Una aseguradora compensará a un vigués tras declarar siniestro total un coche que se podía reparar

La compañía defendía que pagarle más que el valor de mercado del vehículo supondría "un enriquecimiento injusto", pero los juzgados le impusieron una indemnización extra del 30 por ciento

En otro pleito, una pareja fue condenada a abonar 4.000 euros a la empresa de renting tras devolver el coche un año después de lo pactado

Un accidente múltiple en la A-52

Un accidente múltiple en la A-52 / Eurorrexión

Un vigués acaba de imponerse en los juzgados ante su aseguradora, que había decidido unilateralmente el siniestro total de su vehículo, después de sufrir un accidente en el que no tuvo responsabilidad. La aseguradora, que había soslayado la posibilidad de una reparación, solo le ofrecía el valor de mercado del coche antes del incidente, pero la Audiencia Provincial ha añadido una compensación que cubra las molestias generadas, los gastos en impuestos que supone la compra de un vehículo nuevo y los "riesgos ocultos" que conlleva esa adquisición.

El conductor, que "no cuenta con recursos económicos", demandó a su aseguradora, AXA, al sentirse perjudicado por privarle de la posibilidad de arreglar el vehículo. El coste de la reparación se calculó en 3.620,97 euros, mientras que el valor de mercado del coche, antes del accidente, se estimó en 3.460. La correduría optó por declarar el siniestro total al ser más caro el arreglo que el precio del vehículo y, ya en sede judicial, argumentó que aplicar una compensación a mayores supondría un "enriquecimiento indebido e injusto" para el demandante.

El Juzgado de Primera Instancia n.º 7 de Vigo dio una pequeña victoria para el dueño del coche, al imponer un recargo del 10 por ciento sobre el valor de mercado, esto es, una indemnización de 3.806 euros más los intereses. Pero no se conformó y la Sección Sexta de la Audiencia aumentó hasta el 30 por ciento el porcentaje de la compensación, de modo que finalmente recibirá 4.498 euros más los intereses, además de las costas.

Un taller de reparación de vehículos

Un taller de reparación de vehículos / Víctor Echave

Molestias y daños

Los magistrados aceptan la tesis de la defensa del vigués, y recordaban que el valor de afección en estos casos se sitúa por lo general en el 30 por ciento. Ese porcentaje, explica la sentencia, "trata de paliar la pérdida del vehículo en su integridad, no solo el coste económico de otro de similares características, sino que contempla un valor que va más allá y que depende de factores como la utilidad que tenía el coche para él".

El objetivo de esa compensación, en definitiva, es cubrir "las molestias y los daños que haya percibido el dueño del vehículo accidentado", además del "riesgo de vicios ocultos y los gastos relacionados con la transmisión, matriculación y los impuestos".

En el fallo, se expone que el derecho a la reparación "no es absoluto", y uno de sus límites es que el valor de la reparación sea superior al precio del vehículo. Los magistrados admiten la "peculiariedad" de este caso, al ser tan próximas ambas cuantías, pero concluyen que el conductor sí tenía derecho a obtener la restitutio in integrum, esto es, el arreglo. Una vez que la aseguradora optó por declarar el siniestro total, ven adecuado seguir la doctrina de aplicar una compensación a mayores del 30 por ciento, que es el mismo porcentaje que la propia empresa había ofrecido antes de que se judicializase el caso.

Condenados a pagar 4.000 euros a la empresa de alquiler de coches

En otro pleito con un coche como elemento central, una pareja ha sido condenada a abonar 3.923, 23 euros más los intereses a la empresa de alquiler de vehículos Volskwagen Reting S. A. Los demandados habían rentado un turismo por tres años, pero no lo entregaron hasta un año después de finalizar el contrato.

El juzgado de primera instancia les había impuesto una cuantía superior, de 4.386,5 euros, pero la Audiencia Provincial rebajó los 463,99 euros que habían abonado por uno de los meses que ese último año extra que tuvieron el vehículo. El contrato estipulaba que, de no entregarse el coche, se prorrogarían tácitamente las condiciones.

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