Las atracciones impulsan la hostelería

Casi una decena de locales de la plaza de España hacen el agosto gracias a La Peregrina

Los pontevedreses recorren las atracciones de la Alameda durante las fiestas de la Peregrina

Los pontevedreses recorren las atracciones de la Alameda durante las fiestas de la Peregrina / RAFA VAZQUEZ

Gala Dacosta

Un agosto más, los días grandes de Pontevedra dejan patente que la hostelería es una de las principales actividades dinamizadoras de la ciudad, y las fiestas de la Peregrina son las jornadas de mayor impulso económico de todo el año. En este sentido, los abundantes bares, cafés y restaurantes que rodean la plaza de España no tienen ningún tipo de duda sobre la influencia positiva de los conciertos y las atracciones en sus negocios.

Una cosa está clara: las terrazas están abarrotadas e incluso hay quien guarda cola para conseguir un sitio para tomar algo en el centro de la “movida” festiva pontevedresa. Con el programa en su ecuador, tal y como explican desde el café Dulce de Leche de Riestra, “las fiestas de la Peregrina nos dan la vida. Es mucho trabajo, pero también son la mayor parte de nuestros ingresos”.

Ya que gracias a este revulsivo hacen el verano, no hablan, por tanto, de polémicas como la pervivencia del botellón ni de los puestos ambulantes que acompañan a las atracciones de la Alameda: la ganancia que supone tener tantas opciones de ocio a su alrededor supera con creces las ganas de disputas.

Los bares y restaurantes que rodean la zona más frecuentada de estas semanas, que se acercan a una decena, están de acuerdo en que este verano, que está dejando un balance más que positivo para la hostelería, llega a su época de oro durante los días que duran las fiestas de la Peregrina. Todavía falta otro gran revulsivo para la época estival de Pontevedra, la Feira Franca, solo que la celebración se vuelca más hacia el centro histórico.

Pero volviendo a los días grandes, en la calle Riestra, locales como el Club del Café señalan que hay ambiente a todas horas, pero por las características de su negocio, pues su especialidad es el café tal y como su nombre indica, se acumulan muchas más personas por las mañanas: “Igual sí que estamos notando algo menos de gente que el año pasado, pero en general siempre se agradecen las atracciones de la feria por aquí porque dan mucho ambiente, tanto por la mañana como después, que es cuando empiezan a funcionar”, explican.

"Estamos notando algo menos de gente que el año pasado, pero en general siempre se agradecen las atracciones de la feria"

En esa misma calle, el Dulce de Leche por una parte reconoce que el trabajo es agotador y que las jornadas se intensifican, pero el aumento de los ingresos también va parejo. Por eso también aumentan las horas y el personal, porque por las noches la plaza de España se llena, con dos escenarios y multitud de atracciones mecánicas.

El café Al-Andalus nota también más afluencia, sobre todo a última hora de la tarde, constatado por el bar Gely y el Gastrobar Carolo: “Fueron días muy fuertes. En fiestas abrimos todos los días y tenemos reservas para comer, sobre todo”.

Y tanto que son días fuertes: en el gastrobar trabajan durante toda la jornada, desde los primeros cafés hasta la hora de las cenas. Tan solo hay un local de hostelería que tiene alguna palabra negativa sobre las atracciones situadas junto a la plaza de España. Se trata de El Cafetín, ubicado en medio del “meollo”, que se queja de que la feria de los sábados ya no se celebre en la Alameda y que en cambio sí que se instalen allí las atracciones y los puestos de comida ambulante, lo que en cierto modo disminuye la clientela de la terraza.

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