busca prohibirlos hasta los 14 años– y mientras la Xunta se plantea erradicarlos de colegios e institutos, a no ser que sean usados bajo la supervisión de un docente.

Los datos recogidos por el Instituto Nacional de Estadística (INE) en su encuesta sobre equipamientos y utilización de las tecnologías de la información y la comunicación en los hogares muestran cómo los teléfonos móviles en manos de los niños gallegos han superado este año los 98.000. La cifra implica que a lo largo del último año otros 7.800 menores más han accedido a un terminal, y que cada día 21 niños estrenan móvil.

Siete de cada diez niños, conectados

Según el INE, en global casi siete de cada diez niños gallegos en esas edades (el 69,3 por ciento) tiene a su alcance un smartphone, el porcentaje más elevado del último lustro, aunque sea ligeramente inferior al registrado una década atrás. Además, Galicia se quedaría por debajo –por muy poco– de la media estatal, que se sitúa en el 70,6 por ciento, y en el décimo puesto en la tabla autonómica, a mucha distancia de la comunidad líder, Extremadura, donde los niños con móvil rozan el 86%.

Sin embargo, Galicia despunta en utilización de internet por parte de los menores en esas mismas franjas de edad. En concreto el INE analiza qué porcentaje de chavales son usuarios de internet en los últimos tres meses y para la comunidad gallega obtiene un 97,6% Solo los madrileños, con un punto más, los superan.

La Xunta de Galicia prohibirá expresamente la utilización del móvil en los colegios también fuera del aula, en pasillos, recreos, comedor o actividades extraescolares. En concreto, el presidente gallego, Alfonso Rueda, enmarcó la medida dentro del Plan integral de acoso escolar y ciberacoso, que incluye iniciativas que buscan frenar esas situaciones. Desde la Agencia Española de Protección de Datos también han abogado por erradicar el teléfono de los centros educativos para ponerle límites a esas conductas.

Además, el uso problemático de internet está contemplado dentro de las adicciones comportamentales y aparte ya hay educadores gallegos que detectan retrasos en el habla a los 3 años por el abuso de pantallas. De hecho, también ha surgido recientemente un grupo de progenitores que empieza a cuestionar la enseñanza con libros digitales, que en Galicia llega a más de 60.000 estudiantes en el marco de E-Dixgal repartidos en más de 630 colegios e institutos adheridos al programa “voluntariamente”, como aseguran desde el Ejecutivo autonómico.

Un uso precoz

Los propios estudios de la Administración gallega dan la voz de alerta. Casi veinte mil niños de menos edad, incluso con solo entre 5 y 9 años, navegan por internet a diario y de forma habitual. El informe “Rapaciñ@s Dixitais”, elaborado por el Observatorio da Sociedade da Información en Galicia, adscrito a la Axencia para a Modernización Tecnolóxica de Galicia, indica que el 77% de los menores de esas edades accedieron a internet en los tres últimos meses y que uno de cada cuatro sería un usuario muy frecuente.

En el mismo estudio se advierte que alrededor de una quinta parte de esos niños dispone ya de su propio teléfono y un informe de ámbito europeo realizado por la Universidade de Santiago para Unicef y coordinado por el profesor Antonio Rial Boubeta concluye que la edad media de acceso al primer smartphone son los 10,9 años.

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La pretensión de la Xunta de prohibir el móvil también en horarios de ocio en los centros educativos, una solución por la que ya optaban la mayoría de colegios e institutos, no entusiasma a las familias. El presidente de Confapa Galicia, Rogelio Carballo, cuestiona que se opte por la vía de prohibir, que ve “absurda” e “inefectiva”. Esa medida le parece a Confapa, afirma, “un síntoma más del abandono de la educación en el ámbito de las tecnologías”. A su juicio, la competencia tecnológica es una de las “básicas” del sistema educativo “e incluso debería tener una asignatura específica”. De ahí que demandarán al Ejecutivo que “se trate el uso y el trabajo con los móviles igual que una materia troncal”. Lo contrario, avisa, sería “negar la evidencia de que el alumnado va a tener que explotar esos recursos tecnológicos en la vida diaria”.

Isabel Calvete, vicepresidenta de la Confederación Anpas Galegas, que habla exclusivamente a título personal, recuerda que, por un lado, son las familias las que compran los móviles y las que lo hacen a edades “no tan aconsejables” porque “no saben lo que tienen en las manos”, pero por otra parte considera que “las prohibiciones no llevan a ningún lado”.

También hay docentes que creen que prohibir los móviles es como ponerle puertas al campo, como señala Eva, profesora de Lengua Castellana en un instituto, quien indica que, pese a que en su centro ya están vetados en tiempo de ocio, se ve cómo el alumnado los consulta en “numerosas ocasiones”. A su juicio, la medida “llega tarde” y habría que haberla consensuado con las familias. María Jesús, también de Lengua, se declara partidaria al “cien por cien” de la prohibición porque los chavales se las “saben todas” y por concluir que los móviles “causan más problemas de convivencia que beneficios académicos”. Con todo, recuerda que hay profesores que se “pusieron las pilas” y usan el móvil como recurso educativo, un aspecto que subraya también Emma, docente de Matemáticas, para quien las nuevas tecnologías, bien empleadas, son “motivadoras y útiles” y de ahí que defienda “no prohibir los móviles, sino educar en ellos, en las nuevas tecnologías”.

Hace un par de semanas un grupo de madres y padres gallegos iniciaba un movimiento, bajo el nombre de “Adolescencia libre de smartphone”, contra el uso de móviles inteligentes en menores de 16 años, imitando a otras comunidades. A través de un chat de Telegram, que alcanzó ayer los 566 miembros, los progenitores celebraron la medida de la Xunta.

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