Tavares lanza a Stellantis Vigo a competir con las factorías de Turquía y del Magreb

La quinta visita a Vigo del CEO de Stellantis y antes de PSA, Carlos Tavares, dejó un regusto positivo en la ciudad. El portugués dejó halagos para la dirección por haber corregido unos problemas que puso sobre la mesa hace un año y que lastraban la competitividad de Balaídos, al tiempo que felicitó al comité de empresa por el buen desempeño de la plantilla. Por todo ello, dejó caer que Stellantis Vigo “está muy bien posicionada” para asignarse la nueva plataforma industrial que persigue, la STLA Small, y que si nada cambia “no debería haber problema” para continuar fabricando a partir de 2030 el reemplazo de las actuales furgonetas K9. Pero, como es costumbre en el luso, también dejó un aviso. Según pudo saber FARO, Tavares avisó a la planta de que la mejora tiene que ser continua y que ahora ya no solo existe la competencia de la planta de Marruecos, sino que incorporó a esta lucha interna por futuros proyectos a la recién estrenada en Argelia y la de Turquía, donde opera junto al fabricante local Tofas.

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La teoría del palo y la zanahoria es una constante con Tavares. Como demostró en anteriores visitas a la planta olívica, la táctica de apretar para mejorar en calidad y reducir costes fue efectiva y, para ello, fomenta la competitividad entre plantas. Lo hizo con la factoría de Trnava, en Eslovaquia, y también con la marroquí, situada en Kénitra, como dejó claro en su anterior viaje a Vigo.

En esta ocasión, su presencia en la factoría, de carácter interno (salvo por una reunión con el presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, de la que solo trascendió una fotografía), dejó una zanahoria, con el mensaje positivo relativo a los avances de la planta, y el palo con una nueva alerta para que ni la dirección ni los trabajadores bajen los brazos.

Competencia

En concreto, Tavares señaló que la competencia de Stellantis Vigo está hoy en dos zonas: por un lado, el Magreb, donde el grupo tiene ya dos plantas; por otro, en Turquía. En menos de un año, la compañía invirtió más de 650 millones en el continente africano y está pendiente de realizar otras en países cercanos, tanto a nivel de venta de coches como de fabricación.

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En este sentido, solo la recién inaugurada planta de Tafraoui (donde se ensamblan las Fiat Doblò enviadas por piezas desde Vigo) supuso una inversión de 200 millones de euros, mientras que la de Kénitra recibió en noviembre de 2022 una inyección de 300 para doblar su capacidad, inflando así su competitividad, además de asignar una nueva plataforma industrial, la Smart Car, para coches low-cost. La otra inversión, de 150 millones, se anunció para una planta en Sudáfrica, de la que por el momento no hay mucha información.

Junto a estas dos instalaciones, la otra novedad que Carlos Tavares destacó a nivel de competencia para el centro vigués es la de Turquía. Stellantis no tiene allí planta propia como tal, sino que explota una con el productor local Tofas, de Koç Holding, que en su momento tenía un acuerdo en forma de joint venture con FCA (previo a la fusión con PSA). De hecho, desde esta misma planta llegó a Balaídos la producción de la Doblò en el verano de 2022.

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Hasta ahora, Tofas (siglas de Türk Otomobil Fabrikası) facturaba principalmente modelos Fiat, aunque también alguno de la marca Ram y Dodge para el mercado americano. Sin embargo, con la salida forzosa de Rusia tras el inicio de la guerra en Ucrania, el grupo decidió reformular su alianza y redirigir la producción que tenía en la planta de Kaluga (al sur de Moscú) a la de Bursa (localidad al sur de Estambul).

En concreto, Stellantis (que tiene el 37,85% de Tofas) adjudicó allí este año la producción de las K0, es decir, las furgonetas medianas (hermanas mayores de las viguesas) de la compañía que también se ensamblan en Hordain (Francia) y Luton (Reino Unido). El lanzamiento está previsto para 2025.

Al incluir Turquía en la ecuación, y pese a las buenas palabras sobre las K9, el CEO de Stellantis pone en competencia directa a una planta que también fabrica furgonetas y que, además, tendrá huecos en su producción en los dos próximos años, al dejar de fabricarse la anterior versión de la Doblò, la Fiorino a finales de 2024 y el modelo Fiat Egea/Tipo en 2025. En total, la factoría tiene capacidad para producir 400.000 vehículos anuales, igual que la de Kénitra.

De hecho, en la visita a Stellantis Vigo el patrón del grupo estuvo acompañado de los principales responsables industriales, pero también de los jefes de la gama de vehículos comerciales ligeros (LCV, en inglés), que pudieron analizar la producción viguesa de las K9. Así, en las fotos que trascendieron figuraban tanto el director del Clúster LCV, Costin Seydoux, como el director de la Unidad de Negocio LCV, Jean Philippe Imparato, que también ejerce de CEO de Alfa Romeo.

Visita

Sea como sea, y a la espera de lo que pueda deparar el futuro, en Vigo el mensaje que se quedó marcado a fuego fue el de los elogios. El último, de la mano del director de la Región Enlarged Europa (Europa Extendida), Uwe Hochgeschurtz. A través de las redes sociales (LinkedIn) publicó más fotos de la visita y dejó su “enhorabuena” a dirección y plantilla “por las mejoras de este año en todos los indicadores clave de rendimiento y calidad”.

“Hoy esta instalación es un brillante ejemplo del futuro sostenible que le espera a Stellantis”, señaló en su publicación, en la que también puso en valor la reducción del consumo de gas en la que trabaja la planta, “que se complementará con energía procedente de instalaciones eólicas”.

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