Profesionales de la UCI claman por "más" medios humanos para suplir “deficiencias estructurales”

Sanidade invirtió ocho millones de euros en la renovación de la Unidad de Cuidados Intensivos del hospital ourensano que se puso en funcionamiento hace aproximadamente un mes. Después de dos reuniones con la gerencia, las profesionales de la unidad, apoyadas por la comisión de centro, protestaron ayer a las puertas del CHUO para reivindicar y demandar “más” personal, con el objetivo de suplir las “deficiencias estructurales” que se hicieron con la renovación.

La UCI se encuentra en la cuarta planta a mano derecha. Según los profesionales sanitarios, enfermeras y técnicas en cuidados auxiliares de enfermería, la unidad pasó de ser “cuadrada” a “lineal, como una planta”. Y añaden que “eso provoca que no tengamos una visión y cuidado directo con los pacientes, como se tenía antes”. Es por ello que, ante ese hándicap arquitectónico de la infraestructura, plantearon en diversas reuniones que se aumentara el personal sanitario para poder atender “con la máxima calidad” a los pacientes y así subsanar esas “deficiencias”.

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Ayer, a las puertas del hospital, Belén González, presidenta de la comisión de centro, explicaba que hubo algunas deficiencias que se pudieron subsanar, otras que se está en vías de hacerlo, pero otras que “será imposible, por lo que pedimos aumentar el personal humano de forma que pasemos de tener 4 enfermeras, que hay en la actualidad, a 5 para poder dar la mejor calidad”. Las profesionales señalan que esa ratio haría mejor la atención que “se debe prestar en una UCI” y así cumplir el ratio que estipula el Ministerio de Sanidad.

Concretamente, dice que por cada enfermera debe haber dos pacientes, pero es que en la actual UCI del CHUO hay dos enfermeras para tres pacientes, “con la complejidad que ellos tienen”. Admiten que “hay ordenadores con pantallas de vídeo para vigilar a los pacientes, pero la tecnología no suple la necesidad de personal en este caso, porque el ratio es más elevado que el estipulado (2,5)”. Y ponen de ejemplo que si un paciente necesita hacer una prueba diagnóstica necesita de un acompañamiento por un profesional sanitario, lo que hace elevar la ratio con la enfermera que se queda.

La UCI ourensana es la primera de Galicia que se renueva después de la pandemia, aumentando a 30 las plazas para pacientes y las profesionales se quejan de que no les hayan consultado cuestiones técnicas de la infraestructura para poder prestar un servicio de calidad. “Tiene muchos elementos tecnológicos, pero tenemos dificultades técnicas por la distribución de la UCI. La tecnología no lo es todo”, añaden algunos de los profesionales.

Al grito de “falta personal en esta UCI” visibilizaron sus reivindicaciones ante la gerencia y demandan que “en la segunda fase de renovación que se está haciendo, escuchen las demandas de las profesionales para que no pasen de nuevo este tipo de cosas y podamos tener una distribución acorde para realizar nuestro trabajo”.

Más quejas

El Sindicato de Enfermería, Satse en Ourense reclama al CHUO que incremente el número de profesionales en la unidad de Ictus que próximamente comenzará a funcionar, para que esta no comience con “precariedad” y asegure el buen funcionamiento. Satse lamenta que “la implementación de este servicio, tan necesario en el área sanitaria, sea solo de manera administrativa y de protocolos de actuación”. El sindicato exige que su puesta en marcha debe tener un “aumento del número de profesionales necesarios para el desarrollo de la actividad, puesto que esta supone una mayor necesidad de vigilancia del enfermo y un mayor número de controles”.

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