A Toxa pudo quedar arrasada por el fuego

Enérgica repulsa a los atentados sufridos por la afamada isla

Así era el fuego que fue controlado antes de que arrasara la isla de A Toxa.

Así era el fuego que fue controlado antes de que arrasara la isla de A Toxa. / FdV

Manuel Méndez

Manuel Méndez

Hace días se daba a conocer que la Guardia Civil investiga a tres menores con domicilio en Madrid por un delito de daños, al relacionarlos con “pequeñas quemas de masa forestal y en una barandilla de madera”, en la isla de A Toxa.

Dicho así, alguien puede pensar que se trata de un gamberrada sin mayores consecuencias. Incluso se puede ver como una anécdota que es un ejemplo más del vandalismo que padecen cada verano este afamado territorio insular y el conjunto del Concello de O Grove.

Hubo grave riesgo de un incendio forestal de terribles consecuencias, tanto medioambientales como para las personas, ya que podía arder todo el Monte Central de la isla

Guardia Civil

Pero no es así. Lo sucedido en A Toxa el día 15, justo después de la procesión con la que se recuperaba la fiesta del Carmen perdida en la isla hace seis décadas, “traspasó todas las líneas rojas”, sostiene Francisco Meis, el técnico municipal de Medio Ambiente.

Hicieron tres intentos

Más aún cuando, no satisfechos con ello, los presuntos pirómanos que atentaron contra el Monte Central, también conocido como parcela Z-14 o Parque Forestal Joaquín Álvarez Corbacho, volvieron a la carga al día siguiente. ¡Y de nuevo dos jornadas después!

La pasarela de madera incendiada, aún humeante. |   //  FDV

La pasarela de madera incendiada, aún humeante. | // FDV

Quiere esto decir que los responsables de los ataques no solo son reincidentes, sino que actuaron con premeditación, lo cual indigna, más si cabe, a la sociedad meca.

Prueba de ello, las declaraciones efectuadas por el propio Francisco Meis, que es también investigador de la historia local y profundo conocedor del pasado de A Toxa, una isla que desde su departamento y el conjunto del gobierno local intentan “recuperar” mediante diferentes proyectos.

Si llegan a prender la pasarela de madera de noche, las consecuencias habrían sido impredecibles, ya que el lugar en el que se produjo el incendio está a apenas 50 metros del transformador que abastece de energía eléctrica a toda la isla

Francisco Meis Durán

— Técnico municipal de Medio Ambiente

“Este ataque a la isla pudo haberse convertido en una catástrofe sin precedentes”, asegura con rotundidad Francisco Meis.

"Atentado ecológico"

Un ataque que llega a definir como “un atentado ecológico que, si bien pudo ser frenado a tiempo, habría tenido consecuencias devastadoras para el Monte Central y habría amenazado la vida de cientos de personas”.

Como pieza clave de la investigación policial para dar con los responsables, quienes incluso llegaron a jactarse de sus ataques incendiarios en las redes sociales, Francisco Meis sabe de la importancia de haber dado con ellos y de que todo este asunto esté ahora en manos de la Fiscalía de Menores.

Uno de los agentes observa la zona en la que se registró el incendio.

Uno de los agentes observa la zona en la que se registró el incendio. / FdV

Agradecido por la implicación e interés del Servicio de Protección de la Naturaleza (Seprona) de la Guardia Civil, Meis resalta que “todos los años sufrimos los actos vandálicos y destrozos de todo tipo, pero lo sucedido esta vez ha sido terrible y ha traspasado todos los límites imaginables”.

211.000 metros cuadrados

Lo que quiere decir es que si el incendio en la pasarela de madera no llega a ser controlado de inmediato, con ayuda de extintores del Gran Hotel La Toja, “el 15 de agosto habría pasado a la historia como un día trágico para O Grove y Galicia, ya que las llamas habrían arrasado 211.000 metros cuadrados de arbolado, además del Gran Hotel, que estaba a tope de clientes, y todos los chalés y urbanizaciones situados en el perímetro del Monte Central”.

De noche habría sido imposible apagar el fuego en caso de extenderse por el Parque Forestal y tanto esta masa arbolada como los chalés acabarían arrasados

Francisco Meis

Una superficie pública que además de estar repleta de pinos alberga en su interior un parque canino, la parcela de los burros fariñeiros y el espacio de ocio infantil de la Aldea Grobit, junto con numeroso mobiliario urbano en el que se cuentan los orígenes turísticos y balneoterapéuticos de A Toxa.

Vehículos de la Policía Local patrullando la isla de A Toxa en la madrugada del día 13.

Vehículos de la Policía Local patrullando la isla de A Toxa en la madrugada del día 13. / M. Méndez

“Los destrozos que pudo haber causado ese fuego son inimaginables”, insiste Francisco Meis al resaltar que “no estamos hablando de un acto menor o de una gamberrada sin más, sino de un atentado que debe tener trascendencia penal”.

Pide una reflexión

Con la esperanza de que “reflexionen”, tanto los jóvenes implicados en este suceso como cualquier otro ciudadano con similares intenciones, el técnico de Medio Ambiente también quiere hacer hincapié en que “el incendio fue controlado rápidamente porque aún había luz y se vio el humo, pero si llegan a prender la pasarela de madera de noche, las consecuencias habrían sido impredecibles, ya que el lugar en el que se produjo el incendio está a apenas 50 metros del transformador que abastece de energía eléctrica a toda la isla”.

Intervención de Francisco Meis el pasado mes de febrero, cuando se inauguró en A Toxa la escultura de bronce que representa al burro que descubrió la aguas termales de A Toxa.

Intervención de Francisco Meis el pasado mes de febrero, cuando se inauguró en A Toxa la escultura de bronce que representa al burro que descubrió la aguas termales de A Toxa. / Noe Parga

Quiere decir esto que “pudo haberse producido un gran apagón que habría dificultado la evacuación de hoteles, apartamentos y residencias de todo tipo”, sobre todo teniendo en cuenta que la isla tiene un solo punto de entrada y salida terrestre.

“De noche habría sido imposible apagar el fuego en caso de extenderse por el Parque Forestal y tanto esta masa arbolada como los chalés acabarían arrasados”, sentencia Meis.

La Guardia Civil coincide en que “hubo grave riesgo"

El incendio presuntamente provocado por tres menores en una pasarela de madera de la isla de A Toxa se produjo solo tres días después de que se reforzara la vigilancia policial en la isla, precisamente para tratar de atajar los actos vandálicos y el descontrol detectado en las noches de “movida”.

Como se avanzó entonces en FARO DE VIGO, la seguridad privada de la isla se había visto reforzada por el Real Club de Golf La Toja, al tiempo que la Policía Local de O Grove llevaba a cabo dispositivos especiales de vigilancia en horario nocturno.

La pasarela de madera atacada.

La pasarela de madera atacada.

Pero los tres menores identificados por prender fuego en diferentes puntos de la isla desafiaron esa vigilancia.

Fue el técnico de Medio Ambiente, Francisco Meis, quien puso la denuncia que dio pie a la investigación de la Guardia Civil, donde coinciden con él al señalar que “hubo grave riesgo de un incendio forestal de terribles consecuencias, tanto medioambientales como para las personas, ya que podía arder todo el Monte Central de la isla”.

“Puse esa denuncia porque ya el primer incendio generó enorme preocupación, pues si bien se controló rápidamente, se produjo en una zona verde de vital importancia”, explica el técnico municipal.

Quien también quiere destacar la colaboración de la Policía Local y la Guardia Civil de O Grove, que ya ha contactado con los padres de los tres menores identificados.