256 millones de "bebés" de almeja y navaja para resucitar las rías

Ya sea por la sobreexplotación, el furtivismo, la contaminación o el cambio climático, que parece estar detrás de la brusca subida de la temperatura del agua, y de la consiguiente debilidad y mortandad de moluscos bivalvos, la productividad marisquera ha descendido en las rías gallegas de forma preocupante.

Razón por la cual la Xunta, cofradías, agrupaciones de marisqueo, ecologistas, entidades financieras, centros de investigación y otros muchos colectivos e instituciones llevan a cabo múltiples trabajos científicos y proyectos tendentes, precisamente, a recuperar productividad.

Saneamiento

Las acciones ligadas al saneamiento de las rías y los pueblos bañados en ellas, tratando de mejorar la calidad del agua y del substrato, ocupa buena parte del trabajo puesto en marcha.

Junto con los dragados, siembra de semilla de diferentes especies, oxigenación del lecho marino, retirada de basura, erradicación de especies invasoras y acciones semejantes.

También ostra y cadelucha

Baste como ejemplo de esta implicación y del interés del sector y la administración por recuperar el esplendor de las rías, la siembra de unos 265 millones de unidades de semilla de almeja babosa, japónica y fina, además de navaja, ostra y la conocida como cadelucha.

Cantidades industriales de cría –a las que habría que sumar los planes de repoblación de especies come el bogavante o el rodaballo– que fue sembrada por los mariscadores, con apoyo de la Consellería do Mar, o bien directamente por este mismo departamento, a las órdenes de Rosa Quintana, desde el año 2009.

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Capitaneada actualmente por Alfonso Villares Bermúdez, esta Consellería se dispone a mantener la misma línea, tratando con ello de abundar en la recuperación de las rías, ya sea por iniciativa propia o colaborando con las cofradías y entidades como Rañeiros da Ría de Arousa, formada por el sector para gestionar directamente –aunque sin éxito–, el libre marisqueo en bancos como Os Lombos do Ulla, O Bohído y Cabío.

17 millones de euros

Ahora que está a punto de comenzar una nueva campaña en esas zonas comunes de la ría arousana, y cuando todo indica que va a ser tan pésima como las anteriores, bueno es resaltar, por ejemplo, que desde 2009 la Xunta invirtió más de 17 millones de euros en alrededor de 400 proyectos con los que mejorar el estado y productividad de los bancos marisqueros de la comunidad.

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Incluidas las zonas que gestiona Rañeiros da Ría, cuya nula productividad en la anterior campaña provocó un prematuro cese de actividad que la Xunta también está financiando, ya que reparte alrededor de 2 millones de euros más entre cerca de 300 mariscadores de a flote. Pero esa es otra historia.

Muros-Noia

Volviendo a los 17 millones para proyectos de mejora de productividad, puede decirse que también beneficiaron a los mariscadores de la ría de Muros-Noia, donde están, igualmente, a las puertas de una nueva campaña.

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También ellos muestran su preocupación, en su caso por el reducido tamaño del berberecho, parece que tanto o más afectado que el mejillón y otras especies por la elevada temperatura del agua durante los últimos meses.

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Pontevedra y Vigo

E igual de beneficiado salió el sector en las rías de Pontevedra y Vigo, pues con esos 17 millones de euros aportados por la Xunta fue posible intervenir en más de 16 millones de metros cuadrados de substrato repartidos por toda la costa gallega.

Superficie en la que se afrontaron labores de arado, aportación de áridos y la siembra de 250 millones de unidades de cría de distintos tipos de almeja.

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Así lo confirman desde el departamento que dirigió Rosa Quintana, tratando de dejar constancia del “enorme esfuerzo realizado” para tratar de recuperar productividad.

CIMA e Igafa

Una Consellería que, a mayores, en el último lustro repartió 12 millones de unidades de almeja, navaja y cadelucha procedentes del Centro de Investigaciones Marinas (CIMA); junto a más de 3 millones de almejas y ostras alevines obtenidas en el Instituto Gallego de Formación en Acuicultura (Igafa) de A Illa.

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Lo cierto es que la Consellería do Mar colaboró desde el CIMA y el Igafa con prácticamente todas las cofradías gallegas. Al menos con aquellas que disponen de bancos marisqueros.

Japónica

Prueba de ello es que del primer centro citado salieron desde 2019 casi seis millones de unidades de almeja japónica para las cofradías de O Pindo, O Barqueiro, Corcubión, Camariñas, Ribadeo, Miño, A Coruña, Baldaio, Cariño y O Vicedo.

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Al igual que para Ferrol, Cabo de Cruz, Rianxo, Barallobre, Cangas, Vilaboa y la asociación Rañeiros da Ría de Arousa, entre otros colectivos. Los tanques de producción del CIMA también aportaron casi 5,5 millones de unidades de babosa a esa última entidad y a las cofradías de Pontedeume, Mugardos, Corcubión, Cariño, Camariñas, Ribadeo, O Vicedo, Cedeira, Cangas, Cabo de Cruz y A Pobra do Caramiñal.

Cadelucha

A las que se suman 677.700 unidades de almeja fina, 76.205 de navaja y 10.400 de cadelucha aportadas desde el CIMA a cofradías como O Barqueiro, Cedeira, Ribadeo, Vilaboa, Cangas, A Pobra, Ribeira y O Vicedo, entre otras.

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En cuanto a la aportación desde el Igafa, en el departamento que dirige Alfonso Villares citan 1.235.410 unidades de babosa para las cofradías de O Grove, Vilaxoán, Vilanova, A Illa, Arcade, Camariñas y Cariño.

Al igual que se sembró en diferentes bancos de la ría arousana y se entregó a la Cooperativa Ría de Arousa y a centros de investigación como el CIMA de Ribadeo y la Universidade de Santiago.

Ésta también recibió parte de las 625.039 unidades de japónica salidas del Igafa, al igual que la cofradía de O Grove, Vilaxoán, Vilanova, A Illa, Carril, Arcade y Abanqueiro.

Hacia Ribadeo

Desde ese centro de investigación asentado en Niño do Corvo también se destinaron 1.130.000 unidades de almeja fina hacia el CIMA de Ribadeo, ya que esta semilla carecía del tamaño suficiente para ser entregada directamente al sector.

Un sector en el que sí se repartieron en el último lustro casi 98.000 unidades de ostra cultivada en las instalaciones del propio Igafa. Las beneficiarias, en este caso, fueron las cofradías de Cambados, Cariño, Barallobre, Mugardos y Arcade.

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