Investigan por narcotráfico y blanqueo a una red en Arousa con negocios en el motor, pesca y tabacos

Hace poco más de un mes, los vecinos de A Aduana y As Sinas, en Vilanova, se extrañaron por el obstinado vuelo de un helicóptero de la Guardia Civil por la zona. Ayer comprendieron que aquello había sido algo más que una inspección rutinaria. Porque en una vivienda de esa localidad arousana residía Víctor Dopico Pérez, un empresario natural de Ferrol y radicado en Arousa que figura entre la quincena de detenidos en la última operación contra el narcotráfico desatada en la comarca arousana.

Eran poco más de las cinco de la mañana cuando estalló la operación Halia, una redada a la vieja usanza, con multitud de registros en varios municipios de la comarca, algunos de ellos tan veloces que cuando se corría la voz de que los agentes estaban en una propiedad en realidad ya se dirigían al siguiente objetivo.

A media mañana, fuentes oficiales de la Guardia Civil ya calificaban de exitosa la operación, pues se habían intervenido distintos tipos de drogas y una cantidad muy importante de dinero. Según fuentes solventes, en Vilanova intervinieron un millón de euros.

La operación “Halia” se desarrolló principalmente en O Salnés, con registros en Vilagarcía, Cambados, Vilanova y Ribadumia, pero también en Arcade (Soutomaior), Ferrol y Madrid. Se realizaron más de 25 entradas en domicilios, negocios y naves industriales, y resultaron detenidas 15 personas, tanto en la comarca arousana como en Madrid.

Están investigadas por tráfico de drogas, pertenencia a organización criminal y blanqueo de capitales. La operación está siendo coordinada desde la Fiscalía y el Juzgado Central de Instrucción de la Audiencia Nacional. Presuntamente, la organización desmantelada tenía la capacidad de importar grandes cantidades de cocaína desde Sudamérica, que introducían en Europa en veleros. El estupefaciente se distribuiría después por distintos puntos de España.

La redada ha sido desarrollada por la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil, y ha contado con el apoyo de Europol y la DEA, que es la agencia de Estados Unidos especializada en la lucha contra el narcotráfico.

A primera hora de la mañana empezaron a circular por internet las primeras imágenes del operativo. Un nutrido grupo de agentes de la Guardia Civil había tomado una urbanización de Cornazo, a las afueras de Vilagarcía. Eran los primeros destellos de una intervención policial que se haría evidente poco después, cuando un coche de la Guardia Civil se apostó a las puertas del estanco de tabaco de la plaza de Galicia, en pleno corazón de Vilagarcía. Pasadas las diez de la mañana el establecimiento seguía cerrado, y de hecho ya no abrió en todo el día. El negocio lo regenta una vecina de Vilanova vinculada al empresario Víctor Dopico. La mujer está en libertad.

Dopico es natural de Ferrol, tiene al parecer una compra venta de coches en Rubiáns (Vilagarcía) y vive desde hace un tiempo en Corón (Vilanova), en un chalé con vistas al mar situado en un lugar discreto, entre la carretera general de Vilagarcía a Cambados y la costa de As Sinas. El registro de su vivienda se prolongó prácticamente durante toda la mañana. La Guardia Civil empleó los perros de la unidad cinológica y poco antes de las tres de la tarde dieron por finalizada la inspección.

Dos agentes sacaron a pie sendas máquinas de contar dinero; otros compañeros suyos cargaron varias cajas en los maleteros de sus coches camuflados. Víctor Dopico quedó detenido. Llevaba una cazadora con la que trató de cubrirse el rostro, sin éxito.

En Cambados

En Cambados hubo al menos tres registros. El más madrugador se produjo en un piso de la calle Castelao, en pleno centro de la localidad, donde reside un armador de pesca de unos 35 años, que resultó detenido. Hace un tiempo, se dedicó a la compra y venta de coches importados de Alemania.

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El segundo allanamiento se produjo en una vivienda próxima a la iglesia de Castrelo, donde reside un hombre que tuvo un establecimiento de ocio nocturno en Vilagarcía. Finalmente, los guardias y la comisión judicial se desplazaron al polígono industrial de Sete Pías.

Allí, se inspeccionó durante varias horas un pequeño almacén que un vecino de A Modia, Bernabé G.P., “O Fico”, utiliza para guardar vehículos de competición, entre ellos un todoterreno y un “buggie”. En el exterior, pintado en un contenedor de la basura, figura el nombre de un club deportivo que participa en carreras automovilísticas de Portugal.

Otro de los allanamientos se produjo en el vecino polígono industrial de Tremoedo, en Vilanova. Allí, los guardias accedieron al interior de una nave sin actividad aparente, y que la organización estaría utilizando también como almacén. Finalmente, la Guardia Civil accedió al interior de un piso en Barrantes (Ribadumia). Concluida la inspección, un par de agentes permanecieron durante horas en la entrada al inmueble, probablemente para evitar que personas próximas a la banda pudiesen acceder al piso y destruir alguna prueba.

A media tarde, los agentes regresaron para una segunda visita más demorada.Algo similar sucedió en el caso del estanco de Vilagarcía, de cuyas puertas cerradas no se separó en todo el día una dotación de la Guardia Civil. A las siete de la tarde se produjo el registro, con la llegada de una docena de agentes encapuchados y de Dopico. Decenas de vecinos sigueron en directo el registro, que duró hasta las ocho.