El dolor de garganta es algo bastante habitual entre los pequeños de la casa, sobre todo durante los meses más fríos. Pero también en verano, con los cambios de temperatura y los aires acondicionados.

Sin embargo, a veces es complicado distinguir de qué se trata, ya que en ocasiones la amigdalitis, faringitis o laringitis pueden parecer iguales a simple vista.

Por eso, el doctor Miguel Fresnillo Cuesta, otorrinolaringólogo en el Instituto de ORL y CCC de Madrid (IOM), proporciona algunas claves sobre esta enfermedad.

¿Qué es la faringitis?

“La faringitis hace referencia al proceso inflamatorio de la mucosa faríngea, y puede ser de origen infeccioso o irritativo”, explica el doctor.

En ocasiones, esta inflamación puede afectar también a las amígdalas, aunque no siempre.

La faringitis suele ir acompañada por fiebre y molestias para tragar Foto de Pavel Danilyuk: https://www.pexels.com/

Causas de la faringitis en niños

La faringitis, al igual que cualquier enfermedad de vía aérea superior, es muy frecuente dado que se trata de una vía de entrada a nuestro organismo.

La faringitis puede tener varias causas:

  • Origen infeccioso. Provocado por virus o bacterias. Es el tipo más común entre los niños, y la mayoría de casos son infecciones virales.
  • Origen irritativo. Debido a factores ambientales como por ejemplo sequedad ambiental, respiración bucal, reflujo gastroesofágico…

Además, el doctor Fresnillo Cuesta recomienda evitar a toda costa exponer a los niños a ambientes de tabaquismo, ya que puede producir o empeorar la irritación de garganta.

¿Cómo saber si mi hijo tiene faringitis?

Tal y como explica el doctor Fresnillo, el síntoma más habitual y de lo que más se quejan los niños, es de un fuerte dolor de garganta.

La faringitis también puede ir acompañada de:

  • Molestias para tragar
  • Fiebre
  • Inflamación de los ganglios del cuello
  • Malestar general

También es muy común que esta inflamación de la garganta en niños, vaya acompañada de una otitis media aguda.

¿En qué se diferencia la faringitis de la amigdalitis?

Ambas enfermedades son parecidas, pero con un matiz sutil que las hace completamente diferentes.

El doctor Fresnillo aclara, que la mayor diferencia entre la laringitis y la amigdalitis es la zona:

  • “Con amigdalitis nos referimos solamente a la inflamación de las amígdalas palatinas, mientras que la faringitis hace referencia a toda la pared faríngea que puede, o no, afectar a las amígdalas”.

La faringitis también puede tener causas irritativas

Tratamiento de la faringitis en pediatría

“Lo más habitual es que las faringitis en edades tempranas estén causadas por virus, por lo que no hace falta antibiótico” indica el doctor Miguel Fresnillo.

Por lo tanto, se aplicará un tratamiento sintomático para controlar la fiebre y el malestar general.

En los casos que deban ser tratados con antibióticos, los más eficaces siguen siendo los de la familia de las penicilinas.

  • Lo normal es que el niño mejore una vez pasados entre 5 y 7 días. Durante todo ese tiempo es esencial mantener una buena hidratación, aunque les cueste tragar.
  • Siempre son recomendables las sopas o los purés (no muy calientes), ya que son fáciles de tomar, y además aportan buenos nutrientes.
  • La leche tibia con miel también puede ayudar mucho a calmar la irritación de la zona, así como a conciliar mejor el sueño. Eso sí, teniendo en cuenta que la miel no es recomendable en niños menores de 1 año.

¿Se puede prevenir la faringitis?

Prevenir esta enfermedad es bastante complicado, ya que la faringitis se propaga igual que el resfriado común, es decir, a través de partículas de saliva: tos, estornudos, besos…

También por contacto, a través de las manos o por compartir vasos o cubiertos.

A la hora de prevenir la faringitis, lo más eficaz es mantener una buena higiene de manos, evitar el contacto con enfermos y cuidar el sistema inmune de forma general.

Los problemas del verano

Los peligros para la garganta del uso del aire acondicionado en casa, en el coche, en los centros comerciales... es que puede causar problemas en nuestro sistema inmunitario y provocar los típicos dolores de garganta de estas fechas como faringitis, afonías y laringitis .

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Y aunque, como hemos dicho, la causa más habitual de las faringitis son los virus, en verano nos encontramos con que ese aire frío ocasiona cambios en los sistemas de defensa naturales de la nariz y garganta con los que llega a alterar la movilidad de la mucosa.

Y como, por si esto fuera poco, el aire acondicionado del verano, al igual que la calefacción en invierno, seca el ambiente, la conjunción de todo puede provocar la inflamación de tejido faríngeo