Varicela en niños: causas, síntomas y cómo identificarla ahora que está teniendo un repunte

La varicela ha dejado de ser una enfermedad muy común en la infancia gracias a la vacunación que se generalizó en toda España en el año 2016. A pesar de ello, todavía se producen algunos casos entre niños no vacunados. 

El responsable de esta enfermedad es el virus de la varicela zóster, responsable también del herpes zoster que se produce cuando, a los años de pasar la varicela, el virus se reactiva. 

La doctora Isabel Cabrera, pediatra en el Hospital Universitario Niño Jesús, explica que el contagio por este virus se produce por “contacto y gotas. Es decir, si se produce contacto con las características vesículas que produce la varicela, y también a través de las gotas que se expulsan a través de la tos, el habla…”

“En general -explica la pediatra- no es una enfermedad grave, aunque todo va a depender de quién se infecte y a qué edad lo haga. En la mayoría de los casos se pasa de forma leve, pero cuanta más edad se tiene, a partir de los 13 años y en los adultos, se pueden complicar más”.

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¿Cómo se contagia y cuáles son los síntomas de la varicela?

Hablamos de un virus bastante contagioso cuyo periodo de incubación se sitúa entre los 7 y los 21 días. A partir de ese momento aparecen los primeros síntomas y el contagio se puede producir desde que aparecen las vesículas hasta que se secan.

En concreto la doctora Cabrera señala que se puede considerar al niño no contagioso y volverle a llevar al colegio o a la guarde “una vez que los granitos están en fase de costra y que han pasado 5 días sin que aparezcan nuevas lesiones”.

Es de sobra conocido que el principal síntoma de la varicela son las vesículas o pequeños granitos con una ampolla en la parte superior. “Estas lesiones van apareciendo en distintos sitios del cuerpo, incluso dentro de la boca, en el cuero cabelludo o la planta de las manos y los pies”, explica la pediatra. 

• “Estas lesiones causan mucho picor y, de hecho, una de las complicaciones más habituales se debe a que el niño tiende a rascarse estas ampollas, lo que pude producir una infección de las lesiones”, subraya. 

En algunos casos la enfermedad no da ningún síntoma más que las vesículas, pero en otros, el niño puede presentar otros síntomas que enumera la especialista:  

• Fiebre no muy alta. 
• Malestar general.
• Dolor de cabeza.
• Vómitos.

¿Tiene tratamiento?

La doctora Cabrera nos explica que no hay un tratamiento específico para la varicela y “no se trata salvo en casos concretos, como por ejemplo en niños mayores de 13 año o si es el segundo caso que aparece en casa, que suele ser más grave. En estos casos se puede tratar con aciclovir, un antiviral”. 

• En cuanto a los granitos, hace años se utilizaban determinados polvos para secarlos y reducir el picor, pero ahora no se recomienda. En el caso de que el niño sufra mucho picor o si hay demasiadas vesículas en el cuerpo del niño, el pediatra puede recetar sulfato de zinc, un líquido secante”, añade la experta. 

Además de eso, se puede dar al niño paracetamol para la fiebre si la hay y antihistamínicos para el picor.

Afortunadamente la duración de la enfermedad es de apenas una semana. Lo que si hay que tener en cuenta es que las costras pueden tardar en curarse por lo que es conveniente tener precaución con el sol para evitar que se queden marcas. 

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Cuidado con las embarazadas

Si hablamos de la prevención de la varicela tenemos la mejor de las herramientas, la vacuna, que se administra una primera dosis a los niños a los 15 meses y otra a los 3 o 4 años. 

Una vez vacunados es más complicado que el niño se contagie, “y aunque esto ocurra, porque las vacunas nunca son 100% efectivas, la enfermedad pasará de forma muy leve y su capacidad de contagio será mucho menor”, explica la pediatra. 

En lo que sí insiste la especialista es en la importancia de que una mujer embarazada no se contagie, porque si esto ocurre se puede producir desde muerte fetal, si el contagio es en los primeros meses, hasta que nazcan con una varicela neonatal, niños que nacen con una varicela muy extensa o cicatrices en la piel”. 

Así que en el caso de que coincida un embarazo y un caso de varicela en casa, lo mejor es evitar cualquier contacto, aunque la mujer esté vacunada o haya pasado la enfermedad.