Acuicultura en Galicia: 190.000 toneladas, el 93% de mejillón

Los bateeiros obtuvieron 119 millones de euros tras despachar 178.000 toneladas

Es una caída de 19% en volumen y del 21% en facturación respecto a 2022

El precio medio bajó a 0,67 euros el kilo

Descargas de mejillón para su transporte hacia el mercado de fresco.

Descargas de mejillón para su transporte hacia el mercado de fresco. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La Consellería do Mar ha hecho oficiales las cifras correspondiente a la producción acuícola en Galicia a lo largo del pasado ejercicio.

Fueron un total de 190.407.216 kilogramos de algas, bivalvos y peces que generaron unos ingresos de 232.674.248 euros.

Como siempre, el mejillón es la gran referencia de la acuicultura gallega, en este caso con 178.065 toneladas –el 93,5% del total– que se despacharon en puerto por un valor superior a los 119 millones de euros.

Ya se había avanzado hace días en FARO DE VIGO, aún con datos provisionales, que se trataba de una cosecha de “oro negro” realmente floja, derivada de los problemas registrados con la escasez, deficiente fijación y debilidad de la cría o mejilla.

Pero, sobre todo, a causa de la subida de la temperatura del agua, que tantos problemas generó en el desove y crecimiento del molusco.

Con las cifras ya oficiales en la mano se confirma la caída y es posible concluir que los resultados de 2023 son todavía peores si se comparan con los obtenidos un año tan bueno como lo fue 2022, que se había cerrado con 219.698 toneladas y casi 151 millones de euros.

Quiere esto decir que el descenso experimentado se eleva hasta el 19%, en el caso del volumen producido en batea, mientras que la facturación del año pasado cae casi un 21% respecto a la de 2022.

0,67 euros el kilo

También bajó ligeramente el precio medio, que de los 0,69 euros a los que se había aupado en 2022 pasó a 0,67 euros por kilo durante el pasado ejercicio.

Los datos oficiales hechos públicos por la Consellería do Mar en base a las cifras que le aportan las propias entidades productoras –hay que tener en cuenta que el mejillón no pasa por lonja–, también dejan claro que lo que más prolifera es el mejillón “pequeño”.

"Lacasito"

Esta categoría, en la que se encuadra el llamado “lacasito”, es decir, mejillón cuyo reducido tamaño permite meter 50 o 60 piezas por kilo, supuso nada menos que 93.565 toneladas (63 millones de euros).

Muy por encima de las 32.446 toneladas de mejillón “mediano” (24 millones de euros) y las 15.129 toneladas de “grande” (12,4 millones de euros).

Poco queda para industria

¿Qué quiere decir esto? Pues que de las 178.065 toneladas de mejillón totales y sus 119 millones de euros, resulta que 141.140 toneladas (79%) y algo más de 99 millones de euros (83%) corresponden al mercado de fresco, que es el que representa a las depuradoras de molusco españolas, francesas e italianas a las que se envía el mejillón de batea.

Esto supone, dejando a un lado este mercado, en el que se marcó un precio medio de 0,70 euros por kilo, que al sector industrial o transformador únicamente se destinaron 36.925 toneladas de mejillón que, tras una facturación media de 0,55 euros por kilo, generaron 20,3 millones de euros.

Es fácil deducir, en consecuencia, que si a cocederos y conserveras se envía apenas el 21% del mejillón producido en Galicia, se antoja razonable que las industrias recurran al envasado de molusco foráneo, sobre todo del popular “chorito” o mejillón de Chile.

Gráficos en los que se resume la producción del año pasado.

Gráficos en los que se resume la producción del año pasado. / FdV

Alta temperatura y mal desove

Para entender mejor la caida de producción hay que decir que, dependiendo de los afloramientos costeros, la evolución de las biotoxinas y los temporales, agosto, septiembre, octubre y noviembre suelen ser los mejores meses del año para la descarga de mejillón.

Sobre todo porque es cuando se desarrolla la llamada campaña de Italia, con un considerable aumento de los pedidos de producto fresco desde aquel país, y cuando las conserveras hacen acopio de producto.

Lo que sucede es que 2023 se caracterizó por las dificultades con la mejilla y una inusual subida de la temperatura del agua que alteró los ciclos de desove del mejillón, arrastrando problemas de crecimiento durante todo el año y dando al traste con las campañas citadas.

Baste como ejemplo decir que en octubre de 2018 se habían descargado 39.121 toneladas, en el mismo mes de 2022 fueron 31.233 toneladas en octubre de 2023 se quedaron en 21.720.

En noviembre la producción fue de casi 35.000 toneladas en 2021, otras tantas en 2022 y 18.794 toneladas en noviembre de 2023.

A Pobra, Cambados y Vilagarcía

Volviendo al balance global, cabe reseñar que la provincia marítima de Vilagarcía volvió a ser la más importante del año en lo que a producción de mejillón se refiere, con el 68% del volumen total y el 67% de los ingresos.

Fueron, más concretamente, 36.671 toneladas de mejillón, por valor de 24 millones de euros, en el distrito marítimo de A Pobra, junto a 30.508 toneladas (casi 22 millones de euros) en el de Cambados.

La producción por distritos marítimos.

La producción por distritos marítimos. / FdV

Junto a estos, el distrito de Vilagarcía, con 25.000 toneladas (15 millones de euros), el de O Grove, que despachó 24.000 toneladas por importe de casi 16 millones de euros; y Ribeira, con apenas 5.000 toneladas (3,8 millones de euros).

Vigo

En cuanto a la provincia marítima de Vigo, fueron casi 44.000 toneladas (32 millones de euros). Destacan los distritos de Cangas y Portonovo, con 22.417 toneladas (17 millones de euros) y 8.085 toneladas (4,7 millones de euros), respectivamente.

Tras ellos, Bueu, que rozó las 7.300 toneladas y los 6 millones de euros, Redondela, con 3.341 toneladas (2,3 millones) y el distrito de Vigo, a las puertas de las 2.000 toneladas.

La certificación con marca DOP se cae al 7%

Por razones obvias, la caída de la producción de mejillón se traduce en una brusca reducción del volumen de producto certificado con la marca Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia.

FARO DE VIGO ya avanzó hace semanas que el año pasado únicamente se puso el sello de calidad a 12.000 toneladas, es decir, solo el 7% del “oro negro” total en la comunidad.

La cantidad certificada en 2022 habían sido 27.000 toneladas, mientras que en 2021 se diferenciaron 45.000.

Almeja, ostra y volandeira

Ni que decir tiene que si el mejillón es la principal especie acuícola cultivada en Galicia, también es la más importante en la familia de los bivalvos, que generó el año pasado 179.896 toneladas (135 millones de euros); frente a las 222.000 toneladas y los 166 millones de euros de 2022.

Al “oro negro” se suma el testimonial cultivo de almeja, con 26 toneladas de babosa (328.750 euros), que sufre un descenso del 79% respecto al año anterior; 23 toneladas de fina, que cayó un 23% y generó 883.714 euros; y 889 de japónica, que tras aumentar su volumen un 24% alcanzó los 10,4 millones de euros.

Galicia despacha cientos de toneladas de mejillón e incrementa su precio en origen

Manuel Méndez

También hay que tener presente al berberecho, cuyas 82 toneladas (599.000 euros) suponen un descenso de producción del 80%; volandeira, que rozó las 2,5 toneladas; ostra plana y ostra rizada, con 254 y 549 toneladas, respectivamente, que generaron 1,5 millones de euros, en cada caso.

Rodaballo y lenguado

La producción acuícola en Galicia no se limita a los bivalvos, por mucho que sean los “amos” tras generar el 94% del volumen total.

También se cultivan algas, aunque sea a modo de prueba (18 toneladas) y peces, con 10.492 toneladas totales que generaron más de 97 millones de euros.

La referencia indiscutible es el rodaballo, ya que rozó las 9.602 toneladas (casi 86 millones de euros), correspondiendo las 890 toneladas restantes (12 millones de euros) al lenguado de pintas.

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