Este es el registro de establecimientos acuícolas de Galicia

Hay 3.585 bateas, 1.202 parques de cultivo marino y 45 piscifactorías continentales

Galicia dispone de 22 granjas marinas y 27 criaderos, entre otros centros o métodos de producción

El traslado de una batea bajo el puente de A Illa.

El traslado de una batea bajo el puente de A Illa. / Noé Parga

Manuel Méndez

Manuel Méndez

La Consellería do Mar sabe que la producción de mejillón sitúa a Galicia como líder indiscutible de la acuicultura española y claro referente a nivel mundial.

Pero también sabe que el rodaballo, almeja, berberecho, camarón, algas y otras especies –hasta 65 diferentes– pisan fuerte y contribuyen a engrandecer la baza acuícola que juega Galicia en el conjunto de España, lo cual no deja de tener trascendencia, por ser éste un sector estratégico para el futuro de la humanidad.

Pensando en ello, y atendiendo a la enorme diversidad de sistemas productivos, ya que a las bateas se suman los parques de cultivo marino, piscifactorías y muchos más, el departamento que dirige Alfonso Villares actualiza el registro acuícola de la comunidad.

Casi 5.000 registros

Del mismo se desprende que Galicia, con casi 5.000 registros, no solo se consolida como potencia acuícola, sino que sigue avanzando en pro de la diversidad de la producción.

Son, más concretamente, 4.894 los establecimientos acuícolas registrados en esta región, entre los que destacan, por encima de todos, las bateas, ya sean destinadas al cultivo de mejillón, ostra, camarón u otras especies.

Se trata de 3.585 artefactos flotantes, entre los que hay censados 3.433 aptos para el cultivo de mejillón, de los cuales unos 2.300 están repartidos en 44 asociaciones diferentes, correspondiendo los restantes a titulares individuales o empresas, tal y como se detallaba en FARO DE VIGO el mes pasado.

A las bateas, que en algunos casos se dedican a varias especies diferentes, se suman una jaula, doce líneas de cultivo (long line) de mejillón y algas, 45 piscifactorías continentales, 22 establecimientos catalogados como granjas marinas, 27 que figuran como criaderos y 1.202 identificados como parques de cultivo marino, en este caso con la producción de la afamada Ameixa de Carril como tarjeta de presentación.

Las bateas

Así consta en el registro de Acuicultura de Galicia que maneja la Consellería do Mar, en el que se detalla también que entre las 3.433 bateas destinadas a mejillón y repartidas en 52 polígonos hay 43 cuya concesión se refiere al cultivo de mejillón en régimen de reparqueo.

Junto a ellas se incorporan al listado 16 bateas para almeja japónica, 3 aptas para el cultivo de berberecho, 18 para almeja fina, 23 en las que criar babosa, 5 de almeja rubia, 3 de cadelucha y una de navaja.

Galicia, con casi 5.000 establecimientos y 65 especies, se afianza como potencia acuícola

Bateas en la ría de Arousa. / Noé Parga

Como también hay 72 bateas para ostra rizada, 153 para la plana, 25 reservadas a la volandeira, 24 de zamburiña y 66 de vieira.

Al desglosar este registro, y continuando en el apartado reservado a los viveros, también se observa la existencia de concesiones experimentales para la explotación de jaulas de camarón, centollo y nécora, así como líneas de cultivo para diferentes tipos de algas, mejillón y erizo de mar.

Parques de cultivo

En cuanto a los parques de cultivos marinos, hay que tener en cuenta que, como sucede con las bateas, los hay que pueden dedicarse a varias especies a la vez.

De ahí que, al ser coincidentes, se diferencie entre 1.201 parques de cultivo repartidos en 16 localidades que se centran en la almeja fina, 1.199 en los que se cultiva almeja babosa, 1.195 de japónica y7 1.192 de berberecho.

Relación de establecimientos.

Relación de establecimientos. / FdV

Claro que también los hay, aunque en un número testimonial, de mejillón, lapa, ostra y diferentes tipos de algas.

Lógicamente, la histórica labor de la Organización de Productores Parquistas de Carril (OPP-89) hace que el mayor número de parques de cultivo marino se localice en el Concello de Vilagarcía, con casi 1.200 concesiones.

También las hay, en cantidades casi simbólicas, en O Grove, Poio, Redondela, Sanxenxo, Vilaboa, A Illa, Boiro, Muros, Rianxo y otros muchos municipios costeros.

Piscifactorías

En el apartado alusivo a piscifactoría continental, hay que destacar un establecimiento autorizado para el reo, 44 centrados en el cultivo de trucha arcoiris –localizados en una treintena de municipios–, tres establecimientos para el salmón atlántico y otros tantos para el cultivo de anguila.

Carballo, Lousame, Ordes, A Pobra, Foz, Quiroga, Celanova, A Estrada o Silleda son algunas de las localidades gallegas en las que se asienta la piscicultura continental.

Granjas marinas

No confundir con granjas marinas como las de Sada, Vigo, Carballo, Ribeira, O Grove, Redondela, Ferrol, Porto do Son, Muxía o Cambados, éstas para truchas, choco, algas y microalgas de múltiples especies, así como para ostra, pulpo, salmón atlántico, trucha arcoiris, dorada y erizo.

También para rodaballo, que es la principal especie cultivada en las granjas marinas, de ahí que estén autorizados 18 establecimientos en una quincena de ayuntamientos gallegos.

No hay que olvidarse del lenguado, con ocho establecimientos, ni de especies como la lubina, almeja, algas y otras permitidas en las granjas marinas gallegas.

Criaderos

A todo ello se suman, como se decía al principio, los criaderos, ya sean de longueirón, navaja, anguila, cadelucha, algas, almeja babosa, japónica, berberecho u oreja de mar, por citar algunos.

Otros se centran en la lubina, la trucha, el lenguado común, el de pintas, erizo, rodaballo, volandeira e incluso la corvina real.

Están presentes en localidades como O Grove, Redondela, Vigo, Ribeira o Noia, aunque también hay criaderos en Cangas, O Son, Muros, Muxía, Boiro, Oia, Valvodiño, Burela o Malpica de Bengantiños, por citar algunos ejemplos.

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