El molusco cultivado en batea hace de Galicia una potencia mundial y se caracteriza tanto por sus cualidades nutricionales como por su versatilidad culinaria. Y un 15% de las 233.000 toneladas obtenidas en años como 2020 se diferencia del resto con el sello de calidad de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia, por lo que puede considerarse el mejor mejillón del mundo.
Sin embargo, aunque se venda en el supermercado o la plaza a 3 euros, o una ración cueste 10 o 12 en el restaurante, su precio medio en los puertos de descarga está por debajo de los 0,50.
Es evidente que este molusco es históricamente uno de los mariscos más infravalorados de cuantos salen de aguas gallegas, y aunque a causa de la escasez su cotización en los puertos subió unos veinte céntimos el año pasado, sigue prácticamente “tirado”.
De ahí la importancia de convenios de colaboración como el suscrito por la Consellería do Mar y el Consello Regulador de la DOP, que ponen sobre la mesa casi 300.000 euros (a partes iguales).
Un dinero destinado a promocionar el producto, incentivar la apuesta del sector productor y el consumidor por esta con marca de calidad y, a la postre, para tratar de aumentar el número de certificaciones anuales y el precio del “oro negro” de batea.
Esa es la meta que se marcan para este año la conselleira Rosa Quintana y la presidenta de Mexillón de Galicia, Lina Solla, quienes mostraron la cara más amable en plena tormenta por la “guerra de la mejilla” para firmar un convenio con el que se escenifica la colaboración entre las dos partes y su apuesta por seguir manteniendo a Galicia como potencia acuícola mundial.
Se trata, en definitiva, de mejorar tanto la capacidad de producción como los beneficios económicos obtenidos por los bateeiros y, en consecuencia, demás sectores implicados en la cadena, como depuradores, cocederos y conserveras.
Dicho de otro modo, que se trata de “favorecer la mejora del sector acuícola y de las industrias relacionadas en materias como la comercialización, la promoción y el consumo de productos certificados”.
Para lograrlo se apuesta por “impulsar la promoción del mejillón certificado”, tratando así de que aumente su presencia en los mercados, lograr el reconocimiento del consumidor y favorecer el aumento de la demanda y de los precios.
De ahí que el convenio, arropado económicamente por el Fondo Europeo Marítimo, de Pesca y Acuicultura (Fempa), vaya a centrarse en “distintas acciones de promoción y difusión de la calidad”.
En las plazas de abastos y eventos deportivos
El convenio firmado entre la Xunta y la DOP “atiende a la necesidad de promocionar el producto entre el conjunto de la ciudadanía, por lo que recoge actividades como degustaciones en las plazas de abastos de las ciudades gallegas, en algunos eventos deportivos fuera de la comunidad y en recintos deportivos al aire libre”, explican en la Consellería do Mar.
Pero eso no es todo, sino que el Consello Regulador “realizará distintas actuaciones para dar a conocer la entidad y difundir su imagen tanto entre el sector como entre el conjunto de la sociedad, para que sea una marca reconocida y asociable directamente a la producción de mejillón en Galicia”.
Esto supone “incidir en la importancia de difundir la labor del Consello y las garantías que ofrece al consumidor la certificación de la DOP”.
Se desplegarán en diferentes ferias, talleres de cocina y otros eventos similares “con la finalidad de dar a conocer los beneficios que reporta su consumo y la variedad de formatos en los que se puede encontrar el mejillón de Galicia”, es decir, fresco, en conserva, cocido, congelado o pasteurizado, entre otras presentaciones.
Paralelamente, los cerca de 300.000 euros a disposición del sector este año, en esta línea de colaboración en concreto, ya que hay otras muchas, van a servir para “robustecer el proceso de certificación de Mexillón de Galicia con acciones como la mejora del software que garantiza la rastreabilidad de los productos, sus características y su certificación bajo el sello de la DOP”.
Esto se debe a la necesidad de seguir implementando la marca, pues si bien ha experimentado un gran avance en los últimos años, no es menos cierto que, como se decía al principio, el promedio anual de producto certificado es de apenas el 15% del total del mejillón producido, “cayendo hasta un 3% en el caso del producto fresco (para depuradoras)”, que es el segmento de mayor volumen de ventas en el conjunto del sector bateeiro gallego.
Con los datos de 2020 en la mano, puede decirse que alrededor del 40% de las 230.000 toneladas de mejillón despachadas en Galicia se destinó a la industria transformadora de productos del mar (cocederos y conserveras), reservándose el 60% restante para la mentada comercialización en fresco.
Una tendencia totalmente contraria a la que se observa en el caso de la producción amparada por el sello de la DOP Mejillón de Galicia, ya que el sector transformador se lleva el 80% del producto con marca, quedándose el 20% restante para el mercado de fresco.
Con la firme intención de ganarse la confianza del consumidor
Ni que decir tiene que este convenio forma parte de la estrategia trazada por el Consello Regulador para ganarse la confianza del consumidor.
Tal y como se explicaba en FARO DE VIGO el verano pasado, el órgano que preside Lina Solla, que en 2021 también impulsaba una campaña promocional conjunta con la DOP Cava, considera fundamental “captar la atención" de los compradores.
Es por ello que se propuso acceder a subvenciones europeas mediante las que desplegar nuevas acciones promocionales que, como la antes aludida, sirvan para mostrar las propiedades nutritivas y culinarias del “oro negro” de batea.
Así las cosas, de acuerdo con el plan de trabajo diseñado por el pleno del Consello para seguir potenciando su sello de calidad e incrementar su prestigio y notoriedad en los mercados, se trazó una hoja de ruta que dio su primer paso mediante la incorporación de la DOP a la nueva política de promoción de la Unión Europea.
Se trata de un documento “en el que se recogen los retos del sector agrícola de la UE, orientados a potenciar el valor añadido de sus productos”, explica el Consello.
200 millones de euros
Para tal fin se habilitó un paquete de ayudas que asciende a 200 millones de euros, y Mexillón de Galicia demandó una parte para desplegar sus nuevos planes de crecimiento.
Y es esa estrategia de promoción la que busca “captar la atención del consumidor final sobre nuestra marca de calidad, tratando de establecer un vínculo directo con el” que resulte mucho más eficaz que la relación actualmente canalizada a través de intermediarios.
Una relación históricamente descuidada
Dicho de otro modo, que Mexillón de Galicia asume que “históricamente el sector no mantuvo un contacto directo con el consumidor, sino que dejó esa relación, en el mejor de los casos, en manos de los distribuidores”.
Esto derivó en una mayor dificultad a la hora de “transmitir un mensaje claro acerca de los beneficios que representa la compra del mejillón avalado por nuestra etiqueta frente al que no la tiene”.
La información es crucial para adoptar una decisión fundamentada
Y, en buena lógica, carecer de esa “información crucial para adoptar una decisión fundamentada” hace que el consumidor compre mejillón basándose únicamente en buscar un precio inferior, lo cual puede hacer que dejen de adquirir Mexillón de Galicia.
“El consumidor afrontará un esfuerzo económico si sabe que el producto que va a adquirir es garantía de valor añadido y/o posee unas singularidades relevantes de las que otros carecen”
Eso es, precisamente, lo que se pretende corregir con la nueva etapa promocional que afronta la DOP.
Sus representantes están convencidos de que es posible llegar al consumidor “transmitiéndole las bondades y garantías” de Mexillón de Galicia “frente a otras alternativas del mercado que carecen de certificado”.
Se trata, en síntesis, de seguir valorizando el producto diferenciado informando al consumidor de todos aquellos aspectos que lo lleven a convencerse de que la compra de producto certificado es la mejor opción posible.
La calidad se paga
Y esto es algo factible, ya que, como bien recuerda el Consello Regulador, hay estudios de mercado que ponen de manifiesto que el consumidor está dispuesto a pagar más por un producto certificado, “siempre y cuando conozca los atributos que representa esa etiqueta”, espeta el equipo de Lina Solla.
“Informando y concienciando adecuadamente se logrará fidelizar al consumidor, quien además pasará a convertirse en prescriptor de nuestro producto frente a otros, lo que nos permitirá ganar aún más relevancia”
Esto es tanto como decir que el comprador de mejillón “afrontará un esfuerzo económico si sabe que el producto que va a adquirir es garantía de valor añadido y/o posee unas singularidades relevantes de las que otros carecen”.
Proceso de valorización a medio y largo plazo
Es, asumen, un proceso de valorización a medio y largo plazo “que requiere de un esfuerzo para ir ganando presencia y notoriedad en el mercado, lo cual se consigue ofreciendo al consumidor una información útil y veraz capaz de contribuir al crecimiento de la demanda de Mexillón de Galicia”.
De esta forma, “informando y concienciando adecuadamente”, se logrará “fidelizar al consumidor, quien además pasará a convertirse en prescriptor de nuestro producto frente a otros, lo que nos permitirá ganar aún más relevancia”.
Es preciso un “importante soporte económico”
En el Consello Regulador son conscientes de que la estrategia promocional que pretende desplegar para convencer al consumidor final sobre las bondades de Mexillón de Galicia requiere de un importante soporte económico.
Y en buena lógica, lo encuentra en la Consellería do Mar, con acciones como el convenio de colaboración del que se hablaba al principio de esta información.