La gran familia de Balaídos se conjura para ayudar a la salvación del Celta

Miembros de diferentes peñas reunidos en el estadio expresan su satisfacción con el equipo de Claudio Giráldez y su confianza en lograr ya esta noche la permanencia

Miembros de diferentes peñas reunidos en Balaídos se conjuran para ayudar a la salvación del Celta

Ricardo Grobas

Armando Álvarez

Armando Álvarez

“Hace un año estaba dentro de la barriga y ahora, fuera. Pero sufriendo igual”, resume Gabriela Álvarez Molares. Roque, su hijo, la mira fijamente, como comprendiendo su destino, que es gozo y bendita condena. El pequeño pisó por primera vez el césped de Balaídos durante la gestación. Asistió a la clausura de la pasada temporada ante el Barcelona sin saberlo, aunque quizá sintiendo las vibraciones de aquella noche a través de la placenta. Nació con una permanencia bajo el brazo. Hoy no podrá asistir al encuentro. “No son horas”, conviene Gabriela. “Esperemos que se despierte con una alegría”.

El Celta se compendia en esta breve existencia. Gabriela, encinta de cinco meses, participó el pasado 2 de junio en un reportaje de mujeres celtistas con Alicia Barreiro, la abonada número 1 del club. El día 3 participó en la grabación del vídeo de “Oliveira dos cen anos” en Rande. El día 4 asistió jubilosa a la victoria sobre el Barcelona. Y siempre estaba allí Roque, resguardado en su vientre, hasta que nació el 30 de septiembre. En la habitación del Cunqueiro sonaba el himno compuesto por C. Tangana. Ya como abonado 21.131, Roque asistió a su primer partido con dos meses. Ha repetido en todos los que se han disputado a mediodía; el último, contra el Villarreal. “Estuvo muy concentrado durante la primera parte”, asegura su madre. Aunque todavía no comprenda la delicada geometría del fútbol, en la impronta de su memoria se habrá grabado la temporada; sus convulsiones y sinsabores, pero también esa esperanza que queda por culminar. “Por lo menos esperamos llegar tranquilos a las últimas jornadas y no sufriendo como siempre”, anhela Gabriela.

Roque, en brazos de su madre, Gabriela. |  // R. GROBAS

Roque, en brazos de su madre, Gabriela. | // R. GROBAS / Armando Álvarez

En esta ocasión se anticipa la congregación de aficionados, en la antepenúltima jornada y la penúltima semana de la Liga. Y se varía el reclutamiento. Acuden miembros de diversas peñas: Zoqueiros, Terra Celeste, Tudense, Le-Chuzas, Movida Celeste, Natxo Insa, Carcamáns, Colectivo Nós, Comando Celta, Sempre co Celta y Alento Celeste... A colaborar, precisamente, en esa tarea de alentar al equipo en un esfuerzo que se pretende el último. El pequeño Pablo tiene tan claro lo que se necesita como lo que se conseguirá. “Va a perder el Cádiz y va a ganar el Celta”, pronostica con rotundidad.

A diferencia de la pasada temporada, donde se palpaba más deseo que optimismo, la encuesta breve entre los presentes confirma que el estilo que predica Claudio Giráldez ha calado entre el celtismo. Para Aparicio, la permanencia debe ser la consecuencia lógica de los méritos que el equipo está acumulando sobre el césped. “Espero que se confirme la realidad de este nuevo Celta y que ganemos. Es importante”, analiza. “Confirmado con muchos compañeros socios del Celta, nos da tranquilidad esta nueva situación. Ves a jugadores que estaban tristes y ahora juegan al fútbol alegres. Solo hace falta un poquito de suerte. Con todos al lado del gran capitán, que es Iago Aspas, creo que lo vamos a sacar adelante”.

No espera, en cualquier caso, que el Athletic Club facilite la tarea, sino que el Celta esté a la altura de la trascendencia del encuentro. “Es un gran equipo y es serio, responsable”, comenta Aparicio sobre la escuadra bilbaína. “Ellos tienen que salir a ganar. Y nosotros tenemos que ser mejores que ellos y poner esa garra que siempre tuvimos en el Celta para ganar a los leones”.

A la tudense Fina, lo confiesa, sí que no le importaría que el rival facilitase un tanto la tarea. “Esperemos que gañe o Celta, 1-0 é suficiente, e que o Bilbao non veña con moitas forzas se é necesario”. Pero sí comparte esa visión positiva de la gestión que está realizando Giráldez: “O equipo, dende que o colleu Claudio, está fenomenal, con moitas forzas. Nótase nos xogadores máis ánimo. Esperemos que deste ano non toque sufrir co Valencia, como o ano pasado co Barcelona”.

No les llevará la contraria Javi, de la peña Zoqueiros; porriñeses, en suma, que tienen a Claudio como hijo predilecto de la localidad. “Espero gañar para celebrar. Como xoga o Cádiz antes, igual ata nos vale un empate. O bonito sería gañar e olvidar esta temporada difícil; como bos porriñeses que somos, e o pedazo de adestrador que temos de Porriño, para o ano que ven empezar un proxecto novo. Eu penso que vai furrular porque ten unhas ideas de fútbol espectaculares”.

Para Javi, no existe duda alguna de la feliz conclusión, más allá de la fecha en que se produzca: “Penso que a permanencia está feita. Vamos xogar co Granada, que non se xoga nada, co Valencia… Son tres balas que temos na recámara. Sempre tes aí ese medo, pero igual nos salvamos antes que outras temporadas”.

El grupo canta, ondea bufandas y banderines, y se fotografía con el estadio vacío al fondo, sabiendo que hoy se llenará de carne palpitante y vocinglera. Hay niños, adultos y ancianos; de todas las tallas, generos y condiciones. Rodean a Roque. Con todas esas personas, en los años que vendrán, latirá al unísono. Él no lo sabe aún pero todos los miles que aguardan en vilo el partido de esta noche son también su familia.

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