Laura Maquieira Estévez | Emprendedora pontevedresa que triunfa en Irlanda y expone en Vilagarcía

“Prensar plantas y convertir un ramo en arte es una manera de relajarse”

“Las flores frescas duran unos días en un jarrón; las prensadas son para siempre”

Laura Maquieira Estévez, con uno de los cuadros que ha elaborado usando las flores prensadas de un ramo.

Laura Maquieira Estévez, con uno de los cuadros que ha elaborado usando las flores prensadas de un ramo. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

A la pontevedresa Laura Maquieira Estévez bien se la puede presentar como una de esas jóvenes inconformistas y emprendedoras que no tienen miedo a casi nada, y que desde muy pequeña ha querido y ha sabido luchar para abrirse camino y forjarse su propio destino.

Nacida hace treinta años en Pontevedra, donde cursó sus estudios en el colegio de San Andrés de Xeve y el instituto A Xunqueira, con 23 acabó marchándose a Irlanda, donde no deja de innovar y ha montado su propia empresa.

Flores inmortales

A grandes rasgos puede decirse que se dedica a inmortalizar flores, pues las convierte en verdaderas obras de arte que duran eternamente.

Ahora regresa a Galicia para mostrar su trabajo. Lo hará en Vilagarcía, y más concretamente, en la vermutería Stocolmo 2.0, donde el jueves ofrece un taller de enorme éxito en tierras irlandesas, en el que enseña a los alumnos y les entrega todos los materiales necesarios para que elaboren sus propios marcapáginas, tarjetas o cuadros con flores.

El cartel que anuncia el taller a impartir en el Stocolmo 2.0, el jueves.

El cartel que anuncia el taller a impartir en el Stocolmo 2.0, el jueves. / FdV

Este “obradoiro”, para el que ya es posible inscribirse, se complementa con una exposición en la que Laura Maquieira muestra algunas de sus obras, y que podrá verse colgada de las paredes del Stocolmo hasta el mes que viene.

–Regresa a Galicia después de muchos años y lo hace por todo lo alto, con su primera exposición. ¿Por qué ahora y por qué en el Stocolmo 2.0?

–Porque después de tantos años dedicándome a esto, y dado el interés que esta actividad está despertando en Irlanda, considero que ha llegado el momento de mostrarlo en mi tierra con este tipo de exposiciones.

He elegido el Stocolmo 2.0 para estrenarme porque es un local que me encanta, cuya decoración resulta de lo más apropiado y que se ha convertido en una sala de arte en la que ya han expuesto importantes artistas.

–La cita es el jueves...

–Así es. El jueves inauguro la muestra y ofrezco un taller en la propia cafetería-vermutería Stocolmo, entre las 17.30 y las 19.30 horas.

Es una actividad que en Irlanda funciona muy bien, por lo que animo a la gente a inscribirse, dado que las plazas son limitadas. Aquellos que deseen más información pueden escribirme a hello@elemecreations.com o visitar mi web, elemecreations.com.

–¿Cómo explicaría su trabajo a aquellos que se pregunten qué hace usted exactamente y qué va a exponer en Vilagarcía?

–Se trata de prensar flores, aunque con sumo cuidado y aplicando una serie de técnicas muy especiales.

Desde niña siempre fue un entretenimiento para mi. Y todo gracias a mi madre, que me compró mi primera prensa cuando solo tenía siete u ocho años.

Esto me permite, por ejemplo, recoger los ramos originales de novia que me entregan después de una boda aquellas mujeres que en lugar de tirarlos o dejar que se mueran desean preservarlos para siempre.

Las novias, o alguno de los invitados me traen o envían el ramo, y yo prenso las flores para enmarcarlas. Las convierto en un cuadro que se puede hacer con fondo o en doble cristal, es decir, las flores puestas entre dos planchas acristaladas.

Y claro, este procedimiento puedo realizarlo con todo tipo de flores o ramos, tanto si son de bodas como de cualquier otra celebración. Además me dedico a dar clases y talleres presenciales y online.

–Es decir, que convierte flores en cuadros. Es una forma de hacer arte que se antoja entretenida.

–Lo es. Como también resulta una manera diferente de relajarse y disfrutar del momento. Además, está probado que muchas plantas disminuyen los niveles de cortisol anormalmente elevados, ayudan a la recuperación de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, y están indicadas para mejorar los trastornos del ánimo, combatiendo el estrés.

De ahí la importancia del prensado de flores. Y no se trata solo de conservar las flores, sino que hago mis propias piezas originales para después venderlas, así como láminas, marcapáginas, tarjetas y otros artículos.

Piezas que nada tienen que ver con los ramos y que son para toda la vida. Las flores frescas solamente duran unos días en un jarrón, mientras que las prensadas son para siempre.

–¿Y eso tiene tirón en Irlanda?

–Mucho. Lo que mejor me funciona es lo del preservado de ramos porque fue en lo que más me centré en los últimos años. Pero debo decir que los talleres presenciales, como el que voy a ofrecer el jueves en Vilagarcía, y los que ofrezco online también están siendo un éxito.

En cualquier caso, he de reconocer que vender estos productos artesanales hoy en día no es sencillo, ya que el mercado está bastante saturado. Aún así, hay mucha gente que aprecia el trabajo hecho a mano y se muestra encantada con estos diseños.

–Se la ve muy convencida con lo que hace y parece una mujer emprendedora que va a seguir luchando por lo que quiere, de ahí que se desplace desde Irlanda a Vilagarcía expresamente para exponer su obra. ¿Tiene otros planes de futuro?

–Por supuesto. Por ejemplo, grabar un curso en formato largo de prensado y creación con flores secas y abrir una tienda online con productos de floristería, tanto para trabajar con flores frescas como para dar cabida a todo lo relacionado con el prensado.

Está probado que muchas plantas disminuyen los niveles de cortisol anormalmente elevados, ayudan a la recuperación de neurotransmisores como la serotonina, la dopamina y las endorfinas, y están indicadas para mejorar los trastornos del ánimo

–Dejando al margen esta afición convertida en entretenimiento y modo de vida, la pregunta es inevitable: ¿Qué hace una vecina de Xeve en Irlanda?

–A los 18 años me fui a vivir a Santiago para estudiar Derecho. Y aquello era un infierno. Me gustaba mucho, pero los profesores no lo ponían nada fácil, sino todo lo contrario.

Después de cinco años, y viendo que me era imposible aprobar todas las asignaturas, decidí que cambiar de aires no estaría mal.

La joven pontevedresa asentada en Irlanda con una de sus obras.

La joven pontevedresa asentada en Irlanda con una de sus obras. / FdV

Como las asignaturas que me faltaban eran todas del segundo trimestre, decidí que ir a practicar inglés al extranjero era una buena opción.

Pero todas las familias que buscaban “au pair”, que para quien no lo sepa es una persona que viaja a otro país y a cambio de comida, alojamiento y un pequeño sueldo, cuida a los niños de una familia durante un tiempo que se acuerda de antemano, buscaban para todo el curso escolar, no solamente para un trimestre, que era mi idea inicial.

Así que cambié de planes y me fui a Irlanda para todo un curso escolar, a modo de año sabático de mi carrera. Estamos hablando de 2016, cuando tenía 23 años, y resulta que aquí sigo.

–¿Por qué Irlanda?

–Por varios motivos. Uno de ellos fue el Brexit. El Reino Unido ya hablaba del Brexit y de la necesidad de obtener una visa para los europeos. Yo no quería complicaciones.

Además, los comentarios sobre las familias en el Reino Unido no eran tan buenos, así que decidí probar en Irlanda. Además, tenía ganas de conocer el país desde hacía mucho tiempo.

–¿Cómo fue la experiencia?

–Encontré una familia en el condado de Cork para cuidar de cuatro niños y dos perros. El hecho de que la familia viviese en el campo y tuviese esos perros fue lo que me convenció.

Yo tenía pareja, y vino a Irlanda tres semanas después que yo, también de “au pair”. Después de 9 meses con las respectivas familias, él me propuso quedarnos unos meses más y buscar trabajo de verdad aquí. Las condiciones laborales son mucho mejores que en España y los sueldos más altos también.

Él es cocinero y quería probar el mundo de la restauración en Irlanda. Un sueldo y un horario fijo, sin turnos partidos. Nos quedamos y los dos encontramos trabajo bastante rápido en un pub.

Si no habíamos experimentado la cultura irlandesa antes, nos tocó experimentarla de lleno esos meses. Sobre todo trabajando en San Patricio o en la semana del jazz. Vivir eso trabajando en un pub no es fácil de explicar.

Después de ese trabajo vinieron otros, para los dos. Yo me cambié de sector y pasé de la hostelería a tienda. Y mientras tanto moví todo mi expediente académico para la UNED y cogía vacaciones para ir a los exámenes a Pontevedra. Tardé dos años más para acabar la carrera, pero la terminé, y con buenos resultados.

–Con tantos cambios, ¿cómo acabó prensando flores?

–Llegó el COVID, perdí el trabajo que tenía, porque me ofrecían otro puesto dentro de la empresa, pero de menor categoría y lejos de casa, y decidí acogerme a la ayuda del Estado, de 350 euros a la semana.

Me quedé en casa cinco meses, y como ya había terminado la carrera retomé todo el tema de las flores prensadas, además de hacer un curso de traducción jurídica, a la vez que empezaba a publicar cosas en Instagram.

Después encontré trabajo en un herbolario y los dos años siguientes lo compaginé con el máster a distancia y el prensado, mostrando mis avances en Instagram, que me tomé más en serio cuando vi que llegaba a 21.000 seguidores.

Ese mismo verano (2022) dos chicas con las que trabajaba me ofrecieron prensar los dos primeros ramos de novia, y pronto me llegaron dos trabajos más.

Así que empecé a formarme en marketing con la mejor profesora que se puede tener, Agripina Carretero (@mellamoagripina), y acudí a una feria de artesanía a vender mis cuadros originales.

Poco a poco fue aumentando la carga de trabajo y aquí sigo, con muchos más proyectos de cara al futuro.