El marisqueo pide diálogo entre instituciones para hacer frente a la grave crisis del sector

“Non hai berberecho nin para facer unha empanada”, advierten

Concentración ante la delegación de la Xunta en Pontevedra.   | // GUSTAVO SANTOS

Concentración ante la delegación de la Xunta en Pontevedra. | // GUSTAVO SANTOS / F. Martínez

Los profesionales del mar en las Rías Baixas reclamaron medidas a Xunta de Galicia y Gobierno central, ante la situación de grave crisis que afrontan. Lo hicieron ante la delegación de la Xunta y ante la Subdelegación del Gobierno en la ciudad, donde se concentraron unos 400 profesionales del mar de las rías de Pontevedra, Arousa y Vigo, en representación de todo el sector. “Pola dignidad laboral” fue el lema de esta marcha, cuya segunda cita será el próximo 13 de mayo, en el municipio de Ribeira, a las 12.30 horas.

Ayer, en Pontevedra, expusieron su preocupación por la complicada situación que atraviesa el marisqueo, afectado por las lluvias y la falta de moluscos. “Non hai berberecho nin para facer unha empanada, pódenmo crer”, dijo Santiago Fojo, para resumir la situación “catastrófica” que está viviendo el marisqueo tanto en las Rías Baixas como en toda Galicia. Este portavoz subrayó que “non queremos vivir de subvencións, porque iso é pan para hoxe e fame para mañá”, respecto a la solicitud de ayudas públicas al sector.

Tras una concentración ante el Edificio Administrativo de la Xunta de Galicia en Campolongo, los mariscadores caminaron en manifestación por el centro de la ciudad hacia la Subdelegación del Gobierno. “Xunta, Goberno: o mar está enfermo”, “Queremos traballar, non queremos mendigar”, “Xunta, escoita, o mar está en loita”, o “Aquí se ve o marisqueo en pé”, fueron algunas de las consignas que corearon en la movilización.

Mariscadoras de las Rías Baixas urgen medidas a la Xunta y al Estado ante la crisis del sector

Fernando Martínez

En las sedes de la Xunta de Galicia y de la Subdelegación del Gobierno presentaron sendos escritos en los que se exponen las reivindicaciones del colectivo. Estas son poder contar con “ayudas dignas, individuales y directas (cuando exista la imposibilidad de trabajar o los ingresos de la actividad sean mínimos a causa de acontecimientos de fuerza mayor) y compatibles con la regeneración de los bancos marisqueros. También piden la flexibilización temporal de los deberes fiscales con la Seguridad Social, mientras no haya actividad marisquera o esta sea escasa. Reclaman además la regeneración de los arenales y el saneamiento de las rías, así como un plan de contingencias, que permita tener una cobertura fiable “frente a acontecimientos de largo plazo como lo que estamos viviendo”.

Piden, por último, la “implicación real” de estos órganos de gobierno y diálogo político entre administraciones públicas para llegar a un entendimiento y lograr soluciones.

Dirigieron estos escritos a Alfonso Villares, conselleiro de Mar de la Xunta de Galicia, y Abel Losada, subdelegado del Gobierno en Pontevedra. “Reclamamos a sus respectivos órganos de gobierno que no dejen abandonadas las rías gallegas y que aporten soluciones a sus problemas, porque entendemos que es su deber. Llevamos tiempo reclamando un plan de acción claro que dé esperanza y estabilidad a nuestra gente”, añade el escrito.

Parados hasta julio

La actividad en estos momentos está parada hasta julio. Los profesionales deberían volver al trabajo en verano, pero temen que será “para arrasar o que queda, que serán as migallas das migallas”, a través de cuotas mínimas “que non darán para nada”. Raquel Gómez, presidenta de la agrupación de mariscadoras a pie de Pontevedra, afirmó que el sector se siente “abandonado” por la administración pública, lo que aboca a cientos de familias a un futuro incierto.

“Non hai semilla e a situación é moi mala”, indicó esta representante, quien recordó que muchas personas se plantean abandonar sus permisos y buscar otra ocupación laboral por la escasez de producción presente y futura.

El sector marisquero del fondo de la ría de Pontevedra acumula meses de cierre debido a la mortandad de la almeja por las consecuencias de las lluvias desde el pasado otoño, entre otros factores. Lo que comenzó afectando a la salinidad de las aguas, terminó provocando decisiones drásticas para intentar remontar la actividad para el próximo verano. En principio no será hasta el próximo 22 de julio cuando se retome, según el acuerdo unánime de las cofradías de San Telmo, Lourizán y Raxó.

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