La senda de Rego de Alcalde abre un nuevo frente en los comuneros

Piden la dimisión de la directiva por no presentar en la asamblea la expropiación de esos terrenos por parte del Concello

A. G.

La denuncia del BNG sobre la senda litoral entre Vilanova y Cambados ha abierto un nuevo frente en el interior de la comunidad de montes de San Miguel de Deiro. Esa queja de los nacionalistas hacía hincapié en la ausencia del acta de una asamblea, que sería preceptiva, para comunicar a los integrantes de la misma la expropiación de los terrenos a fin de presentar alegaciones.

Sin embargo, esa asamblea no se celebró, lo que ha llevado al grupo de comuneros críticos con la directiva a reclamar la dimisión de todos ellos por no haber realizado un acto que “es preceptivo”. Los críticos están estudiando la posibilidad de iniciar acciones legales por la impugnación de la última asamblea ya que “se ha sobrepasado el plazo legal”.

En el seno de la directiva reconocían ayer que esa asamblea no llegó a celebrarse y consideran que los comuneros que quieran mostrar ese malestar en su derecho de hacerlo, incluso de pedir la dimisión.

De todas formas, también quieren dejar claro que la notificación para la expropiación de un terreno de 5.000 metros cuadrados a fin de formar parte de la senda peatonal, “llegó después de la segunda asamblea, esta última obligada por la impugnación de estos comuneros, los cuales ni se dignaron a presentarse para defenderse o dar voz a sus reclamaciones”.

El terreno en cuestión forma parte del proyecto para construir una senda litoral entre Vilanova y el límite con Cambados, senda que iba a incluir la mejora del alcantarillado. En la documentación se expropian 5.000 metros cuadrados de superficie comunal con el objetivo, se señala en el proyecto, de crear un gran parque público. Sin embargo, el BNG cree que lo que se intenta desde el grupo de gobierno con esta expropiación “es apropiarse de un terreno público para, en el futuro, crear una concesión, algo que ya hemos visto en muchas ocasiones”.

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La comunidad de montes de San Miguel de Deiro vive desde hace tiempo una crisis interna que ha acabado en la impugnación de su última asamblea por la retirada del título de asociados a varios de sus miembros. Los críticos mantienen que la asamblea del 26 de marzo, donde se votó esa expulsión, no es válida porque los comuneros que votaron “no fueron aprobados en la anterior, como indican los estatutos”. Entienden que la votación habría sido “fraudulenta”. La impugnación, explican, debía ser votada en el plazo de un mes, como indica la ley, pero “como miembros de la directiva estaban de campaña electoral, se incumplieron todos los plazos”.

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