Arqueólogos de la UVigo ultiman un sondeo en Cortegada en busca de un yacimiento romano

Los trabajos son inminentes | Si la prospección resulta esperanzadora y se ejecutan excavaciones, serían las primeras en tierra | La hipótesis del pecio pierde fuelle debido a la heterogeneidad temporal de los hallazgos

Miembros del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüedade e Territorio (GEEAT) de la UVigo en la isla de Ons.

Miembros del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüedade e Territorio (GEEAT) de la UVigo en la isla de Ons. / Cedida

María López

María López

Los investigadores del Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüedade e Territorio (GEAAT) de la Universidad de Vigo desembarcarán en las próximas semanas en Cortegada para realizar una prospección arqueológica en tierra encaminada a verificar si la isla carrilexa albergó un yacimiento romano. Si las primeras impresiones son alentadoras, el equipo liderado por el arqueólogo Adolfo Fernández procederá a realizar un sondeo, lo que significaría la primera excavación en la zona terrestre de la isla. La actuación comenzará a ejecutarse en menos de un mes en el marco del proyecto Sentinela financiado por el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Esta campaña, que ya se desarrolló en 2023 en varios archipiélagos de Illas Atlánticas (como Sálvora y Ons), pretende confeccionar una nueva catalogación del patrimonio cultural del parque, especialmente en la rama arqueológica. Este es uno de los dos ámbitos de estudio, junto con el mapa de vulnerabilidad de los elementos más afectados por la presión humana y la erosión marina, que en el caso de Cortegada son escasos ya que en primer lugar la isla no soporta afluencias masivas de visitantes y, en segundo, se encuentra emplazada en el interior de la ría.

El arqueólogo Adolfo Fernández ha sido el encargado de estudiar el material descubierto en la prospección subacuática de noviembre de 2021 en Punta Fradiño, en las inmediaciones de Cortegada. Se localizaron varios restos de ánforas, pero no todas de la misma época, por lo que los investigadores se inclinan hacia la hipótesis de que quizá no exista ningún barco hundido en las aguas de Cortegada.

“Mi idea es que no se trata de un pecio porque el material en esos casos suele ser homogéneo, de la misma época, como el caso del “Cabo de Mar” en la ría de Vigo; mientras que el que va apareciendo de Cortegada es bastante heterogéneo"

Adolfo Fernández

— Arqueólogo del GEATT de la Universidad de Vigo

¿Un fondeadero?

No obstante el miembro del GEAAT se muestra cauto y precisa que será necesario analizar “con calma” todos los hallazgos encontrados en las distintas intervenciones. “Mi idea es que no se trata de un pecio porque el material en esos casos suele ser homogéneo, de la misma época, como el caso del “Cabo de Mar” en la ría de Vigo; mientras que el que va apareciendo de Cortegada es bastante heterogéneo, sobre todo de mediados del siglo I d.C. pero puede haber ánforas más antiguas”, expresa Adolfo Fernández. “Mi impresión apunta más a un fondeadero en el que los barcos arrojaban allí material, pero insisto en que es necesario estudiar todo el material, a ver si este año se puede hacer”, añade.

Pese a los restos hallados en aguas de Cortegada, por el momento no se ha podido confirmar si los romanos se asentaron allí.

Las primeras referencias de un posible pecio romano en las inmediaciones datan de los años 1982 y 1983 con la aparición de algunas ánforas. En 2021 se desempeñaron trabajos subacuáticos para buscar el supuesto barco pero tampoco se halló confirmación alguna.

No se descarta que en el caso de que se produjese un naufragio, el buque fuese arrasado por la fuerte sedimentación y corrientes de la ría o bien que esté cubierto por la arena del fondo marino. Por ahora continúa siendo una incógnita.

Esta ánfora tipo Dressel 2-4 fue hallada en Cortegada.  | // CEDIDA

Esta ánfora tipo Dressel 2-4 fue hallada en Cortegada. / Cedida

La primera ánfora fabricada en África y documentada en Galicia es de la isla carrilexa

Los investigadores del GEATT de la Universidad de Vigo consiguieron identificar una ánfora romana que había sido descubierta mucho tiempo atrás en aguas de Cortegada por parte de un vecino de Carril. En 2014 este ciudadano decidió donarla al Parque Nacional das Illas Atlánticas de Galicia y fue ahí cuando los arqueólogos de la UVigo pudieron estudiar el hallazgo. Se trata de un ejemplar tipo Dressel 2-4, uno de los modelos más populares que se produjeron en el Mediterráneo entre el siglo I a.C. y finales del I d.C. De la citada ánfora se conserva su parte superior, cuello y boca, pero no las asas.

Para transportar vino

El trabajo realizado por el arqueólogo Adolfo Fernández permitió determinar que el ánfora recuperada en la isla carrilexa había sido fabricada en un taller “oleiro” del norte de África, en la actual zona sur de Túnez y oeste de Libia, y probablemente se habría usado para transportar vino africano, como indica el interior resinado que todavía conserva. Según el responsable de la identificación, esta es la primera ánfora de este tipo fabricada en África y documentada en Galicia, donde las piezas más comunes de este tipo son las producidas en el golfo de Nápoles y se usaban para exportar el famoso vino de Campania (Italia).

Adolfo Fernández comenta que la identificación en estos casos “suele ser complicada”, no tanto para determinar la tipología, si no para esclarecer el lugar de producción, ya que la pasta cerámica con la que están hechas las ánforas acostumbra a estar muy modificada después de pasar siglos sumergidas en el mar. En el caso concreto del hallazgo de Cortegada, se pudo establecer con certeza el tipo y lugar de origen, unos datos muy relevantes para reconstruir la ruta comercial y el producto que llegó a las costas gallegas en la época romana.

Desde el Grupo de Estudos de Arqueoloxía, Antigüedade e Territorio de la Universidad de Vigo consideran que este descubrimiento refuerza la importancia de Cortegada en la época romana. De ahí que se impulsaran varias intervenciones arqueológicas desde entonces, como por ejemplo la de noviembre de 2021 en Punta Fradiño, al noroeste de la isla, que duró tres meses y permitió incrementar el número de ánforas y otros materiales vinculados con la isla. El objetivo de las intervenciones siempre ha sido localizar un posible pecio romano naufragado en la zona, si bien hasta el momento no se han encontrado restos que confirmen la presencia de ningún navío.

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