Ni ‘vagos’ ni ‘rebeldes’: tenemos TDAH

Este trastorno afecta a más del 5% del alumnado en Galicia, y repercute en las clases, la relación con los maestros y el resto de sus compañeros. ¿Cómo cambia el aula cuando hay hiperactividad?

No existe una única causa del trastorno, pero se señalan diferentes factores genéticos y ambientales.

No existe una única causa del trastorno, pero se señalan diferentes factores genéticos y ambientales. / E. Elements

Imagínatelo. Esta sensación de rutina es complicada para todos. No nos apetece volver a clase al terminar cada finde, no poder levantarnos cuando queramos, preferimos jugar y saltar en vez de estar horas sentados en el pupitre. Llueve todos los días y además se está acercando la época de exámenes.

Pues todo ello es todavía más complicado para los miles de estudiantes que, en Galicia, tienen algún grado de hiperacrividad o déficit de atención, y que constituyen entre un 5% y un 7% del alumnado gallego: de 11 mil a 15 mil menores en edad escolar tienen al menos uno de estos trastornos.

¡Ojo! No son lo mismo: “El Trastorno por déficit de Atención puede darse con o sin hiperactividad” nos explican desde ANHIDA, la Asociación de Niños con Hiperactividad y Déficit de Atención en Vigo. “Se caracteriza por falta de concentración y por (o por)_una impulsividad excesiva o inapropiada para la edad del niño”.

Sus síntomas, de origen neurobiológico, aparecen siempre antes de los 7 años de edad, lo que significa que al entrar al colegio este trastorno ya está mostrando síntomas, que pueden resultar en una serie de dificultades curriculares.

Un TDAH en el colegio

Ese alumno que se distrae con mucha facilidad, comete errores “tontos”, le cuesta organizarse e incluso a menudo pierde cosas que necesita, cumple con todos los puntos de la conducta de un niño “desatento”.

Su compañero, que se levanta constantemente y no deja de mover las manos o los pies, habla en exceso y “está activo como si tuviera un motor” es un hiperactivo de libro. Un subtipo de este, tal vez el menos conocido, es el que se precipita a contestar antes incluso de que termines la pregunta, que tiene dificultades para guardar turno o se inmiscuye en las actividades de los demás: esa es conducta de niño impulsivo.

Si el TDAH no se detecta a tiempo puede haber consecuencias formales, como fracaso escolar.

Si el TDAH no se detecta a tiempo puede haber consecuencias formales, como fracaso escolar. / E. Elements

“Es muy importante señalar que el TDAH no es consecuencia de una educación incorrecta por parte ni de las familias ni de los profesores” explican desde ANHIDA, que insisten en la importancia de, primero, asumir el diagnóstico para así poder empezar a trabajar de forma conjunta y tratar de paliar en la medida de lo posible todas esas dificultades que pueden surgir durante las clases, “porque una buena relación entre las personas que más tiempo pasan con los menores es importante y decisivo para su desarrollo”.

DIFERENCIAS

Déficit de Atención:

  • Tienen una gran dispersión mental y se distraen muy fácilmente, incluso durante los juegos
  • Les cuesta entender las cosas de un modo claro y rápido. Parece que nunca entienden las órdenes al cien por cien y muchas veces parecen no escuchar cuando les hablan
  • Cualquier tarea que implique mucha atención o concentración les supone un esfuerzo titánico que no siempre son capaces de mantener hasta el final
  • Dificultad para organizarse, no suelen terminar las tareas que empiezan
  • Son muy distraídos y se olvidan rápidamente de aquello que no han entendido claramente, llegando incluso a perder cosas importantes

Hiperactividad:

  • Incapacidad para estarse quieto y concentrarse en algo. Les suele costar mantener todo su cuerpo relajado. Siempre están moviendo los pies, mordiéndose las uñas...
  •  Normalmente es incapaz de acabar algo que le suponga un esfuerzo (a no ser que le motive especialmente)
  • Su impulsividad le lleva a precipitarse en muchas de sus actividades
  • Cuando habla se expresa con excesiva locuacidad. No puede esperar su turno e interrumpe con facilidad a los demás.
  • Es muy impaciente y le cuesta estar sentado de forma relajada.

Si el TDAH no se detecta a tiempo puede haber consecuencias formales, como fracaso escolar, dificultad en la comprensión lectora o cálculo, pero también va más allá. “Puede provocar baja autoestima al no ser comprendido o incluso sentirse culpado por algo que no puede controlar, con lo que un trastorno no tratado conlleva también aparición de sentimientos depresivos o dependencia de la aprobación de los adultos, lo que les lleva a un constante estado de inmadurez en el que necesitan llamar todo el tiempo la atención”.

Ese alumno que se distrae con mucha facilidad, comete errores “tontos”, le cuesta organizarse e incluso a menudo pierde cosas que necesita, cumple con todos los puntos de la conducta de un niño “desatento”

En el momento en el que un niño es diagnosticado con TDAH se activa el protocolo escolar de la Xunta. Para ello es necesario un diagnóstico por la seguridad social o un pediatra, ya que el déficit de atención se puede confundir con otros problemas neurológicos o incluso con anemia, y por lo tanto las medidas que toma el centro podrían no ser las adecuadas.

Es necesario hacerlo con una terapia multidisciplinar, orquestada por especialistas (desde los psiquiatras hasta los pedagogos) y seguir tratamientos de todo tipo, desde métodos relativos a la conducta hasta farmacológicos.

“Estos alumnos suelen presentar mal rendimiento escolar y tendencia a transgredir las reglas, pero no son vagos ni rebeldes”, explica Estela Portillo, miembro de ANHIDA y una de las encargadas de tansmitir a los centros escolares los diferentes métodos para ayudar a esos estudiantes durante las clases. “Mucha gente cree que lo que hacemos es bajar la dificultad de las clases, hacerlas más fáciles, pero se trata de medidas de adaptación no curriculares. Es decir, no se cambia el contenido ni el temario, sino que se adapta el método de enseñanza”.

Estos métodos pueden ser muy concretos, como la disposición de las preguntas en los exámenes o la situación del alumno en la clase: “Se distrae con facilidad, por lo que no deberíamos dejar que se siente atrás, ya que al estar más lejos perderá el interés y se pondrá a charlar con sus compañeros. Tampoco cerca de la ventana ¡hay de todo para observar!” explica Estela Portillo, que aclara, además, que muchos de estos sistemas son beneficiosos para el alumnado en general, no solo para aquellos que tengan TDAH.

Estela Portillo, de ANHIDA.

Estela Portillo, de ANHIDA. / Cedida

Uno más específico es la figura del Asistente o el Secretario del profesor: “Cuando hablamos del subtipo hiperactivo o impulsivo, lo ideal es permitir movimientos no disruptivos. No podemos impedir que se muevan, son alumnos que no pueden estar tanto tiempo sentados, así que nos toca intentar que esos movimientos no alteren el ritmo de la clase. Ahí es donde nace la figura del ‘alumno secretario’. El maestro le pide tareas: ‘Ve a buscar esto”, “Lleva esto al despacho del director”. Este tipo de actividades les permiten moverse un poco, liberarse, pero sin molestar al transcurrir de la clase”.

Hablamos de permitirles sus movimientos, pero también de hacerles sentir bien: “Muchas veces el TDAH va acompañado de problemas de conducta, y muchos profesores tienden a dejar fuera de las actividades a los alumnos con déficit, lo cual les hace mucho mal para su amor propio”. Por eso es tan importante hacerles sentir partícipes y normales. “Por ejemplo en las excursiones. Lidiar con la clase entera es complicado, y cuando le sumamos un TDAH (que muchas veces está acompañado de más problemas) los profesores pueden verse desbordados. Por eso se recomienda llevar un acompañante (un padre, un tutor) a la excursión, que pueda ayudar de forma orgánica, sin hacer sentir mal al alumno, y ayude al profesor”.

El TDAH continuará con ellos toda su vida, pero lo importante es cómo se relaciona con él durante los primeros años del diagnóstico: “al fin y al cabo ¡a todos los niños les gusta saltar!”

MITOS Y VERDADES

MITOS Y VERDADES

  • “Es nuevo y está inventado”: El TDAH se conoce desde hace más de 100 años, aunque con otros nombres, y existe suficiente apoyo diagnóstico para avalarlo
  •  “Se relaciona con un peor nivel intelectual o con la pereza”: No existe ninguna relación entre el TDAH y un menor nivel o falta de voluntad, las dificultades que pueden surgir son debidas a síntomas del propio trastorno
  • “Desaparece con la edad” :Alrededor del 50% de los casos diagnosticados en la infancia o adolescencia continúan en la edad adulta. La prevalencia de TDAH en población adulta se sitúa alrededor del 4,4%.
  • “El tratamiento con fármacos produce dependencia”: El uso correcto de los psicoestimulantes no produce tolerancia ni dependencia. Algunos estudios incluso indican que previenen de posibles trastornos por abuso de sustancias.
  • “Actualmente está sobre diagnosticado”: Es necesario realizar un proceso diagnóstico y cumplir una serie de requisitos establecidos y consensuados científicamente. Los síntomas deben suponer dificultades significativas en la vida cotidiana de la persona.
  • “No hay mujeres con TDAH”: Estudios actuales manifiestan un problema de detección del trastorno en mujeres. Suelen ser más prevalentes en el subtipo inatento, más complicado de identificar, por lo que el número de mujeres diagnosticadas es inferior al real.
  • “El síntoma principal del TDAH es la hiperactividad”: Hay muchos subtipos con sus diferentes síntomas.