Cuando las ayudas surgen desde el banquillo

Los recambios del Celta destacan las directrices de Carvalhal al entrar al campo

Carlos Carvalhal, junto a Vlado Gudelj y a Joâo Meireles, en un partido en Balaídos.

Carlos Carvalhal, junto a Vlado Gudelj y a Joâo Meireles, en un partido en Balaídos. / RICARDO GROBAS

Una de las claves del Celta es el manejo de la plantilla por parte de Carlos Carvalhal. El portugués, además, sabe aprovechar los tiempos y los recursos que guarda en el banquillo para afrontar los minutos decisivos de los partidos. De los cambios de piezas se ha beneficiado el equipo vigués en varias ocasiones. La prueba más próxima y evidente es la del Viernes Santo en Sevilla. Los célticos caían por 2-0 en la recta final y en menos de cinco minutos le dieron la vuelta al marcador para sumar un valioso punto que les mantiene en mitad de la tabla, lejos de la pelea por el descenso. En la visita del Villarreal a Balaídos, Carvalhal también acertó en el movimiento de peones: el gol del empate lo anotó Larsen, que salió tras el descanso.

En el Sánchez Pizjuán, el Celta fue incapaz de aprovechar durante una hora su superioridad numérica tras la expulsion de Pape Gueye. Es más, En-Nesyri y Acuña pusieron el listón muy alto para que los celestes pudiesen sumar algún punto. Pero como es ya habitual, Carvalhal movió piezas y el conjunto vigués acabó dominando el partido.Así llegaron los tantos de dos futbolistas que no estaban en el once inicial: Paciencia volvía a marcar un gol después del anotado ante el Espanyol en la primera jornada, y el canterano Miguel Rodríguez se estrenaba como goleador en la máxima categoría con 19 años. En cuatro minutos, los de Carvalhal impedían la victoria de los locales. “En la segunda parte intentamos mejorar, fuimos ayudando desde el banquillo con alguna que otra sustitución para dar más contundencia en ataque y más presencia en el área”, comentó después el técnico luso.

Los goleadores corroboraron la buena labor de Carvalhal, quien demostraba una vez más que las ayudas pueden llegar desde el banquillo: “Me dijo que estuviera abierto en banda, que encarara, que en cuanto pudiera que tirara a puerta. Le hice caso y entró”, dijo Miguel. “Hice lo que me pidió el míster, intentar mover el partido, cambiar el ritmo de juego y tuve la fortuna de hacer el gol”, añadió Paciencia.