La campaña del mejillón atraviesa un gran momento. Prueba de ello es la realización de descargas masivas a lo largo de todo el litoral, como pudo comprobarse ayer. Y lo más importante, al menos para los productores, es que parece haberse consolidado un incremento del precio de entre quince y veinte céntimos por kilo.
¿Qué quiere decir esto? Pues que el mejillón que en un supermercado puede adquirirse por 3 o 4 euros, y que se vendía en el puerto a 0,50 o 0,55, ahora se cotiza a 0,70 o 0,80 euros por kilogramo, tal y como confirman diferentes bateeiros de a pie, comercializadores y representantes de agrupaciones productoras gallegas.
Ayer, sin ir más lejos, se pagaba el conocido como “lacasito”, que incluye entre 50 y 55 piezas por kilo, a ochenta céntimos. Mientras que el llamado “europeo”, de 30 a 35 piezas, puede cotizar a noventa céntimos.
Este mejillón de tamaño mediano incluso puede llegar a un euro el kilo si es del reparcado, es decir, del que lleva días introducido en sacos plásticos dentro del agua, lo cual supone mayor carga de trabajo para el productor, pero hace que el molusco aguante más tiempo vivo durante el transporte, que es lo que demandan depuradores de países como Italia y Francia.
Tanto fresco como industria
Todo eso en cuanto al mercado de fresco (depuradoras). Pero la escalada de precios que tanto añoraba el sector también se hace notar en la campaña de industria (cocederos y conserveras), donde las tablas de cotización establecidas, en función del rendimiento, han incrementado las tarifas medias en un 30%, según indican diferentes firmas.
Dicho de otro modo, que con la subida de precios que ha experimentado el sector se maquillan las ridículas tarifas pagadas por el “oro negro” de batea desde tiempos inmemoriales, en muchos casos con precios vigentes desde hace décadas e incluso inferiores, del todo impropios de un producto con tantas cualidades nutricionales y semejante versatilidad culinaria.
Ayer se realizaron descargas masivas con destino a la industria conservera y depuradoras de Galicia, Cataluña, Francia e Italia
“Afortunadamente, ahora parecen haber mejorado algo las cosas, ya que desde que empecé en esto y me hice cargo de las bateas de mi familia, estuve cobrando menos por cada kilo de lo que cobraba mi padre hace veinte años”, explica, de manera muy gráfica, un bateeiro de Rianxo que ayer descarga en el muelle de Vilanova en un barco de Muros.
En O Morrazo alegan que el de Liméns y Moaña "tiene mucha comida”
Lejos de allí, en O Morrazo, un conocido dirigente del sector confirmaba a FARO que “se están alcanzando precios que ni se recordaban, sobre todo con el mejillón de bolsa”, en alusión al reparcado.
“Pero también el de industria se está cotizando muy bien porque el de Liméns y Moaña tiene mucha comida”, lo cual genera “una gran demanda por parte de las conserveras”, añadía el mismo dirigente.
"Un año muy bueno para la gente", a pesar de los cierres de Bueu
Sabe que en el caso de las rías de Pontevedra y Vigo, y muy especialmente en lo que concierne a las bateas de Bueu, la actividad siempre está condicionada por los episodios tóxicos, ya que suelen ser los polígonos más castigados por las biotoxinas y, en consecuencia, son los que permanecen cerrados durante más tiempo, un año tras otro.
Solo en Vilanova se despacharon cerca de 250 toneladas de un “oro negro” que cotiza al alza
Aún así, “cuando tenemos las bateas abiertas y podemos sacar mejillón trabajamos a tope, por lo que podemos decir que está siendo un año muy bueno para la gente”, sentencia este bateeiro moañés.
Coinciden con estas reflexiones tanto otros productores como los responsables de depuración y las firmas comercializadoras.
Ahora se pide un precio mejor
Uno de ellos, que ayer controlaba la carga de camiones frigoríficos con destino a Cataluña y Francia en un muelle arousano, añadía que “hay poco mejillón en las bateas y muchas ya están vacías para lo que resta de año, de ahí que los bateeiros que aún tienen producción estén pidiendo más dinero por su producto, lo cual parece lógico”.
Otro comercializador aseguraba que “se está trabajando como nunca y no dejan de salir camiones de los puertos”.
Ayer, sin ir más lejos, se contaban por decenas, tanto en la ría de Arousa como en las de Pontevedra y Vigo, donde se nota, y de qué manera, que los pedidos de las campañas de Italia e industria se han multiplicado.
Al igual que se notó el parón del sábado y el domingo, de ahí que ayer fuera momento de cargar “a tope” para abastecer hoy a los clientes.
“Nos lo quitan de las manos"
“Nos lo quitan de las manos y cada día nos vemos obligados a rechazar pedidos porque no tenemos suficiente mejillón”, explicaban los bateeiros mientras trabajaban en cubierta para descargar cientos de toneladas en los muelles de las Rías Baixas.
Solo en el de Vilanova, que ayer fue el que registró mayor movimiento, se descargaron alrededor de 250 toneladas, correspondientes a unos 200 palés de mejillón (el que se descarga en sacos para los clientes de fresco) y tres barcadas, es decir, embarcaciones con la cubierta repleta (aproximadamente 15 toneladas en cada una) de molusco a granel, que es el destinado a los cocederos.
“Afortunadamente, ahora parecen haber mejorado algo las cosas, ya que desde que empecé en esto y me hice cargo de las bateas de mi familia, estuve cobrando menos por cada kilo de lo que cobraba mi padre hace veinte años”
Ese intenso movimiento, por momentos frenético, se repitió en otros puertos gallegos, donde el movimiento de barcos entrando y saliendo de las dársenas desde primeras horas de la mañana llamaba poderosamente la atención.
El temor al desabastecimiento tras una “campaña corta” hace que algunos clientes quieran hacerse con stock
La única pega en la excelente campaña actual del mejillón es que, como se advirtió en ocasiones anteriores, este año la campaña será más corta de lo habitual, puesto que poco producto queda colgado en las cuerdas de las bateas.
En unos caos porque se vendió, gracias a la enorme demanda existente durante todo el año, y en otros, porque la fijación de la semilla (cría o mejilla) no fue buena el año pasado.
Esto hace que exista cierto temor a un desabastecimiento del mercado este mes o el que viene, de ahí que muchos clientes quieran acumular ahora todo el producto posible, incluso multiplicando los pedidos para hacer stock.
Al igual que aumenta la demanda gracias a la mejoría experimentada por el molusco, en cuanto a rendimiento, y por la ausencia generalizada de biotoxinas en las rías, lo cual hace que únicamente permanezcan cerrados una docena de polígonos.
Dicho de otro modo, que hay cerca de cuarenta operativos, en los que, si tienen en las cuerdas de sus viveros mejillón susceptible de ser comercializado, se puede trabajar con normalidad.
Por todo ello, y abundando en lo explicado, hay que concluir que la actividad en los puertos resultó ayer espectacular, agolpándose en las zonas portuarias no solo los hombres y mujeres que conforman la flota bateeira, sino también los trabajadores, controladores de calidad, carretilleros, comerciales y transportistas de empresas, marcas y asociaciones productoras.
Es el caso de como Linamar, Kiel, Moules de Arousa, Moules de España, Devesa Express y Consello Regulador de la Denominación de Origen Protegida (DOP) Mexillón de Galicia, entre otras referencias.
