Vecinos y hosteleros piden ayuda para la carretera A Lanzada-Pedras Negras

Reclaman a la Xunta que actúe para mejorar los servicios y garantizar la seguridad

Se suman a la vieja reivindicación de aceras y alumbrado planteada por el alcalde

Demandan que se actúe “antes del verano”

La de Luis A. Mestre también se deteriora cada vez más

La deteriorada calle de Luis A. Mestre, cuya reforma por parte de la Xunta sigue pendiente, como sucede con la carretera A Lanzada-San Vicente do Mar.

La deteriorada calle de Luis A. Mestre, cuya reforma por parte de la Xunta sigue pendiente, como sucede con la carretera A Lanzada-San Vicente do Mar. / Iñaki Abella

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Vecinos y hosteleros reclaman soluciones a la Xunta. Piden que se adopten “medidas de seguridad” en la carretera que avanza desde el istmo de A Lanzada hacia Pedras Negras (San Vicente do Mar).

Se trata del conocido como acceso oeste de O Grove, es decir, la carretera PO-317. Uno de los viales más concurridos y a veces colapsados no solo de O Grove, sino de toda Galicia, cuando llega el verano.

Por Raeiros y Area da Cruz

Es un trayecto que discurre paralelo a la costa, dejando a un lado las playas de A Lanzada, Raeiros y Area Cruz y, al otro, el centro vacacional-pousada de A Lanzada y los populares chalés de Balea.

El acceso oeste de O Grove.

El acceso oeste de O Grove. / Iñaki Abella

De un tiempo a esta parte se ha convertido en la nueva “milla de oro” de la localidad meca, ya que alberga una gran cantidad de bares, chiringuitos, hoteles, campings, restaurantes y demás negocios turísticos.

Todo esto, junto a la presencia a pie de carretera del colegio y el instituto de As Bizocas, implica un riesgo extra durante el curso escolar y un lleno absoluto en temporada alta, de ahí que los vecinos y los hosteleros demanden medidas de seguridad que, a su juicio, deben ejecutarse de inmediato, “antes de que llegue el verano y regresen los atascos y peligros”.

Accesibilidad

Lo que demandan a la Xunta es unas nuevas aceras, ya que “las actuales incumplen las normas básicas de seguridad y accesibilidad”.

También proponen la dotación de pasos de peatones, mejor señalización horizontal y vertical, la instalación de un nuevo alumbrado público y, en definitiva, la adopción de todas aquellas medidas que garanticen la “seguridad y calidad de vida” de vecinos y visitantes.

La carretera PO-317.

La carretera PO-317. / Iñaki Abella

Se trata de argumentos repetidos hasta la saciedad durante los últimos años y convertidos en una de las reivindicaciones permanentes del alcalde grovense, el socialista José Cacabelos Rico.

Ayer, preguntado sobre esta demanda ciudadana, insistía en que “no es cuestión de polemizar con la Xunta ni nada parecido, sino de reclamar lo que es de justicia, por eso llevamos tanto tiempo pidiendo que se nos trate como a otros municipios y se mejore esta importante y transitada carretera”.

El primer edil ya puso como ejemplo en otras ocasiones anteriores la mejora del trazado desde A Lanzada hacia Portonovo, en Sanxenxo, de ahí que se aferre a ese tipo de inversiones de la Xunta para pedir al gobierno de Alfonso Rueda que haga lo propio en el municipio meco.

Luis A. Mestre

Al plantear esto, Cacabelos no puede dejar de referirse a otra carretera dependiente de la Xunta que se encuentra en pésimas condiciones, como es la PO-316, en el tramo comprendido entre el Alto de Borreiros y el Cruce do Guardia.

Es la conocida como avenida de Luis A. Mestre, que el Concello aspira a tutelar, asumiéndola como suya e incorporándola a la red de viales municipales, si precisamente la Xunta acomete su puesta a punto.

Una reforma que pasa por la reposición de todos los servicios y de un pavimento cada vez más destrozado y peligroso.

El asfaltado realizado en Ardia el pasado mes de octubre.

El asfaltado realizado en Ardia el pasado mes de octubre. / Iñaki Abella

Preocupación por el asfaltado de octubre

Por otra parte, pero también en relación con la red viaria meca, hay que recordar que el pasado mes de octubre la Xunta de Galicia acometió unas labores de asfaltado que generaron una importante polémica, ya que, como había sucedido unos años antes, se llevaron a cabo a las puertas de la villa grovense en plena celebración de la Festa do Marisco, con lo que esto supone de caos para la circulación rodada.

Siete meses después la preocupación en torno a esas obras en el barrio de Ardia es otra, pues parece ser que “el parcheado realizado entonces empieza a deteriorarse ya, y más pronto que tarde causará muchos problemas”, esgrimen en el Concello.

Pero eso no es todo, sino que lamentan que “después de tanto tiempo desde aquel asfaltado que la Xunta parecía tener tanta prisa en ejecutar, cuando podían haberlo hecho antes de la fiesta o esperar a que terminara, pues resulta que la señalización horizontal sigue brillando por su ausencia, lo cual aumenta el peligro en la principal carretera de entrada al centro de O Grove”.

En el gobierno de José Cacabelos entienden que “en el contrato de adjudicación de la Xunta figuraba el repintado del vial, pero los parches de asfalto que se hicieron taparon la pintura que había y la carretera sigue sin señalizar desde entonces, por lo que debemos reclamar a la Xunta que lo haga”.

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