Un libro de “dignidad y justicia” sobre la exhumación de los siete asturianos fusilados en Celanova

Un libro de “verdad, dignidad y justicia”. Así fue como definió el antropólogo forense del Imelga, Fernando Serrulla, la obra que el mismo coordinó y en el que participaron activamente administraciones públicas, equipos de investigación, comunidad social de Celanova y todos los involucrados en el proceso de exhumación de los siete asturianos fusilados en 1939 en el cementerio de Celanova a manos del bando franquista.

En la exhumación participaron un equipo multidisciplinar desde profesionales en historia y documentación, pasando por arqueólogos, el propio Serrulla y el equipo de genetistas del grupo Luis Concheiro de la USC. Todos ellos, bajo el amparo económico del Gobierno central y también con la colaboración de la Xunta de Galicia en un plan de Memoria Histórica.

Hixinio Araúxo, secretario del Comité de Memoria Histórica de Celanova, fue el encargado de abrir el acto agradeciendo el trabajo de todos los implicados “desde el equipo que trabajo en la fosa, hasta todas las administraciones involucradas”. Presentó a Mario César Vila, director de la empresa Tempos Arqueólogos, que habló sobre el proceso de exhumación de los cadáveres y cómo lo abordaron en las dos semanas que duraron los trabajos sobre la tierra.

Fernando Serrulla agradeció a “muchas personas que participaron en este proceso” y arguyó que “esto es gracias a las familias, porque son el centro del trabajo, sin familias no habría reparación, dignidad ni justicia. Celanova es un lugar de memoria para siempre”.

Emilio González, subdelegado del Gobierno en Ourense, clausuró el acto diciendo que “es un honor y una satisfacción que contasen conmigo para el prólogo de un libro que está cargado de dignidad y compromiso democrático”.

Otras dos posibles identificaciones

Desde el Gobierno de Asturias junto con la colaboración de la periodista de RTVE Asturias Patricia Martínez, el equipo multidisciplinar puede estar ante el camino de identificar a dos personas más basándose en el perfil genético de dos familiares de Baldomero Vigil-Escalera Vallejo y de Mariano Blanco. Fernando Serrulla señaló ayer que “en las próximas semanas tomaremos las muestras de ADN de la familia y veremos si podrían ser compatibles con las de algunos de ellos”. Un proceso, el de Celanova que es sinónimo de éxito, y que todavía lo puede ser más.

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