El estreñimiento es un trastorno muy común en los niños, ya que los movimientos del intestino y la relajación del esfínter todavía no ha madurado lo suficiente.

Los padres tienden a creer que sus hijos están estreñidos por poco que haya un ligero cambio en sus deposiciones diarias.

Sin embargo, la pediatra Ana De Blas, miembro de la Asociación Española de Pediatría de Atención Primaria (AEPap), señala que para que exista un verdadero estreñimiento han de darse, al menos, dos de los siguientes síntomas de forma frecuente durante dos meses o más:

  • Menos de tres deposiciones a la semana.
  • Existencia de posturas o actitudes retentivas para evitar la defecación.
  • Una defecación dolorosa o unas deposiciones excesivamente voluminosas y conformadas.

¿Qué es el estreñimiento?

El estreñimiento se produce cuando un niño pasa varios días sin defecar. En esta situación, las heces se vuelven duras y secas. Otras veces, se produce una deposición muy grande que puede obstruir el inodoro. Además, el pequeño suele experimentar dificultad y dolor al intentar defecar.

Es importante destacar que no es necesario defecar todos los días, ya que cada persona tiene su propio ritmo intestinal.

El estreñimiento no se considera una enfermedad, ya que no es un problema del intestino en sí. En realidad, ocurre porque el niño retiene voluntariamente las heces.

"Puede ser porque le dé miedo, porque le duele al salir la caca o porque cuando tiene ganas les pilla jugando y no quieren parar para ir al baño y cuando pasa un rato ya se le pasa las ganas", aclara la doctora.

Síntomas del estreñimiento en niños

El síntoma más frecuente es el dolor abdominal. A veces, incluso en niños que efectúan deposición a diario pero en escasa cantidad, se produce retención fecal y dolor.

"Según la retención fecal y la frecuencia con que realicen deposición varían los síntomas: distensión del abdomen, irritabilidad, falta de apetito o escapes fecales. También son frecuentes el dolor anal, fisura anal, hemorroides, eritema perianal…", detalla de Blas.

Además, podemos fijarnos en que los niños suelen adoptar posturas de retención como quedarse quietos, cruzar las piernas o agacharse en una esquina, para evitar sentir la necesidad de defecar.

"Para el diagnóstico es suficiente la valoración clínica y la exploración por parte de su pediatra. Solo en casos muy concretos en los que haya algún dato de alarma se realizarán exploraciones complementarias", indica la pediatra.

Signos de alarma

- Los síntomas comenzaron desde el nacimiento o no realizó sus primeras heces hasta después de las 48 horas de vida.

- No es capaz de realizar deposición de forma espontánea.

- En niños mayores con estancamiento del peso o distensión abdominal, o si tiene Síndrome de Down, puede ser necesario realizar análisis para descartar problemas del tiroides o enfermedad celíaca.

¿Cuándo es más fácil que tenga estreñimiento?

Existen momentos en el desarrollo del niño en los que es más probable que se produzca el estreñimiento.

Algunos de estos momentos incluyen la introducción de alimentos complementarios, el abandono del uso de pañales, la falta de consumo de frutas y verduras o el haber experimentado esfuerzo y dolor al defecar en el pasado.

Aunque, como señala de Blas, también existen causas emocionales como "el miedo al baño o al orinal, no querer ir al servicio en el colegio, la llegada de un nuevo hermano o conflictos familiares".

¿Cómo es el tratamiento?

El objetivo del tratamiento es establecer un hábito de defecación sin esfuerzo, dolor, miedo o rechazo hacia el baño.

Hay una fase de limpieza y otra de mantenimiento. Si el niño lleva mucho tiempo estreñido y tiende a retener las heces las fases durarán más tiempo y se tratarán de manera diferente.

La fase de limpieza

Sirve para vaciar el intestino. Es una fase corta. Se usan los laxantes a dosis más altas. Así las heces retenidas se ponen blandas y salen sin esfuerzo.

Durante unos días los niños van al baño de forma muy abundante. El intestino debe quedar limpio para pasar a la siguiente fase.

La fase de mantenimiento

Es la fase más importante. Puede durar mucho tiempo: desde meses hasta años. La paciencia y la constancia serán las armas fundamentales, ayudados por medicamentos si es preciso. La doctora indica los pasos a seguir:

  1. Hay que convertirse en 'un reloj' a la hora de ir al baño: Los niños estreñidos han perdido la sensación de 'tener ganas de hacer caca' porque su intestino está siempre lleno y ha perdido su elasticidad. Por eso debemos vaciarlo cada día. Para que recupere su elasticidad y su forma.
  2. Los pies tienen que estar apoyados en el suelo: Así se hace más fuerza con la barriga. Debe de estar sentado durante unos 10-15 minutos. E intentar que no se distraiga con el móvil, la tablet o algún libro.
  3. Felicitar al niño tanto si hace caca como si no: Lo importante es que se siente en el WC. Nunca castigar. No depende de la voluntad del niño.
  4. Dieta rica en fruta, verdura y legumbres : Siempre hay que comer así de sano. Pero además le ayuda a que la caca sea más blanda.

Cuatro remedios caseros contra el estreñimiento

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Al mismo tiempo que se sigue el tratamiento, de Blas recomienda seguir estos consejos:

  • Hacer masajes en el vientre del niño realizando movimientos circulares en el sentido de las agujas del reloj. Esto, además, le aliviará si el estreñimiento se acompaña de dolor de barriga.
  • Darle al niño un desayuno que incluya cereales integrales y fruta fresca como naranjas, frambuesas, uvas, peras, ciruelas o kiwi .
  • Como hemos indicado, uno de los remedios naturales más eficaces es tener una dieta diaria rica en verduras y fibra, pero la dieta por sí misma no hace milagros, por ello es muy importante asegurarse que el niño realiza ejercicio físico todos los días.
  • Aumentar la cantidad de agua, preferiblemente mineral, que el niño bebé al día.