Almuiña deja el Puerto tras dos años al frente para disputar la Alcaldía de Baiona para el PP

Promete “reconstruir” el municipio que gobernó durante once años porque considera que “está en su peor momento de los últimos 30-40 años” con el tripartito PSOE-BNG-Nós

Alfonso Rueda, Vázquez Almuiña y Luis López, esta tarde-noche en la presentación del segundo como candidato a la alcaldía de Baiona

Alfonso Rueda, Vázquez Almuiña y Luis López, esta tarde-noche en la presentación del segundo como candidato a la alcaldía de Baiona / Marta G. Brea

“Baiona está en su peor momento de los últimos 30-40 años”. Es la razón fundamental por la que Jesús Vázquez Almuíña tomó la decisión de dejar la presidencia del Puerto de Vigo y volver a la política local para reconquistar la Alcaldía baionesa para el PP. Así lo explicó ayer ante el abarrotado salón del hotel Bahía. Acompañado de decenas de simpatizantes, del presidente de la Xunta, Alfonso Rueda, y de las cúpulas del partido en Galicia y Pontevedra al completo, el ya alcaldable popular aseveró que “hay que reconstruir Baiona” tras el paso del tripartito PSOE-BNG-Nós.

Continuará al frente de la Autoridad Portuaria hasta mayo y en los próximos cuatro meses espera culminar proyectos como la aplicación que “permita conocer lo que pasa en el agua a toda la ciudadanía”, la ampliación del paseo de O Berbés, la lonja 4.0 autosuficiente con paneles solares y “muchas iniciativas medioambientales”.

Pero ahora, aseguró, Baiona es su “prioridad”. “Acepto el reto de conseguir por quinta vez una mayoría que conforme un gobierno estable”, recalcó el exalcalde que ganó cuatro elecciones municipales entre 2003 y 2015. En las primeras no logró formar gobierno inicialmente, aunque derrocó al bipartito PSOE-BNG un año después mediante una moción de censura.

No costó mucho convencerlo del regreso, según aseguró Rueda durante el acto. “Está donde se le necesita y donde cree que lo puede hacer bien. Y donde lo va a hacer mejor que nadie y donde se le necesita es como alcalde de Baiona. Le dolía cómo estaba Baiona, un pueblo con un enorme potencial que retrocedió en cuatro años lo que parecía imposible”, recalcó.

El presidente provincial del PP, Luis López, le agradeció la disposición. “Grazas por asumir riscos, porque Sito –como se le conoce popularmente en Baiona– estaba nunha situación de confort e o risco que asume é sumamente importante”. El dirigente ha visitado ya en los últimos meses la gran mayoría de los municipios pontevedreses para dar a conocer al o la cabeza de lista y Baiona había quedado pendiente de la decisión de Almuíña, “o candidato que pedía Baiona”, subrayó.

El aludido también mostró su gratitud a los presentes por el apoyo, pero les advirtió: “no deis nada por hecho, el partido se juega ese día”, ante las urnas. Él lo hizo ya cuatro veces con éxito y aunque hace ya siete años que Feijóo lo llamó para ocupar el cargo de conselleiro de Sanidad, afirma no estar de vuelta “porque nunca me fui de Baiona”.

Allí nació hace 60 años y allí debutó en la política municipal hace ya veinte años tras una carrera dedicada a la Medicina como facultativo Povisa y en el Meixoeiro y después en cargos de responsabilidad como el que ocupó al frente de este último hospital y coo director provincial del Sergas en Pontevedra. El mismo escenario elegido para confirmar su regreso a la arena local fue el que le sirvió para presentarse ante los vecinos como candidato por el PP en 2003, con el entonces ministro de Interior Mariano Rajoy al lado. Su lista fue la más votada pero PSOE y BNG pactaban un bipartito que derrocó un año más tarde gracias a una moción de censura, con el apoyo de dos formaciones independientes ya desaparecidas Coalición Miñorana y Vecinos Independientes de Baiona, lideradas por los históricos alcaldes baioneses Manuel Vilar y Benigno Rodríguez Quintas, respectivamente. En la siguiente cita electoral, en 2007, los populares recuperaron posiciones, pero la mayoría absoluta llegó en 2011 y la revalidó en 2015.

Tan solo unos meses después de ganar sus terceras elecciones municipales, el entonces presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, lo llamó a formar parte del Ejecutivo autonómico como conselleiro de Sanidade. Un ascenso que le puso delante desafíos como la polémica apertura del hospital Álvaro Cunqueiro y la gestión de la pandemia en sus primeros y más complicados momentos.

Dejó el Gobierno gallego tras las autonómicas de 2020. Y tras un breve período apartado de la vida pública, fue nombrado en noviembre de 2020 presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo.

El PP apuesta por él como valor seguro para recuperar Baiona y la Diputación de Pontevedra. La comarca miñorana había sido un bastión para la formación conservadora durante décadas y solo Almuíña había logrado mantener el gobierno baionés con mayoría absoluta en las elecciones de 2015, cuando los vecinos municipios de Nigrán y Gondomar pasaban a manos del PSOE. Su marcha a Santiago, sostienen muchas voces de la política local, propició el batacazo de la formación en la última cita electoral.  

Su salida de la Autoridad Portuaria no será efectiva de forma inmediata, por lo que podría inaugurar algunas de las obras actualmente en marcha. Para este 2022 hay prevista una inversión de 84 millones de euros, el récord de la última década, entre las que destacan el segundo silo de vehículos de Bouzas, la terminal ferroviaria de la Plisan o el visor submarino de A Laxe. También destaca la reconversión del faro de Cabo Silleiro en un hotel-restaurante, proyecto que supondrá su último “as” para recuperar el bastón de mando en su villa natal.

Su mandato finalizará como el tercero más breve de los diez que ha habido al frente del Puerto desde que en 1983 la Xunta asumió la designación de sus presidentes, solamente por detrás de Abel Caballero, entre octubre de 2005 y mayo de 2007, o del vilagarciano Jesús Paz Arias, que lo sucedió hasta mayo de 2009. De esta forma se abrirá un nuevo tiempo para el Puerto vigués sin que haya ningún candidato definido.