La nueva UCI tendrá boxes aislados, alarma y cámaras para poder vigilar al paciente

El Servicio de Medicina Intensiva del Complejo Hospitalario de Ourense, acaba estrenar la nueva Unidad de Cuidados Intensivos, UCI, un macroproyecto que supera los ocho millones de euros, y que ofrece tecnología “a la vanguardia” y que servirá de modelo al resto de Europa.

La primera ventaja para pacientes y profesionales es que hay 30 boxes más en UCI, con lo que aumenta la capacidad para atender a más pacientes, y estos boxes serán independientes, con puertas automáticas que garantizan su privacidad, camas con cabecero flotante para. Cada box, explican “está separado por un cristal especial que tiene un mecanismo que puede oscurecerse para favorecer el descanso y respetar la intimidad del paciente, y los accesos cuentan con exclusas igualmente automatizadas y de apertura de seguridad”.

A esto se suma que el box en el que se encuentra cada paciente, contará con mecanismos de alarma e incluso cámaras que permiten saber en todo momento su estado ante cualquier incidencia.

“Es una unidad de vanguardia, equipada con los últimos avances en la atención de pacientes críticos, conjugando toda la experiencia acumulada en Europa por la pandemia” explican.

Con esta obra, el CHUO pasa a disponer de 2.300 metros cuadrados, distribuidos en tres áreas funcionales, con 30 boxes independientes, con áreas administrativas, de servicio y espacios destinados a familiares explican

Una UCI post-pandemia

Según explican el Sergas “esta será la primera UCI post-pandemia, con un concepto y estructura altamente exigente, no solo técnicamente sino también hacia los nuevos criterios de humanización, seguridad y manejo de pacientes” explican.

Será por tanto innovadora “en cuanto a climatización y aislamiento, a la dimensión de los puestos, la iluminación, e intuitiva para integrar el uso de TIC y equipamientos electromédicos y de alta tecnología, habituales en la actualidad, por lo que servirá de modelo para las nuevas UCIs que se construyan en Europa”.

El traslado y estreno del nuevo espacio de UCI, facilita así el inicio de los trabajos de la segunda fase, que igualará y unirá ambos espacios, aumentando hasta esos 30 boxes.

Climatización independiente

Se atienden además los nuevos requisitos para pacientes contagiosos, por lo que la nueva unidad cuenta con una especial climatización, aislada del resto del hospital. Por ello los trabajos están previstos en dos fases: nuevos espacios y remodelación de los ocupados hasta ahora por la unidad.

Al mismo tiempo para mantener el número de camas de la UCI mientras duren las obras, se adaptó un espacio con diez camas en la misma planta, dentro de la Unidad de Reanimación Post-Quirúrgica, espacio que ya se ocupó con esta función durante la primera onda de la pandemia.

Este lunes arrancaron los trabajos de demolición de la vieja UCI y se trabajará en la adecuación del proyecto reforzando los techos para la instalación de los cabeceros y reformando la distribución.

También se aplican avances en cuanto a electricidad y redes de datos; sistemas de aviso y alarmas; cámaras de seguimiento y control; saneamiento colgado; red de fluxores que emplearán agua reciclada; conductos de climatización o transporte neumático y red de gases medicinales entre otros.

Según explica la gerencia hospitalaria, para garantizar la atención a los pacientes en tanto se realizan las obras de mejora, ha sido necesario, explican “una perfecta coordinación entre los equipos de obras y el personal técnico y directivo del hospital, tratando de diminuir al máximo los ruidos, y la generación de polvo, contando en todo momento con la supervisión y autorización del Servicio de Medicina Preventiva”.

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