Vigo apaga un alumbrado de récord: "La Navidad de Vigo se convirtió en la Navidad del mundo"

La Navidad de Vigo ha llegado a su fin. Este domingo a las 20.00 horas, se apagaron los 11 millones de ledes que iluminaron unas 400 calles de la ciudad desde el pasado 19 de noviembre; progresivamente, se irán desmontando también los diferentes iconos que engalanaron el centro. Con todo, dos atracciones todavía permanecerán abiertas hasta el 30 de enero: la pista de hielo y la de karts en Samil. La urbe cierra una etapa en la que acumuló datos históricos: nunca antes habían llegado tantos turistas. "Batió todos los récords", clamó emocionado el alcalde, Abel Caballero, en el breve acto de esta tarde celebrado en Porta do Sol.

Respetado tan solo un minutos por la lluvia, Caballero puso punto final a la época de la cual Vigo ya es capital española tras prolongar una semana este momento a petición de los hosteleros. Ante un nutrido público en Porta do Sol, aunque mucho menor que en el encendido, y bajo el árbol gigante, el regidor destacó que este día "deja la añoranza del tiempo que vivimos". "Lo que más me gusta de esta Navidad es que venga gente de todos los sitios y se reúna aquí", esgrimió.

Caballero agradeció a los turistas llegados de diferentes partes del mundo su parada en la urbe: "Los queremos y sentimos su amistad"

Asimismo, contó una anécdota que experimentó minutos antes del apagado. "Alguna gente me paró y me dijo 'nos da un poco de nostalgia (que acabe la Navidad)', porque fue una ilusión", relató, al mismo tiempo que contó que la "gente mayor" le comentó que todo lo preparado durante estas fechas festivas les recordó a sus épocas de antaño. Además, tras mencionar a los vecinos trabajadores de Vigo, agradeció a los turistas llegados de diferentes partes del mundo su parada en la urbe: "Los queremos y sentimos su amistad. La Navidad de Vigo se hizo la Navidad del mundo".

Finalmente, Caballero instó a todos a esperanzarse con la próxima fiesta navideña. "La cuenta atrás es también para la siguiente Navidad porque vamos a ser maravillosa; invito a toda España, a Galicia y al mundo a que empiecen a reservar porque esta fue la mejor Navidad que hizo ninguna ciudad en el planeta". La cita fue retransmitida en directo a través de FARO y los canales oficiales del Concello.

Una Navidad de récord

La ciudad más poblada de Galicia ha dejado atrás su Navidad más potente, en la que se estrenaron nuevos atractivos como la pista de hielo de la plaza de Portugal, la enorme y brillante estrella polar en Policarpo Sanz o la montaña rusa en la plaza de Compostela. Según datos ofrecidos por el propio consistorio olívico, la ocupación hotelera media en diciembre fue del 77 %, alcanzando el 93 % en el periodo navideño y el 100 % en los fines de semana y los puentes. “La ocupación subió casi 11 puntos con respecto a 2019, que ya era la más alta de la historia”, precisó Caballero. Situación similar disfrutó la hostelería y el comercio.

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El día D se vivió el sábado 17 de diciembre tras constatarse el día con la mayor entrada de vehículos en la ciudad desde que hay registros -coincidiendo con la Papanoelada Motera-: más de 52.000, según cálculos realizados por la Policía Local. Ello conllevó igualmente inconvenientes en lo que respecta al tráfico entre vecinos de Vigo, que vieron cómo incluso algunos conductores, en su inmensa mayoría portugueses, dejaron sus coches aparcados hasta en el túnel de Beiramar -con la consecuente multa-.

Esta Navidad supuso paralelamente todo un reto para el Concello, pues acechaba la necesidad de un ahorro energético aupado desde el propio Gobierno de España. Ante tal desafío, el regidor vigués acortó el tiempo de iluminación diaria en una hora (de 18.30 h a 00.30 h), lo cual se tradujo, en sus propias palabras, en un ahorro "de más del 14 %", a la par que subrayó, semanas atrás, que la energía pública de la ciudad procede de fuentes renovables.

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Un brillante ejemplo de marketing urbano

Vigo ya piensa en el encuentro navideño de este 2023, que previsiblemente incorporará novedades con respecto a los anteriores, como de costumbre. Sin ir más lejos, el pasado año, la instalación de las luces comenzó ya en pleno verano, a comienzos de agosto.