Seis meses después del traslado cifran en un 60% el desplome de ventas en la feria

“La desesperación es total”, señala la presidenta de los ambulantes | Lamentan que el Concello siga cobrando por montar los puestos en días de temporal que no hay mercadillo

Vendedor y clientes, ayer en el mercadillo en Rafael Areses.

Vendedor y clientes, ayer en el mercadillo en Rafael Areses. / Gustavo Santos

Los vendedores ambulantes cifran en “más de un 60%” desplome de ventas con el traslado del mercadillo a la calle Rafael Areses. Se cumplen 6 meses de la reubicación y la presidenta del colectivo, Margarita González, hace un balance muy negativo de la mudanza. “Nos ha ido muy mal, la desesperación es total, aquí no vendemos nada, los puestos están muertos”.

La meteorología no ha acompañado en este semestre en el que se han encadenado temporales que también han reducido sensiblemente las ventas. No obstante, “los recibos los pagamos igual”, lamenta la vendedora. Ésta abona por un puesto de 8 metros “casi 209 euros al trimestre por 4 o 5 horas que montamos. Al año pagaríamos un local que podría abrir a diario”.

Coincide Javier, un veterano que vende ropa interior desde hace años en el mercadillo, en que “es increíble que con los temporales que ha habido este invierno y ningún concello redujo los pagos, cuando ha habido meses que solo hemos podido trabajar 10 días”. La única excepción, explica, “es Vigo, donde si no usas el espacio público no te lo cobran, que es lo lógico, lo increíble es lo contrario”.

En su caso el traslado desde la Alameda no le ha supuesto un bajón en las ventas. En Pontevedra “siempre he venido bien, pero sé que otros compañeros no están vendiendo ni la cuarta parte. En mi caso tengo clientela fija y me da igual” la ubicación de la feria, pero entiende “que la mayoría quiere ir” al centro.

Juan Carlos Tizón vende ropa en la feria desde hace más de 30 años. En la mañana de ayer lamentaba el poco ambiente y asegura que “mucha gente ya ni acude. Recogimos 8.000 firmas de comerciantes, cafeterías y tiendas que nos apoyan, porque habían incrementado las ventas; la ubicación en la Alameda es buena para todos, para nosotros, para los negocios de alrededor y también para el público”.

Conviene con otros de sus compañeros en que en la anterior ubicación “vendíamos tres veces más”. Desde la primera vez que instaló su puesto en Pontevedra, asegura haber visto “un gran deterioro, antes esto era una feria y ahora es un mercadillo”, hasta el punto de que en estas tres décadas “han caído más del 90% tanto las ventas como la gente que viene”.

En estos momentos los ambulantes están barajando nuevas protestas para exigir que la feria vuelva al centro. Demandan al gobierno local que “presente los informes técnicos que dijo que había encargado, poque en la Alameda todos esos informes eran positivos. Y ahora van 6 meses y nos siguen dando largas sin presentarlos”, critican los portavoces de los vendedores

Un grupo de clientas recorre los puestos de la feria.

Un grupo de clientas recorre los puestos de la feria. / Gustavo Santos

En estos momentos los ambulantes están barajando nuevas protestas para exigir que la feria vuelva al centro. Demandan al gobierno local que “presente los informes técnicos que dijo que había encargado, poque en la Alameda todos esos informes eran positivos. Y ahora van 6 meses y nos siguen dando largas sin presentarlos”, critican los portavoces de los vendedores.

Roberto es un joven que compró su puesto de bolsos “hace un año”, recuerda, “cuando pusieron la feria en la Alameda porque sabía que iba a funcionar”. Tras el cambio de ubicación, solo ve el negocio “como una inversión para cuando decidan trasladarlo”.

Y es que las ventas en su caso han caído más del 70%. “De ser un mercado bueno” en resultados, añade, “ahora no haces ni un 15%” de lo que obtenía en la Alameda.

Subraya que en estos momentos “la situación es muy complicada. Aquí viene mucha gente mayor y con estos días de lluvia que hemos pasado ya ni baja, ni cruza el puente, mientras que en el centro es más fácil que acudan y si quieres o no tienes que pasar por la Alameda”.

Es otro de los vendedores que recuerda que los informes de la Policía respaldaban el traslado “y también el pueblo está con nosotros. Aquí nos tienen muy mal”.

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