El percebe en Bueu sigue en estado crítico y el sector se plantea un nuevo paro

Los percebeiros continuarán trabajando al menos hasta final de enero

Esta semana cambiaron Ons por la zona de Cabo Udra

Los percebeiros se ahogan: la falta de capturas los aboca a un nuevo paro

R. M.

La situación del percebe en el ámbito de la Cofradía de Bueu se mantiene en estado crítico y la agrupación de percebeiros se plantea un nuevo cese de actividad a partir del mes de febrero. El sector ya se acogió a una parada durante el año 2023, que contó con el apoyo económico de la Consellería do Mar, pero no se tradujo en una recuperación del recurso. Más aún, desde la cofradía advierten de que algunas zonas de la cara oeste de la isla de Ons, que estaban cubiertas permanentemente por una manta de percebe están ahora completamente vacías.

Esta semana el patrón mayor de Bueu, José Manuel Rosas, y los percebeiros mantuvieron una reunión para valorar la situación actual y debatir posibles acciones inmediatas. De momento se ha acordado solicitar la apertura de las zonas de producción hasta finales del mes de enero y mantener las dos jornadas de trabajo semanales. No obstante, la intención es volver a parar a partir del mes de febrero. Una parada que tendrá que ser de varios meses y para la cual todavía habrá que negociar las posibles condiciones.

El sector del percebe de Bueu registró en 2022 y 2023 los peores años de su historia, al menos desde que existen registros. En 2022 las capturas apenas fueron de 3.800 kilos, que supusieron unas ventas de casi 144.000 euros. El año pasado las capturas fueron de 2.200 kilos y la facturación no llegó a los 87.000 euros. El ejercicio 2023 estuvo marcado por un paro de cuatro meses –entre abril y julio, ambos incluidos– y los percebeiros regresaron al mar en agosto. Lo hicieron bajo dos premisas: dos días de trabajo a la semana y una cuota máxima de cuatro kilos por persona. La agrupación está formada por casi una veintena de embarcaciones y medio centenar de personas, aunque muchas también pueden trabajar en otras artes.

La Cofradía de Bueu sostiene que la dramática caída en la producción del percebe no se puede atribuir únicamente al trabajo del sector, sino que tiene que haber otras causas externas. “Las rocas están completamente limpias, como si saliesen de una cantera, y no hay presencia de ‘arneirón’, que es lo que ayuda a fijar el marisco”, insiste José Manuel Rosas. El pósito solicitó a la Consellería do Mar que acudiese con sus biólogos a la zona para realizar un estudio e intentar determinar las causas de esta alarmante escasez. Los técnicos estuvieron en la cara exterior de Ons en los últimos meses, pero de momento aún no hay conclusiones definitivas.

La última vez que los percebeiros de Bueu fueron al mar fue esta misma semana, pero no trabajaron en la isla de Ons. El martes saltaron en las rocas del entorno de Cabo Udra, que es otro de los puntos reservados para la extracción de percebe.

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